54. Estigma

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Hay tanta penumbra que apenas puede distinguir el cuerpo tirado a su lado. El hedor a sangre cada vez más inexistente, el frío polar que lo hiela hasta el último miembro del cuerpo. Parpadea con lentitud, y respira con lentitud. Su corazón tan lento como el tiempo que transcurre. No hay ninguna posible entrada de luz.

Es un sótano.

Está solo.

Junto al cadáver de su Alpha.

— ¿Qué te pidieron? —pregunta, sin sentido pues no obtendría respuesta—. ¿Qué los dejaras tocarme? Debiste decirles que sí. Jamás entendí porque preferías salvarme a mí antes que salvarte a ti. No me habría molestado, porque yo quería verte feliz, sin golpes, sin esos bajones...

Estira la mano y acaricia el cabello con algunos mechones rojizos. Ese mismo estilo que a pesar de los años no cambió. Llega hasta la oreja, el lóbulo roto por el tirón a quitarle un pendiente seguramente. La ropa casual en lugar del uniforme del colegio.

Huele sus propios dedos ¿Qué sucede con los cadáveres? Van perdiendo su hedor. Lentamente la esencia que en vida los caracterizo se vuelve un simple tufo a pudrición.

Iba a morir aquí y pudrirse con él.

—Sentí cuando pasó... pero no creí que fuese eso. No lo entendí. Tal vez si lo hubiera hecho, pude haber hecho algo...

Alza un poco la mirada. No ve nada de todos modos, pero está seguro de que allá a donde dirige su cabeza está su varita. Rota para variar ¿Hay algo de él que no lo está? Incluso la comisura de sus labios están rocas, llenas de costras por la sangre seca. Estira más y aparta el cabello de la nuca.

No lleva el collar. Soba la piel. Hay un rastro de mordida. Exhala y vuelve a oler sus dedos. Jihan— ¿Qué te hicieron? —. Pregunta en un gimoteo, uno nuevo, deformado por su voz gruesa y apenas existente. Pasaron hora y horas hasta que finalmente, a pesar del dolor en su cuerpo desnudo totalmente pudo arrimarse hasta el cadáver y girar la cabeza para que pareciera estarlo mirando.

Ojos vacíos.

—Jim-

— ¿Te despertaste? —Retrocede un poco, asustado e incapacitado. Yoonwoo deja la lámpara en la entrada—. Te ves como la mierda. Te dejamos muy mal. Si te hubieras dejado coger, eso no habría pasado... Igual para él—comenta señalándolo—. Como sea. Ya los están buscando. Vas a quedarte aquí y morirte. S un buen Omega por una vez ¿Vale? —Palmea la cabeza de Taehyung.

—Us-ustedes-

—Agradece que Jihan no está aquí metido siendo un necrófilo. Con el cuerpo frío ya no tiene gracia. Moribundo al menos la chupó mejor que tu—Se siente literalmente seco, por lo que, a pesar de sollozar, no hay lágrimas—. Aquí entre tú y yo. Si no molestas tanto, pensaré en dejarte salir y meterte en una casa que me regalaron por graduarme. Sé un buen Omega...

—No qui-

—Buen Omega, buen Omega...

Da golpes a las piernas de Yoonwoo, aun así, de nada sirvió para evitar que lo forzara a hacerle el oral, parece que Jimin los está viendo.

Cada cierto tiempo, en el cual no hace más que comerse las uñas, beber su propia orina y tratar de que su magia lo sane ellos lo visitan. Quieren ver que esté muerto. Si no lo está se aprovechan de su cuerpo aún "caliente" por decirlo de alguna manera. Perdió la cuenta de las veces que vinieron, de cual es peor, quien es quien. No puede identificar a ninguno.

Solo que Jimin empieza a oler mal, se está pudriendo. Ya no queda nada de su aroma. Solo el hedor de muerte.

Teme que inicie descomposición, que lleguen larvas, que su cuerpo se deteriore. No merece esto. Muerde sus dedos, arranca trozos de carne y chupa su propia sangre para alimentarse. Lo máximo que ha hecho con él es quitarle la túnica para tener algo de vestir.

Purple Raven || BOOK 4#Donde viven las historias. Descúbrelo ahora