34. Jaula Rota

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Namjoon se pregunta si cada vez que harán una misión todos juntos iba a ser así de peligroso. Ir a Azkaban no es cualquier cosa. No solo los dementores, también los guaridas del lugar son una amenaza. Recuerda cada celda que deben abrir solo porque Taehyung le pidió que marcada cada una y no equivocarse.

Todos van en un barco submarino, llevado por un dragón marino con el que Jungkook estuvo jugando al menos una hora entera antes de ir. El dragón es un seguro de que podrían arribar sin ser vistos o derribados, sin mencionar que de ese modo la corriente no sería un problema. A pesar de ser muchos, muchos otros se tuvieron que quedar ¿La razón? Muy simple.

No pueden hacer Patronus.

Seonghwa entre ellos. Hongjoong lo excusó con el tiempo que tuvo en Azkaban y es totalmente creíble que fuese eso lo que pasó con él. Nadie sale igual de Azkaban. Es imposible sea quien sea. Por otro lado, de los más cercanos vinieron Jeonghan, San, Wooyoung, Seoho y Vernon.

—Ya estamos por llegar—informa Taehyung levantándose de su asiento. Deja la capa de plumas, lleva una ajustada franela de licra cuello de tortuga con los brazos al descubierto. Hasta el momento no habían podido apreciar las largas líneas en su piel. Parecen tatuajes—. Todos manténgase en grupos, si alguien se queda no podremos volver a menos que hayan acabado con todos los guardias de la prisión ¿Entendieron? Jungkook, no te quedes viendo ningún dementor, quiérete un poco.

— ¡No iba a hacerlo! —reclama en un chillido apenado, aún más cómico por mantener el tamaño de veintiocho años. Jimin se apretuja a sí mismo dentro del abrigo que lleva. Hace un frío horroroso.

—Solo prevengo.

El dragón trepa por las rocas y l barco queda a la vista. Taehyung usa la maldición asesina en el primer guardia que intenta avisar su llegada. Al salir se empapan al instante. Hay una tomenta más que horrorosa en el lugar. Lo típico. Los dementores se acercan pronto hacia ellos, naturalmente atraídos. Jungkook exhala una bocanada de vaho frío.

Nunca había visto dementores. Tampoco le gusta estarlo haciendo. Uno se aproxima especialmente rápido hacia Jimin, quien retrocede por inercia a pesar de estar siendo succionada su alegría. Taehyung frunce el entrecejo. Fueron muy directo y-

—Yoongi. —Indica. El más bajo saca la varita de su túnica.

¡Expecto Patronum!

El basilisco que se forma con relativa lentitud deja anonadados a todos los presentes, exceptuando a Taehyung y Hoseok. Uno por saberlo de ante mano, el otro por haberlo visto antes. Con solo aparecer varios dementores son ahuyentados. Jimin sostiene su pecho, respira profundamente.

— ¿Estás bien? —cuestiona Jungkook, asiente torpemente—. Adentro al menos no hay lluvia, vamos rápido.

— ¡BOMBARDA MAXIMA! —La entrada explota, quienes están del otro lado son aplastados por los escombros o afectados por la explosión. Namjoon mueve la varita de forma circular, con pequeñas luces esparciéndose por todo el lugar para marcar las celdas que deben abrir.

Las celdas no están encantadas. Sin varitas y con los dementores absorbiendo hasta sus ganas de vivir los reos tienen imposible hacer algo. Estos solo se sorprenden por ser liberados. Muchos se apresuran por notar algún decorado púrpura. Resulta una muchedumbre la que escapa, varios Patronus andando por ahí para iluminar y ahuyentar lo que el basilisco de Yoongi no pueda así sea por accidente.

—Se acercan mucho a nosotros a pesar del Patronus.

—No les hagas mucho caso. —sugiere Taehyung.

Jimin no puede evitar la incomodidad. Los dementores a pesar de estar a una distancia considerable, no dejan de estar fijados en ellos dos. Sea por Taehyung, sea por él. No sabe. Solo lo deja ser. El mayor pidió que se mantuviera con él. Taehyung entra en Azkaban y desciende a uno de los pisos inferiores, casi subterráneo. Las celdas que hay ahí son pocas, pero son las más frías y con peor olor.

Purple Raven || BOOK 4#Donde viven las historias. Descúbrelo ahora