ALEGRA
Lucas se fue, no me dijo a dónde porque no me puede hablar, pero ya lo extraño.
Estoy sentada junto a Max, ayer en la fiesta del equipo él estaba con Valeria, hoy está aquí, quiero preguntar porque me da curiosidad pero no quiero que piense que me importa de otra forma.
Félix está dentro con ella, si alguien me pregunta no creo que sea una buena idea porque aún la quiere, y verla vulnerable puede hacerlo caer en la tentación. Eso no sería justo para él, ya que de verdad lo vi muy feliz con Diana, y mucho menos sería justo para Diana, que parece ser una buena chica.
Solo espero que Valeria logre conectar las dos neuronas que le quedan sanas y no aproveche la situación para hacer lo que no hizo por años en los que él estaba disponible.
— No estoy con ella, pero creo que me gusta — menciona Max mirando el suelo sin que yo se lo pregunte.
¿Será que podemos ser amigos? No creo que sea buena idea pero si quiere hablar lo escucharé.
— ¿Crees?
— No estoy seguro, eres la única chica a la que he querido, y ya ni siquiera recuerdo cómo se sentía al principio. Solo sé que cuando la tengo cerca todo se siente bien.
Ow, eso es lindo. Dicen que siempre hay un roto para un descosido, este es el claro ejemplo.
— Suena como que sí, te gusta — sonrío pero él aún no me mira.
— No regresaremos ¿Verdad? Yo lo sé, pero por algún motivo necesito que me lo digas.
Suelto un lento suspiro, ¿necesita que sea la mala del cuento para poder permitirse querer a otra persona? Pues puedo hacer eso por él.
— Jamás regresaría contigo, y no es por rencor ni por nada parecido a eso, es porque no te quiero.
Asiente con su mirada perdida, él me conoce lo suficiente para saber que no busco hacerle daño sino mostrarle la realidad sin censura.
— Gracias.
El silencio es incómodo, ninguno de los dos dice nada por lo que parece una eternidad.
— Ella me pone nervioso, digo cosas sin pensarlas y mi cuerpo reacciona solo.
No puedo evitar reírme de eso, es una reacción inmadura, lo sé, pero así soy.
— ¿Por tu cuerpo te refieres a tu polla? ¿Te calienta con facilidad?
Él se ríe de mí falta de tacto pero finalmente asiente.
— Solo si me toca, no importa que sea la mano o acaricie mi cabello.
Vuelvo a reír, imaginar la situación me da risa porque Valeria se hace la ruda pero es súper inocente, ni siquiera lo debe haber notado.
— Tendrás que caminar un laaaargo camino para poder llegar a eso.
Él abre muy grandes sus ojos oscuros y por fin me mira.
— Créeme que lo sé, ¿Y sabes que es lo que más me asusta?— ¿Qué?
— Que no me importa, solo pasar tiempo con ella es suficiente.
Ow, eso también es tierno, no sé si él está siendo muy tierno o a mí el amor me volvió una estúpida que ve amor en todos lados.
— Pero...
Me sorprendo acomodándome en mi silla.
— ¿Hay un pero?— Claramente — responde con obviedad como si ser feliz nunca fuera una posibilidad real —. Ella no deja de hablar de tu estúpido amigo.
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Aroma a felicidad
Teen FictionDespués de varios fracasos amorosos y familiares, Lucas siente que la felicidad solo existe en el imaginario de las personas. Perder su tiempo intentando alcanzar algo que nunca llega ya no le parece una buena idea, así que se resigna a transitar es...