Aroma a felicidad

16 - No espero que lo hagas

LUCAS

Algunos minutos antes...

Llevamos como una hora discutiendo, ella dice que sí es mi hijo yo digo que quiero una prueba de ADN pero ella dice que no, clara señal de que miente.

— Estuvimos toda la vida sin ti, no te necesitamos.

— ¿Quieres llevar esto a las vías legales? Porque puedo hacer que un juez me dé el derecho de hacer una prueba.

Ella cambia su expresión, ya no quiere discutir, camina hacia mí y se detiene justo enfrente.

— Lucas, si no te lo dije antes fue porque tú tenías un futuro, no quería condicionarte, y que ahora desconfíes de mi palabra me rompe el corazón.

Sí, claro, no creo ni una de las palabras que sale de su boca.

— Yo te amo — continúa —. Me diste lo más hermoso que tengo en la vida, y estoy segura de que podemos hacer esto juntos, solo tienes que dejarla y venir con nosotros...

Es demasiado rápida, no me lo esperaba así que no me dio tiempo de reaccionar.

Me besa, así sin más.

Obviamente la aparto de inmediato, pero sí llega a besarme unos breves segundos.

— Seguro pensabas que vendría aquí a decirte que si ese niño es mío dejaré a Alegra para estar con ustedes y seremos una familia porque te amo, pero eso no pasará, si por esas casualidades de la vida dices la verdad, el niño me tendrá a su lado siempre, pero no dejaré a Alegra y no regresaré contigo.

Ya no tengo nada que hacer aquí, así que salgo de la casa, me subo a mi auto y ella me sigue justo cuando recibo un mensaje de Alegra para ver dónde estoy, debo decirle lo del beso, espero que lo entienda y no se moleste porque no quiero que haya secretos entre nosotros.

— Voy en camino, llego como en diez minutos, necesito hablar contigo — respondo con una nota de audio.

Tengo como tres minutos hasta su casa pero le dije diez así tengo tiempo de pasar por su churro.

— Lucas, no haré una prueba, no expondré a mi hijo a eso. Si no lo quieres vivirás con la culpa.

— Pues lo decidirá un juez entonces.

Cierro la puerta de mi auto y me largo de allí. Voy a la churrería y luego a la casa de Alegra. 

¿Debería pedirle que sea mi novia con un churro como regalo? No, tal vez sea demasiado pronto, tampoco quiero asustarla.

Su rostro no es amigable, tal vez está molesta porque llegué tarde, aunque ella no es esa clase de chica.

Me siento a su lado, quiero sacarme esto de encima para luego pasar la tarde con ella y disfrutarla.

— Lo que tengo que decirte no es algo bonito... — murmuro pensando cual es la mejor forma de decirlo.

— Yo voy a hablar primero — su voz suena seria y fría —. Las cosas no van como esperaba...

— ¿De qué hablas? — estoy confundido, pero mi corazón late con fuerza anticipándose a lo que estoy a punto de escuchar.

— Demasiada intensidad en poco tiempo, me siento presa. Tengo un alma libre y no nací para estar en una relación con nadie. Lo siento, pero mejor lo dejamos hasta aquí, no quiero hacerte daño...

¿Estaba esperando que esto se arruine? Sí, pero no pensé que sería de esta forma, de verdad confiaba en ella, de verdad estaba seguro de que estaba siendo sincera conmigo.