Purple Raven || BOOK 4#

41. Herederos

—Una de las primeras profecías que escuche de Namjoon era una que hablaba de herederos de los fundadores de Hogwarts. Cómo saben eran magos extremadamente fuertes, hábiles y demás. En esa profecía...

—Herederos se juntaran—empieza a recitar Namjoon—. La serpiente toma su trono de plata y ya está lista, como un rey. El león toma su trono de oro negro y ya está listo. Trono compartido, hecho de oro puro ocupado por igual entre la Gran Águila que ruge como león y aquel zorro de oro, que tan engañoso es que se volvió un pavorreal, incapaz de estar en el regazo de su rey; sino ocupando el trono junto a él. Poder compartido. Trono de humilde, marrón como el cobre e igual de rico que los demás, rey tejón en balance para que el cuervo no vaya a caer.

— Por eso tanta insistencia con los herederos. Igual es un mito nada más. —dice Yoongi, rueda los ojos sin interés. Lo despertaron de un buen sueño tras una buena noche para nada.

—No. Es muy real—afirma—. Tanto que todos ustedes están aquí.

—Ay por favor. No somos-

Yoongi se sobresalta por la aparición repentina de un libro con una gran serpiente en su cubierta. Serpiente de plata. Con una breve orden de abrirse está serpiente se enrolla y permite abrir el texto supuestamente en blanco. La realidad es que tiene escrito en parsel y él es capaz de leerlo. Hay muchos hechizos que por teoría están prohibidos, pero bien, están aquí y podría probarlos sin mucha preocupación. Además de restregarlos en la cara de Seonghwa.

—Ese libro es una reliquia de Salazar Slytherin. Al menos eso se dice y yo lo creo. Considerando que lo encontraste y yo había merodeado hasta el cansancio la biblioteca del tercer piso—confiesa. Con un movimiento de varita hace aparecer una cajita rectangular—. Sólo quien sea heredero puede abrirlo.

—Ninguno es así. Somos coreanos.

—Es por magia. Cumples sus ideales: Sangre pura, orgulloso a pesar de tú casta, antes muerto que renunciar a una idea de la que consideras tienes razón. Astuto, creído, soberbio. Un Slytherin.

—Namjoon lo vas a romper. —Jin intenta quitar la caja de sus manos. Si bien abre de golpe, no se rompe.

—Heredero de Ravenclaw: Erudito. Buscar el saber por el saber y una gran ansia de repartir el conocimiento

—Son solo lentes. —se los pone, ajustados a su tamaño. Redondos con borde gastado.

Toma un libro y a pesar de que parecía estar bromeando por lo rápido que pasa las páginas, su expresión fruncida evidencia que algo no va del todo bien

—Vale. Leo alrededor de cincuenta páginas por minuto...

—LA CAJA.

— ¿Y eso? —pregunta Jimin apoyado en el hombro de Jungkook. El Alpha mira la caja desde todos los puntos posibles. A duras penas resiste los temblores violentos del objeto.

—Me la dieron en la tienda donde compré tu anillo. La vendedora me dijo que la intentaron vender muchas veces, pero que como no se habría la devolvían y conmigo se ponía a hacer esto. —parecía que el objeto quería golpearse contra la mesa y destruirse de lo fuerte que intenta ser.

—la encontré hace muchísimos años y la dejé ahí, no me interesaba demasiado, pero se supone que debe ser puesta en un lugar cualquiera para que quien la pueda abrir llegue sin darse cuenta. Heredero de Gryffindor: Orgulloso, obstinado, valiente y leal.

Jungkook finalmente abre la caja de grabados dorados y un enorme León en la parte superior. Jimin se mantiene curioso atrás de él. Cierran los ojos por el rugido que sale del interior. Guiñan y miran dentro. Jungkook mete la mano, el brazo y en última estancia se mete totalmente.