Theo fue lo primero que vi al despertar.
Pestañeé un par de veces, adormilado.
Quise rascarme el ojo... y no pude.
—¿Qué...?—murmuré, levantando la cabeza.
Un brazo moreno rodeaba mi pecho, aprisionándome hasta el hombro izquierdo.
Seguí la dirección del brazo hasta una cabeza que se apoyaba en mi almohada.
—A la mierda—comenté suavemente al comprobar que Theo respiraba profundamente.
Sé lo que dicen los libros de que las personas parecen más jóvenes y despreocupadas dormidas. Es verdad en algunos casos reales, como Lily o Scorpius.
No en Theo.
Theo, comprobé, dormía con la frente fruncida y los labios apretados.
Si acaso, el búlgaro tenía aspecto de ser mayor, más atormentado.
Aunque, al menos, ya no estaba imitando a la niña de El exorcista en sueños.
Intenté alejarme de él, pero entonces el chico se movió, apretándome un poco contra él.
—Malvavisco...—susurró.
Me quedé paralizado, con mi corazón bombeando con fuerza.
Pero Theo no abrió los ojos, no dejó de respirar lentamente y no volvió a moverse.
Asumí que simplemente hablaba dormido.
No había forma humana de salir de allí, así que acabé por empujarlo lejos de mí.
Uno de los brazos de Theo quedó colgando por fuera de la cama, mas no despertó.
Salí de mi habitación a toda prisa, cerré la puerta con cuidado, y apoyé la nuca en ella.
—Nada sucedió anoche, Albus—me repetí a mí mismo en voz baja, pasando la mano por mi cara.—Nada. Recuerda lo que pasó la última vez que le diste importancia...
Estaba bastante seguro de que la estupidez de Theo volvería a actuar, haciéndome sentir horrible de alguna forma.
O quizá el estúpido era yo, dándole importancia a algo que no la tenía.
Me hubiese gustado reflexionar sobre ello por unos minutos más.
Pero entonces empezó a sonar música estridente en el piso de abajo.
Fruncí el ceño.
—¿Por qué mierdas están sonando los Backstreet Boys a las nueve de la mañana?
Bajé con cuidado cada escalón, prestando atención a la melodía.
¿Ésos eran...?
Llegué abajo y pude ver por la rendija de la puerta que daba a la sala de estar a mi hermana.
—Lily, ¿qué estás hacien...?—quise preguntar, sin tener ni idea de nada.
Esa confusión desapareció cuando entré a la sala de estar.
Y todo cobró sentido al ver a dos adolescentes dando saltos en el sofá.
Mi hermano llevaba puesto el pantalón de pijama a cuadros y la sudadera de la noche anterior.
No contento con eso, James completaba su look sosteniendo su escoba de quidditch como si fuese un micrófono.
Pero entonces el otro chico de dieciocho años dio un salto y aterrizó en el suelo.
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ME LLAMAN AL (a Hogwarts story II)
FanficAl necesita un poco de tranquilidad. Desesperadamente. Su vida hasta los quince años ya había sido bastante compleja. Tener que lidiar con ser el "hijo deshonroso" de Harry Potter y soportar las miradas críticas de todos ya había sido suficiente. Ad...