Amor entre serpientes (Dramione)

Vacaciones juntos

Draco P. O. V.

Unos rayos de sol interrumpieron mi sueño.

-Estupido sol- pensé.

Pero mi mal humor se fue al sentir un cuerpo tibio junto al mío, al divisar aquella preciosa melena castaña y rubia, suave. Mi princesa estaba acurrucada en mi pecho, mientras yo tenía un brazo en su cintura.

Mire la hora y recordé que debíamos despertar, -volver a casa- suspire con pesar.

Beso suavemente su cuello para despertarle, parece que le da cosquillas ya que suelta una risita.

-Princesa, buenos días. -digo y la beso.

-Buenos días, MI príncipe. -recalca la palabra "MI", amo a esta chica, es tan posesiva.

-Voy a bañarme preciosa. ¿Me acompañas? -pregunte pícaro.

-Draco...

-Ya, ya lo siento. -digo y la beso, luego me dirijo al baño.

Hermione P. O. V.

Después de despertar sumamente feliz al lado de mi apuesto novio, me dirigí a mi habitación que estaba al lado, me metí a la ducha y dure unos 15 minutos allí.

Me enrolle en una bata de baño al salir, escuche un picoteo en la ventana y la abrí, una preciosa lechuza gris que reconocí al instante entro, le di un bocadillo y tome la carta de su pico.

Reconocí el sello de la familia. Abrí el sobre y saque una hoja; con letra pulcramente escrita de color negro.

Querida Hermione:

Envío esta carta para avisarte que tu papa y yo no estamos en casa. Tuvimos que salir a Australia a arreglar unos asuntos de las empresas de allá. Ya que no estaremos, le hemos pedido amablemente a Lucius y Cissy que te permitan quedarse en su casa, ya que ellos son como familia para nosotros. Además, te pondrá muy feliz estar con tu amigo Draco. Te recuerdo que te iras con los Malfoy de la estación; llegaremos antes de Navidad.

Te quiere,
tu madre,
Jean Granger.

Sonreí, pasaría vacaciones con Draco, esto es lo mejor.

Guarde la carta y me dirigí a mi armario a tomar ropa.

Me puse un vestido negro sin mangas hasta una mano sobre la rodilla. Me coloque unos tacones negros de plataforma, me maquille con elegancia, y mi cabello lo deje suelto.

Después de tomar mis cosas las mande hasta el tren.

Draco P. O. V.

Nos encontrábamos ya en el tren cuando mi princesa me dio la noticia de que pasaríamos una semana juntos en mi casa, es asombroso.

-Amor, mi mama me mando una carta esta mañana, dice que por asuntos de las empresas tuvieron que salir a Australia... -dice mientras me mira a los ojos. -¡y me quedare contigo hasta antes de Navidades! -dijo sonriendo y me beso con ternura.

Le pase un brazo por los hombros y la bese, así nos fuimos todo el camino, platicando con nuestros amigos, entre besos y quejas de ellos. Hasta que llegamos a la estación.

Tome a mi novia de la mano, para darle seguridad. Hoy le diremos a mis padres que estamos juntos. Bajamos del tren y pude divisar a mis padres mirándonos con una extraña sonrisa, nos acercamos hasta ellos, ellos miraron nuestras manos entrelazadas y sus sonrisas se ensancharon mas.

-Hola padre, madre. -bese la mejilla de mi madre dandole un abrazo, y abrace a mi padre.

-Hola hijo, que gusto. -me contestaron sonrientes.

Luego se dirigieron a Hermione.

-Hermione, hija estas preciosa, un gusto de verte. -dijo mi madre abrazándola maternalmente.

-Me alegro de verlos a ustedes también Cissy.

-¡Pero que grande estas hija! Nos alegra que te quedes en nuestra casa. -le dijo mi padre, luego me miro con una sonrisa maliciosa. -Así Draco no se la pasara quejándose de que quiere ir a tu casa todos los días porque te extraña. -Mis padres y Hermione soltaron una risilla, y yo solo sentí que me sonrojaba; aunque no lo crean.

Luego mis padres miraron nuestras manos unidas y mi padre hablo.

-¿Están en una relación? -preguntó señalando nuestras manos.

-Así es padre, espero que no les moleste. -conteste.

-Claro que no nos molesta, de hecho ya se habían tardado. Felicidades hijos. -contesto sonriente mi padre, dándome unas palmadas en la espalda.

-Pero, solo duraremos hasta antes de nuestros compromisos, lo que es aproximadamente una semana. -contestó una triste Hermione, yo estreche su mano mas fuerte.

-.... -un silencio extraño de parte de mis padres. -Chicos vamos a casa, deben estar cansados. -dijeron con nerviosismo.