Amigos

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P. O. V. Hermione

La mañana del primero de septiembre desperté sobre mis suaves sabanas de la seda mas fina, eran de un perfecto color negro elegante. Mi cama, gigantesca, fue especialmente hecha para mi, un diseño especial que mis padres se encargaron de comprar.

Me dirigí al baño, tome un reconfortante baño en la tina, despejando mi mente y deseando que todo estuviera bien este nuevo año: mi penúltimo año en Hogwarts. Me cepille los dientes y me puse loción. Sobre mi cama ya estaba mi ropa, perfecta y elegante. Me vestí y me arregle el cabello, tome mi bolso y salí a la gran sala de mi no tan humilde mansión.

Mi atuendo consistía en un vestido completamente negro, a excepción de un lazo verde esmeralda alrededor de mi cintura, el vestido caía un poco mas arriba de mis rodillas y era palabra de honor, me puse unos tacones de plataforma en terciopelo negro, agregué unos pendientes y gargantilla de plata con piedras preciosas verdes y tome mi gabardina que era del mismo color de mi vestido pero un poco mas corta. Mi pelo lo deje suelto cayendo en mechones ondulados como una bella cascada castaña y dorada, me veía perfecta. Salí de mi habitación y mis padres ya estaban en la gran sala.

-¿Estas lista querida? -hablo mi madre.

-Si madre, lo estoy.

-Entonces vamos ya o se hará tarde. -dijo mi padre. -Por cierto hija, te ves preciosa.

-Gracias papa. -le dije sonriente.

Salimos y mis cosas ya estaban en el auto mágico, un coche ultimo modelo, digno de mi familia. El chofer condujo hasta la estación, mis padres me acompañaron hasta el anden.

-Hija tenemos que hacer un viaje en 20 minutos, nos vemos. -dijo mi padre, dándome un abrazo.

-Adiós papa. -le correspondi.

-Pequeña no olvides escribirme, te queremos. -dijo mi madre haciendo el mismo acto que mi padre.

-Yo también les quiero mamá.

-Te veremos en Navidad. -y se alejaron desapareciendo entre la multitud.

Me dirigí a mis amigos, ya estaban ahí, mi pequeño y selecto grupo de amistades estaba conformado por los hijos de los magos sangres pura mas ricos y poderosos del mundo mágico, eran Blaise Zabini, Pansy Parkinson, mi mejor amiga, Draco Malfoy, mi mejor amigo y Theodore Nott; aunque este último aun no estaba ahí, que extraño...

-¡Draco! -me acerque corriendo como niña pequeña y me lance a sus brazos.

-Hola pequeña. -me dijo mientras correspondía a mi abrazo y me besaba ambas mejillas, yo hice lo mismo.

-Te extrañe rubio ingrato, ¡no recibí una carta tuya en meses! -dije cruzándome de brazos con el ceño levemente fruncido.

-Eh, tranquila, si que te escribí, otra cosa es que no haya sabido a donde enviar mi lechuza, tu te la pasaste de viaje serpiente arrogante. -me dijo bromeando.

Recordé, era cierto, me la pase de viaje por varias partes del mundo, reí por lo bajo.

-Bien, te perdono. -dije seria.

-¿Que...? Pero... -me dijo pero alguien le interrumpió.

-Amigo, mejor déjalo así, si no quieres que se ponga como una auténtica Gryffindor. -Blaise hablo.

-Cállate Zabini, ¿una Gryffindor? ¿Enserio? Antes me voy a Hufflepuff. -dije medio molesta.

-Lo siento princesita de Sly, ¿qué? ¿no saludas? -Blaise de nuevo.

-Hola Zab, también te extrañe. -le dije mientras le abrazaba.

-¿Olvidas a tu mejor amiga? -¡Pansy! Como pude olvidarme de saludarla.

-¡Pansy! -le abrace y le di un beso en cada mejilla.

-Hola querida, que guapa te has puesto, tu cada verano tienes algo distinto. -me dijo en tono de halago.

-¡Oh Pansy! Lo mismo puedo decir, estas deslumbrante. -le halague.

-Ya sabes querida, las Slytherins somos las mas hermosas. -dijo arrogante.

-Por supuesto Pansy, aunque tu y yo somos las mas lindas. -ambas reímos, ¡éramos unas arrogantes!

-Bien, si ya terminaron de alabar su magnífica belleza, ¿saludarían a este pobre amigo suyo que lleva aquí esperando media hora a que las chicas saluden a todos y lo dejen para el final? -Hablo Theo, ¿cuando fue que llego?

-¡Theo! -gritamos Pans y yo al unísono mientras nos abalanzábamos a el.

-¡Chicas tranquilas! -Casi tirábamos a Theo al suelo.

-¡Te extrañe! -dije.

-Y yo a ti castaña. -me dijo.

-Chicos creo que hay que comenzar a subir al tren, si no, nos quedaremos sin compartimiento. -hablo Draco.

-Vamos. -dije, mientras elegantemente subíamos al tren yo tomada de su brazo.

-Oye, te has puesto muy bella pequeña. -me halago.

-Gracias rubio guapo, tu no te quedas atrás. -dije sonriente.

-Sabes que siempre he sido hermoso. -me dijo arrogante.

Suspire. Este chico y yo somos tan iguales hasta en nuestra arrogancia. Si no fuera mi mejor amigo desearía que fuera mi novio. Pero solo lo quiero como a un hermano... ¿No?

Entramos a un compartimiento vacío, seguidos por Pansy, Theo y Blaise. Me senté junto a Draco y después me recosté en sus piernas.

-Despiértenme al llegar a Hogwarts. -dije mientras cerraba los ojos.

-¿No piensas leer todo el camino? -dijo Zab.

-No, anoche casi no dormí de los nervios, ya tendré tiempo para eso luego. -dije con indiferencia.

-No puedo creerlo, ¿Hermione estás segura que eres tu? -hablo Theo.

-Si, soy yo, ahora déjenme dormir. -dije medio molesta.

Draco río por lo bajo y comenzó a acariciar mis rizos suavemente. Mientras que con su otra mano sostenía un libro, me dio curiosidad por preguntarle cual era, pero tenía sueño, quería dormir. Ya saciaría mi curiosidad luego.

Sonreí antes de caer rendida en los brazos de Morfeo. Tenía los mejores amigos, los mas divertidos, los que estaban conmigo cuando les necesitaba, los quería y los quiero muchísimo.

Amor entre serpientes (Dramione)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora