Una relacion sin sentimientos

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Hermione P. O. V.

Me la he pasado pésimo estos días. Por un lado, soy prefecta, tengo muchas más responsabilidades, y aunque el año pasado también lo fui, este es mi ultimo año en el colegio por lo tanto tenemos más responsabilidades. Otra, es que comparto torre con Draco debido a que somos premios anuales. Perfecto. Estas tres semanas que llevamos en Hogwarts no para de meter chicas a NUESTRA torre, y a su habitación. A saber que estupideces hace. Y aunque piense de esta forma no he parado de amarlo, porque me duele. Me duele verlo con tantas chicas alrededor de el, como las abejas a la miel. Me repugna que esas idiotas besen esos labios que yo con tanta añoranza deseo volver a probar. Pero es tonto seguir pensando en lo que pudo ser y no fue. En el fondo de mi, ansío que el colegio termine para casarme con el, aunque se, que aunque nos casemos -lo cual es obvio que pasara- las cosas no serán como antes.

Ahora me encuentro preparándome en mi habitación para el baile que se dará en dos horas en el Gran Comedor, debido al inicio de la época otoñal.

Me meto a duchar, duró unos cuarenta y cinco minutos ahí, despejando mi mente. Al terminar me envuelvo en una toalla, me coloco la ropa interior y me pongo loción olor a fresas en todo el cuerpo. Finalizando esto, me dirijo a mi gran armario de donde saco un fino vestido, envuelto en una gran tela negra que evita que se maltrate, dicho modelito costo bastantes galeones; cortesía de mi madre.

Quito la bolsa y lo admiro antes de ponérmelo, me lo coloco y luego me pongo frente al espejo para peinarme.

Luego comienzo a aplicarme el maquillaje y finalmente me coloco mis tacones.

Ya faltan quince minutos para que comience el baile y Marcus no tardará en llegar, por lo tanto me admiro en el espejo una ultima vez.

Me veía perfecta debo decir. Mi vestido era de color negro con algunos toques dorados desde el escote hasta la cadera, en la cintura llevaba un lazo dorado brillante, iba ajustado hasta la cintura y luego un poco mas suelto (N. A. Vestido al inicio del capitulo). Seguía vistiéndome de negro como lo había comenzado a hacer este año, pero hoy era el baile y quería verme elegante. Llevaba tacones dorados, discretos y elegantes, pero bastante altos. Me coloque un brazalete dorado en cada muñeca y pendientes del mismo color. Mi cabello ahora negro como la noche, que me llegaba hasta la cintura, lo llevaba suelto con la diferencia que esta vez lo rice un poco de las puntas. Mi maquillaje iba con tonalidades negras y doradas, a diferencia de mis labios, que iban de un precioso rojo.

No pude evitar mirar mi mano izquierda. Allí posaba el anillo de compromiso que no me podría quitar hasta que me casara. Odiaba aquel anillo. Lo odiaba no por el compromiso, sino porque cada maldita vez que miraba mi mano o lo sentía me recordaba a Draco, a cuanto lo amo, a su traición, a todas las estupidas promesas que nos hicimos. Instintivamente mire mi mano derecha, pero allí ya no había ningún anillo en mi dedo anular. Ese anillo que Draco me dio el año pasado en el baile de Navidad, cuando creímos que nos separaríamos... Ya no estaba ahí. Yo ya no lo portaba con orgullo. Me lo había quitado desde aquel horrible día en que el me engañe. No lo había tirado por supuesto, lo había guardado porque a pesar de todo amo a Draco y ese anillo que me dio. Me acerqué a mi elegante tocador done estaban colocados mis joyeros, de uno de ellos extraje una cajita de terciopelo, la abrí, y allí estaba... Allí estaba el precioso anillo que el me dio, aun brillaba como antes, mire al interior de este y había un escrito que me hizo derramar una lagrima:

"Love Forever D&H"

Como extrañaba a Draco, necesito tenerle conmigo de nuevo, el ha intentado hablar conmigo cientos de veces y yo no se lo he permitido, pero no estoy segura si sea verdad lo que el me diga...

Unos golpes en la puerta interrumpen mis pensamientos.

Ahí estaba el, tan guapo como siempre, mirándome de arriba a abajo. Sus ojos brillaban tanto como suponía que lo hacían los míos. Sin evitarlo sonreí con sinceridad, el había derribado toda barrera en ese momento. No pude evitar hablarle con tranquilidad.

-¿Se te ofrece algo? -pregunte curiosa.

-No, solo te venia a avisar que tu... -suspiro. -tu novio esta esperándote abajo. -pronunció la palabra "novio" con dolor, lo pude sentir.

-Ah... Eso. -dije con desilusión. El me miro alegre, luego me di cuenta del error que cometí, yo no podía ser amable con el así que recobre mi postura arrogante y hable. -¿Algo más? -pregunte irónica, el se percató de mi cambio de actitud y negó con la cabeza.

-Por cierto, estas muy hermosa. -dijo antes de darse media vuelta e irse por el pasillo.

-Tu cada día me enamoras mas. -dije en un susurro cuando él estuvo lejos.

Volví a entrar a mi habitación y me retoque el maquillaje para bajar con mi novio.

Baje las escaleras con cuidado, y ya me esperaba Marcus ahí, muy guapo, pero no tanto como cierto rubio que me robaba el aliento.

Me miro alegre, y se me acerco.

-Hola Hermione; que linda estas. -me dijo con una sonrisa dulce para luego besarme. Sentí sus labios fríos, y sin muchas ganas de querer un beso, sentí como la costumbre ya se apoderaba de nuestra relación, porque entre nosotros no había amor, sólo habían besos y un par de caricias, nada mas que eso. Yo lo bese como el a mi. Nos separamos y nos fuimos al Gran Comedor, que estaba muy bien adornado. Pude ver varias parejas, bailando; Pansy con Blaise, Theo con Astoria, Daphne... Ella nos miraba extraño a Marcus y a mi. Luego nos dispusimos a bailar una pieza que acababa de comenzar, ninguno de los dos nos mirábamos a los ojos, solamente bailábamos, sin ningún sentimiento, sin sonreír, sin nada.

Podía sentir el cansancio de una relación que no tenía futuro. Debido a que no había amor. Debido a que no había nada.

Después de varias canciones, se dio lugar a que los alumnos interpretaran alguna canción.

La primera fue la pobretona Weasley, que canto, debo decir, bien. Pero nada asombroso. Luego pasó la tipa estupida Evans, que canta como la Señora Gorda de la que he escuchado hablar. Extrañamente el cara rajada paso a cantar con la chica japonesa o china esa de Ravenclaw una canción, ¿romántica?. Mientras todo esto pasaba, yo estaba con Marcus. Ni siquiera nos tomábamos de la mano. Luego una idea de me ocurrió después de mirar a mi prometido besándose con una rubia de Slytherin.

Solté a Marcus y fui detrás del escenario.

Amor entre serpientes (Dramione)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora