39 - Hermanos

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LUCAS

No sé lo que sucedió, pero estábamos cocinando galletas para la merienda y de pronto Alegra recibió una llamada y salió corriendo. Salí tras ella dejando a Félix encargado del horno y ahora conduzco no sé a dónde con las indicaciones que me está dando sin decirme ni una sola palabra.

Estacionamos frente a lo que parece ser una casa en un vecindario peligroso y lo que le sigue a peligroso, de verdad, aquí respiras y sientes que te van a robar el aire. Y como siempre, me toca dejar mi amado auto aquí.

— Regreso enseguida, espera aquí —se baja corriendo sin más explicaciones.

¡Ja! Claro, seguro la voy a dejar meterse en ese sitio y voy a esperar aquí sentado.

Bajo tras ella, enciendo la alarma de mi auto porque siento que no volveré a verlo, y entro en una especie de ¿complejo de apartamentos? No sabría cómo definirlo, hay un largo pasillo y muchas puertas una muy cerca de la otra. La simplicidad con la que Alegra entró en un sitio tan peligroso solo denota que ya ha estado antes aquí, tal vez sea algo relacionado con su papá o no lo sé, pero la observo meterse por una de las puertas y me apresuro a ir tras ella.

Nunca esperé ver la escena que me esperaba tras esa puerta, de hecho esperaba lo que sea menos esto.

Mi hermana está llorando, solo trae una camiseta que de hecho no es de ella así que supongo debe ser de uno de los chicos que está en el suelo a los golpes.

Max tiene a su tonto hermano contra el suelo y no deja de golpearlo repetidamente en el rostro, su puño está lleno de sangre y el sonido que hace su mano al golpearlo es desagradable. La sangre siempre me dio asco, y aunque luego de tantas peleas terminas por acostumbrarte, ahora que hace mucho que no peleo con nadie me da asco otra vez.

Max solo trae boxers, así que las piezas encajan a la perfección en mi mente. Al parecer Nate los encontró en una situación comprometedora, lo que no logro entender es por qué entonces es Max quien golpea a Nate y no al revés.

— ¡Ayúdame! —grita Alegra al ver que solo me quedé observando.

Ella intenta que Max la escuche pero no hay resultados y si no se detiene lo matará. Rodeo la pelea y me paro detrás de Max, paso mis brazos por debajo de los suyos cruzando mis dedos detrás de su cabeza y lo obligo a ponerse de pie, él hace fuerza para librarse de mi agarre pero no tiene resultados; no es por presumir pero tengo mucha fuerza.

Lo arrojo al sofá y dejo que Valeria y Alegra hablen con él mientras voy a comprobar que el otro imbécil no esté muerto, y no lo está, ni siquiera está inconsciente, está poniéndose de pie cuando escucho la conversación que los demás mantienen a mis espaldas.

— ¡¿Estás loco?! Ya has llevado los celos a otro nivel si eres capaz de golpear así a tu hermano —Alegra suena como una mamá enojada, se me hace muy linda.

— No es por celos… —la respiración de Max está acelerada y aún se oye el odio en su voz.

Supongo que fue algo grave, ni siquiera sé si Nate es mayor de edad, pero seguro Max se meterá en problemas con su mamá por golpear a su hermanito. 

— Me dijo zorra —explica la voz afligida de mi hermana.

Mis impulsos actúan por sí solos cuando veo al idiota intentar ponerse de pie, y no le permito hacerlo dándole una patada en el pecho que hace que vuelva al suelo en un instante.

Sus ojos se abren al doble de su tamaño mientras abre su boca desesperado porque el aire llegue a sus pulmones.

— ¿Es en serio? —me regaña Alegra muy molesta — Si no vas a ayudar vete.

Aroma a felicidadDonde viven las historias. Descúbrelo ahora