Necesito aclarar algo: Scorpius es una de las personas que más me importan en el mundo.
Ha sido mi mejor y único amigo.
Siempre he pensado que haría lo que fuese por él.
Pero, al entrar en aquel estadio de quidditch repleto de gente, comencé a replantearme esa última decisión.
Chillos, sonidos de tambores, saltos y más saltos, los colores de Gryffindor y Slytherin por todas partes...
"Abortemos misión", no paraba de repetirme mi cabeza.
Mi nivel de ansiedad social estaba alcanzando límites insospechados en aquellos momentos.
Un escuálido brazo femenino se entrelazó con el mío.
—¡Aquí estás!—la radiante cara de Polly Chapman apareció en mi campo de visión.—¡Te he estado buscando por todas partes!
Un chaval de Gryffindor sopló una corneta a mi lado y di un respingo.
Le dirigí una mirada ceñuda.
—Vamos, salgamos de aquí—chilló Polly como pudo por encima del jaleo. Con nuestros brazos entrelazados al estilo señoritas del siglo diecinueve, me condujo como pudo entre las gradas.—¿Qué hacías en la zona de la banda de música?
—Cuestionar mi existencia—respondí, gritándole en su oído directamente.
Fruncí el ceño para observar el ambiente, que parecía sacado de la película Entrenando a Papá.
Un chico gordito con ojos rojos gritó y se levantó la camiseta; su estómago al completo estaba pintado de verde y plata.
Comenzó a saltar y el color se deslizó por sus michelines.
—Odio los días de partido.
—¿En serio? Yo los amo. Ver tanta gente junta me pone de buen humor.
"Ay, mira tú qué bien" ironicé en mi cabeza.
Iba a ser un partido muy, muy, muy largo.
Polly se atusó la melena, golpeándome con ella en la cara.
Arrugué el ceño, escupiendo cabellos rubios.
—Me alegro un montón de haberte encontrado, Albus—la chica me dio unos golpecitos en la mano.—Suerte que he tardado más porque se me había olvidado el café de Scorpius.
—¿El café de Scorpius?
Polly levantó un termo que llevaba en la mano, con flores estampadas.
—Sí. Pensé en traerle café, por si acaba cansado y necesita un chute de energía extra—explicó ella con orgullo.
Me planteé si contarle o no que, en realidad, a Scorpius no le gusta beber café.
Pero luego se me ocurrió que, en ese caso, mi amigo me lo daría a mí más tarde.
Un nuevo tirón pareció querer arrancarme el brazo.
—¡Eh!—Polly chilló en mi oído, embotándome la cabeza.—¿¡No son ésos tu primo y su novia!?—comenzó a señalar a un punto concreto de las gradas con el dedo.
Seguí ese mismo dedo, rematado en una uña de esmalte blanco, y vi a un niño de rizado cabello castaño.
Acompañado de una chica, de gafas estrambóticas y un sombrero de cuatro colores que abultaba lo mismo que ella, dando saltitos sin parar.
—Sí, ésa es Mary Elizabeth—confirmé.
—¡Genial! ¡Vamos con ellos!
—No es buena idea—reculé hacia atrás, intentando frenar el entusiasmo de Polly.—A lo mejor quieren estar solos...
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ME LLAMAN AL (a Hogwarts story II)
Fiksi PenggemarAl necesita un poco de tranquilidad. Desesperadamente. Su vida hasta los quince años ya había sido bastante compleja. Tener que lidiar con ser el "hijo deshonroso" de Harry Potter y soportar las miradas críticas de todos ya había sido suficiente. Ad...