62. Miedo Expuesto

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—Estás sufriendo un infarto por minuto ¿Qué pasa? Aparte de todo escupiste sangre.

—No lo sé. Me siento bien, en un minuto no y al siguiente bien de nuevo. —soba parte de su cara, sintió golpes ¿Golpearon a Jimin? ¿Cómo es que se sintió únicamente un instante? Sacude la cabeza, ahora siente...

Ahora siente el otro extremo del vínculo más débil.

—Donde están hay influencia de Gira tiempo. Debió hacerlo exageradamente longevo para evitar que lo interrumpamos en lo que sea que esté haciendo. Con Yoongi me hago una idea, con Jimin no tanto. —admite Taehyung subiendo al carro en el que irían. De apariencia apenas cabe uno de ellos, en el interior van muchos más.

Cruza los brazos, cierra los ojos y permanece en ese estado dormitado mientras se sigue preparando todo para salir. No deben llevar más de cuarenta minutos desde que dio la orden tras haber estabilizado a Namjoon y a Hoseok.

— ¿Y si esto es camino a morir? —pregunta Jin frotando sus manos, Taehyung abre los ojos—. La profecía decía que vamos a morir ¿Qué si es esto? Tal vez nos maten allá, Namjoon y Hoseok acaben muriendo de tristeza por el vínculo roto y no quede nada más que hacer.

—No permitiré que la manada se rompa. Nadie va a morir. —afirma Taehyung con firmeza excesiva. Conociéndolo, es capaz de hacer cualquier cosa por conseguir lo que se propone. Jimin en este momento es una buena muestra de ello.

—Seguro que quisieras que yo si muera.

—Te equivocas con eso.

—Sigues siendo un mentiroso. Creer nada de lo que digas cuesta. —afirma cruzado de brazos, notoriamente mal humorado. Jin no encuentra manera de culparlo, conociéndolo seguramente está en una confusión gigante:

Sentir rabia y celos de Taehyung.

Sentir que está arruinando algo por el mero hecho de haberse fijado en el morpho que encontró llorando en el baño.

—Además, solo sirvió para explicarme que siempre estuviste siendo rencoroso conmigo en Hogwarts. Negar la realidad al respecto es demasiado tonto considerando lo inteligente que quieres hacerte ver. —reclama hundiéndose más en su asiento. Taehyung se inclina hacia adelante, con la cabeza ladeada y una expresión extraña.

Ojos grandes, boca entreabierta y el cabello caído hacia su rostro.

—Es cierto, te tengo mucho odio, tal vez debí matarte cuando aún eras pequeño y yo estaría en tu lugar en este instante. Posiblemente me hubiera omitido muchos dolores de cabeza. Quién sabe quién sabe. O no debí dejarlo ir para empezar, permitir que tuviera una vida ajena a mí, pero ¿Sabes qué? —Ensancha una sonrisa, demasiado grande y que fuerza a su rostro a que se deforme—. Decidí mantenerme fiel a lo que deseaba en lugar de ceder a mí egoísta capricho. Ahí radica la diferencia. Mentí mucho, pero al final del día no he mentido ni un instante a mí mismo. Por lo que estoy satisfecho y sin remordimiento de nada.

—Jungkook...—Jin le pone una mano en el pecho, teniendo la sospecha de que van a matarse los dos por pelear.

—Y ¿Para qué engañarme? Me daba tanta pena matar a un niño que tiene miedo de hablar hasta consigo mismo. Me pareces demasiado patético, demasiado blando, no obstante, poco o nada puede hacerse para remediarlo más que seguirte empujando hasta que finalmente te conviertas en eso que eres ahora: Un adolescente con vestigios de adolescencia que es capaz de tener la suficiente sangre fría de matar.

—Oigan ustedes dos ya basta. —Se pone en medio antes de que Jungkook pueda agarrar a Taehyung y golpearlo como es claro que quiere. Está enojado, con todo básicamente. El vínculo lo vuelve más errático.

Purple Raven || BOOK 4#Donde viven las historias. Descúbrelo ahora