Un pijama volador me atizó en la cara.
—¡Perdón!—ésa era la voz de Scorpius.—¡Se me ha escapado!
Me mordí la lengua para no soltar algún que otro comentario sarcástico por el bien de Scorpius.
Mi amigo parecía el guía estresado de un campamento para niños.
—¡De acuerdo!—exclamó Scorpius, dando un par de palmadas en el aire.—¡Vamos a conseguir que esto marche entre todos! Cada uno tiene sus tareas. Yo me encargaré de realizar los hechizos protectores. Theo, tu tarea es apagar ese cigarro y ayudarme. Albus, lo mejor será que te pongas el pijama e intentes acomodarte como puedas. Y Rose, tú... come los sándwiches que he traído. ¿De acuerdo, equipo?
Levanté la ceja en dirección a mi amigo, a quien le temblaba un poco la sonrisa.
—No te lo tomes a mal, Mejillas de Manzana—comentó entonces Theo, aplastando los restos de cigarro en el suelo—pero no sé qué te podría hacer el mejor candidato para asumir el mando.
—La pegatina de "Capitán Vitamina" que me ha tocado en la naranja de la cena—contestó Scorpius muy orgulloso, señalando el cuello de su camisa.
Efectivamente, traía pegada una pegatina de la fruta.
Se me escapó una sonrisa.
Intenté alejarme de todos lo máximo posible antes de darme la vuelta y bajarme los pantalones, buscando intimidad.
Pero no se me ocurriría irme solo a otra habitación de la Casa de los Gritos para cambiarme.
Mi dignidad estaba por debajo del miedo a que algún bicho pudiera salir de la oscuridad y atacarme.
Me estaba ajustando ya los pantalones del pijama a la cintura cuando noté una presencia a mi espalda:
—Malvavisco, ¿de verdad crees que esto es buena idea?—preguntó Theo.
Suspiré.
—No me hagas contestar a eso, ¿de acuerdo?—fue mi respuesta.
Theo chasqueó la lengua, y me tomó del hombro para situarse delante de mí.
La oscuridad cubría gran parte de su rostro, pero pequeños retazos quedaban iluminados por las velas que Scorpius estaba encendiendo a mi espalda.
Y esa ligera iluminación me permitió entender que el búlgaro estaba agobiado.
—Lo digo de verdad—se toqueteó el piercing de la oreja.—No sé, ¿tú has hecho esto alguna vez?
—¿Intentar contactar con la Muerte a través de los sueños? Por supuesto. Cada día después del té. Me ayuda a concentrarme para estudiar.
Theo negó con la cabeza, apartado la mano de mi brazo.
Comenzó a morderse la uña del dedo índice mientras miraba las paredes de la Casa de los Gritos, inseguro.
—Eh—chasqueé los dedos delante de sus narices.—Cero agobios. Que si aquí va a haber algún entierro, será el mío. Tú estás a salvo.
Lo siguiente que supe es que Theo me atizó un golpe entre la clavícula y el hombro.
—¡Au!
—Estás idiota. No bromees con eso—espetó, tremendamente serio.
Puse los ojos en blanco.
—Si quieres preocuparte por algo—respondí, moviendo la mano para atrapar su muñeca—debería ser por esto—lo obligué a levantar los dedos para revelar el nuevo cigarro que estaba a punto de encender.—La nicotina te va a matar antes que cualquier mortífago.
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ME LLAMAN AL (a Hogwarts story II)
Fiksi PenggemarAl necesita un poco de tranquilidad. Desesperadamente. Su vida hasta los quince años ya había sido bastante compleja. Tener que lidiar con ser el "hijo deshonroso" de Harry Potter y soportar las miradas críticas de todos ya había sido suficiente. Ad...