22. Precio de la Ceguera

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— ¿Están bien? Felicitaciones por graduarse.

—Eh... Sí. Estamos bien... Jungkook-

—Sí, lo sabemos, nos llegó una carta al respecto.

Namjoon y Jin no podía estar más incómodos frente al matrimonio Jeon. Lucen bastante tranquilos y felices, al menos en consideración a su hijo metido en un grupo catalogable de "terrorista" y demás desgracias implicadas en el tema. Van junto a ellos por Hogsmeade directo a la posada del pueblo. Una vez allí el par muestran un par de objetos que no tienen mayor relevancia.

—Vamos a dejarlos en casa. Si necesitan algo pueden decirnos y los ayudaremos en todo lo posible, incluyendo convencer a sus padres de lo que sea. —explica la señora Jeon con una amable sonrisa, muy similar al gesto de Jungkook.

Ahora sí que se nota el parentesco casi ridículo.

— ¿Necesitar qué? —pregunta Namjoon con extrañeza.

—Lo que sea. Escaparse del país, artículos no tan legales. Lo que sea—Insiste con un encogimiento de hombros—. Vamos a irnos cerca de un mes, para ese momento vamos a hacer fidelius en la casa y la de campo para que las criaturas ahí estén a salvo. Incluso si quieren esconderse ahí se los permitiremos.

— ¿Irán a dónde? —pregunta Jin, toma la tiara. Seguramente para ir a su casa.

—Alemania, es más seguro allá para nosotros. Sin Jungkook en Inglaterra no tenemos porque quedarnos. —Culmina con cierta tristeza en su voz. Jin asiente con levedad y abre la boca.

—Yo... Quise que no fuera, yo-

—Tranquilo—dice la Sra. Jeon—. Jungkook es un cabeza dura terrible. Una vez tiene una idea en mente nada ni nadie se la quita. Además, siempre ha sido así de...—Mueve la mano, busca la palabra sin llegar a decirla—. Revolucionario. A veces no parece un niño por lo ansioso que es con eso. Aprecio el intento, sé que hiciste lo que pudiste.

—Solo quiero decirles que... Quién sabe. Ustedes no están equivocados, ellos tampoco. El problema es que estamos en una situación donde ya es obligación tomar ciertas decisiones. Una pena que les toque tan jóvenes... Suerte. Recuerden, llámennos para lo que necesiten.

Namjoon asiente y tras una pequeña y corta despedida a Jin –quien ha estado distante desde ayer-, desaparece y Jin de igual forma. Guarda la tiara en su bolsillo y avanza para llegar al pórtico de su vivienda. Tiene un severo síndrome de ¿Qué voy a hacer ahora? No solo por haber terminado las clases.

Sino que se siente realmente solo.

Es como volver a su primer año. Mucha gente alrededor, mucho escándalo, muchas palabras, pero nadie está realmente ahí con él. Estarían sus padres, seguro que los convencería de tomar un largo viaje para amenizar la situación, traer a Namjoon con ellos y sentir que nada de esto está pasando. Que todo es normal. Que no hay peligro. Que sus cachorros no se fueron ignorándolo totalmente... ¿Ellos tendrían razón? Con que no ha querido ver la realidad...

Es imposible ignorar la realidad ¿No? Vive en ella. Es imposible. Entra a la vivienda, agranda su baúl y sube a su habitación sin decir nada. Abre la maleta una vez está en su habitación. Hay un montón de cosas de Jimin, Jungkook y Hoseok ahí dentro. Namjoon se llevó las de Yoongi y Taehyung. Los labios le tiemblan. Gira a su pared.

Hay muchísimas fotos ahí, varias con Namjoon, otras tantas con su manada. Toma la más grande y la rompe, quitando a Taehyung. Si no fuese por él, estarían todos bien. Todos juntos. Lo pone tan molesto. Empieza a guardar las fotos en el baúl ¿Para qué desarmarlos? Conseguiría a como diera lugar ese viaje fuera de Inglaterra.

Purple Raven || BOOK 4#Donde viven las historias. Descúbrelo ahora