Me miraba en el espejo y aunque veía mi reflejo en él, me sentía ausente. Mi cabeza estaba en cualquier parte y si no hubiese sido por Rossie, ni siquiera me hubiese podido atar los zapatos.
—Debes concentrarte, Carter —habló en voz baja mientras ponía uno de los gemelos en el puño derecho de mi camisa— Eres el presidente y esa es tu primera prioridad.
—Lo sé —resoplé— Y esa era mi intención, pero...
—Ver a Amelia te dejó impactado —terminó la frase por mí y asentí con la cabeza— A todos nos sorprendió, pero termina con el asunto oficial primero y luego habla con ella.
—No creo que quiera hablar conmigo —pensé en voz alta.
—Pues, peor es no intentarlo —argumentó terminando con el otro puño y pasando a anudar el corbatín, que era lo que faltaba para terminar con el look de gala— Pero asegúrate de que Grace no esté cerca.
—Uf —soplé mirando al cielo— No sé qué es más difícil, que Amelia me escuche o que Grace me deje en paz.
—Pues ya tienes dos misiones más —Alzó los hombros— Primero ve por la reina de Inglaterra y luego ve por la tuya —Me guiñó un ojo y luego de acomodar la pajarilla, me besó la mejilla con un aire maternal que me resultó conmovedor, tanto, que solo pude responderle con una sonrisa.
— ¡Estoy lista! —exclamó Grace saliendo de la habitación, llevando un vestido blanco de terciopelo en la parte superior, con un escote en "v" que llegaba casi a la gloria y que desde la cintura hacia abajo, era una falda de gasa vaporosa. Estoy seguro de que si la situación entre nosotros hubiese sido otra, habría pasado la noche pensando en el momento de arrebatárselo— ¿Nos vamos?
—Si, vamos —concluí tomando la chaqueta del esmoquin y poniéndomela con excesivo cuidado. No quería una arruga en mi traje antes de presentarme ante la reina.
Como cada vez que salíamos del apartamento privado, repetimos la acción de abandónarlo todos primero y apenas nos encontramos con Atwwod en el corredor, lo seguimos en dirección al este, porque esta vez, la reunión de mandatarios era en el comedor de gala.
Taylor, Kim y Shawn usaban trajes totalmente negros y permanecieron comunicados entre ellos, cerca de las entradas del salón. Charlie y yo, en cambio, lucíamos nuestros mejores atuendos de pingüino y Grace, con la señora Klein llevaban elegantes vestidos, aunque mi jefa de protocolo había sido especialmente cuidadosa con el color y los escotes. Un marrón terroso y la menor cantidad de piel expuesta posible, eran su firma aquella noche.
— ¡Estoy tan emocionada! —soltó Grace en un chillido y me vi en la necesidad de recordarle un par de cosas.
—Debes comportarte —Eso era una orden— Recuerda que oficialmente eres mi asistente y no quiero problemas. ¿Está claro?
—Clarísimo, mi amor —Trató de tomarse de mi brazo.
—Y no me digas mi amor —bufé entre dientes y quitando el brazo para que no lo alcanzara.
Mis advertencias fueron milagrosamente suficientes para que se abstuviera de mostrarse excesivamente cercana, lo que agradecí porque además de ser inapropiado, me resultaba molesto.
Pero cuando creí que todo empezaría a mejorar, a unos cuantos metros de la puerta del comedor fui capaz de distinguir que quien nos esperaba era William York luciendo como una nueva, rara y horrorosa especie de pingüino inglés y a su lado estaba Amelia.
Verla junto a él me daba como una patada en la boca del estómago.
Al acercarme, poco a poco comencé a percatarme de sus detalles. Ella era exactamente la misma, pero esta vez estaba "decorada" magistralmente. Llevaba un largo vestido vaporoso con mangas cortas color rosa pálido y sobre ella, tenía un tul color granate que parecía partir justo en el centro del discreto escote en "v" y que se extendía por el resto del vestido. Un cinturón de terciopelo del mismo color del tul acentuaba su cintura, mientras que elegantes joyas plateadas hacían juego con los stilettos rebosantes de purpurina que adornaban sus pies.
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FIRST LADY - Trilogía Cómplices II [TERMINADA]
RomanceA un año de asumir la presidencia de los Estados Unidos de Norteamérica contra su voluntad, la vida de Carter McKellen es radicalmente diferente a la que tenía, pero también a la que quería. Mucho más juicioso, sereno, maduro e increíblemente apropi...