⾕ 、 ❪ LAZO ACC1DENTAL ❫

【 capítulo 13 】

Cuando Minho despertó, se encontraba total y completamente solo. Miró el reloj que se encontraba a su lado, notando que ya eran las diez de la noche y Jisung aún no había ido a dormir. Se levantó con pesadez y estiró ambos brazos, dejando escapar un bostezo.

Salió de la habitación y caminó escaleras abajo, escuchó risas así que se dirigió a la sala. Ahí se encontró una escena que no le pareció ni de cerca agradable; Chanyeol se encontraba sentado al lado del omega, el cual había recargado su cabeza en el hombro del alfa, estando apunto de quedarse dormido.

Ese sentimiento tan desagradable se instaló de nuevo en su estómago; celos, no podía llamarlo de otra manera, y él lo sabía. Soltó un suspiro bastante profundo y se adentro a la sala siendo observado por los padres del peliazul.

— Minho, ¿Quieres comer un postre? — preguntó el señor Han con una sonrisa amable. — Te fuiste antes de terminar la cena, así que te guarde un poco. — siempre tan amable, pensó, sin embargo, rechazó la oferta, caminando hacia Park.

— Gracias señor Han, pero vine por Sung, es tarde y al parecer tiene demasiado sueño. — respondió con una gran sonrisa y un tono bastante amable.

— No, Honnie, quiero quedarme un poco más. — se quejó el omega haciendo un pequeño puchero que fue ignorado por el castaño.

— Quieres pero no puedes. — respondió agachándose hasta su altura. Tomó con delicadeza su cintura y lo acomodó entre sus brazos ante las miradas molestas de Irene y Chanyeol.

— Yo puedo llevarlo. — dijo el pelirrojo, poniéndose de pie con la intención de arrebatar a Jisung de los brazos del alfa castaño.

— Gracias, pero Sunggie me tiene a mí, para eso soy su alfa. — le respondió con bastante tranquilidad y una sonrisa triunfal, pues el chico frente a él no tenía ningún argumento válido para alejarlo de él.

— Minho, ¿Estás consciente de que se trata de una marca temporal? — preguntó la señora Han con una sonrisa, era gracioso que el peliazul no escuchara aquello por haberse quedado completamente dormido en los brazos de Lee.

— Lo estoy, pero eso no quiere decir que cuando mi marca se borre voy a alejarme de él. — respondió con simpleza y le dieron ganas de divertirse solo un poco. — Es más, yo creo que a partir de ahora, deberá cuidar muy bien de él, porque estoy planeando robármelo.

Retuvo una carcajada al ver el rostro de Joohyun deformarse y al escuchar el gruñido por parte del pelirrojo.

— Óyeme mald-

— Irene. — interrumpió Wooyoung en forma de regaño. — Bueno, ya es algo tarde. — dijo intentando enfriar la situación. — Minho, lleva a dormir a Jisung, por favor. — pidió con amabilidad y el castaño asintió mientras abrazaba sólo un poco más el cuerpo del peliazul, caminando escaleras arriba.

Mientras caminaban sintió los brazos del omega acomodarse en su cuello.

— Alfa... — susurró mientras se acurrucaba en su pecho. Un calor especial invadió el cuerpo de Lee al escuchar aquella palabra de los labios del menor. Su lobo empezó a brincar en su interior feliz y en su rostro se dibujó una enorme sonrisa.

Llegó hasta la habitación y depositó a Jisung sobre la cama con delicadeza para después observar con detalle la habitación.

Efectivamente, permanecía bastante ordenada, pero algo que era imposible ignorar era que en los alrededores había demasiadas fotos de ambos juntos.

Cuando salieron por primera vez al cine y él se perdió; cuando festejaron su primer año de mejores amigos; cumpleaños; ferias escolares; entre muchas otras cosas. Era cierto que desde que se conocieron, el omega le había prometido que estaría ahí para él siempre. Recordaba sus palabras con exactitud:

"No importa si dejamos de ser amigos, y tampoco si no quieres verme, yo estaré ahí siempre que me necesites. "

El alfa había creído que eso era algo exagerado; pero cumplir ese juramento no había sido necesario, ya que ellos dos casi nunca peleaban, o por lo menos no hasta que el lazo de unión se hizo presente.

Un bostezo escapó de sus labios y decidió que era momento de volver a dormir, caminó hacia la cama con tranquilidad y se recostó sobre esta, acomodándose entre las mantas,  acurrucándose en el cuerpo del peliazul inconscientemente y aferrándose a su cintura como si su vida dependiera de ello.

— Te quiero, Sunggie. — susurró antes de quedarse completamente dormido.

No se percató de que el señor Han había abierto la puerta y había observado todo, pero contrario a todo intento de asesinato que cualquier otro padre alfa habría intentado, Wooyoung sonreía con tranquilidad observando a ambos jóvenes dormir.

Porque él lo sabía, se dió cuenta desde el momento en el que el joven alfa apareció por primera vez frente a su puerta, que Minho marcaría de una manera importante la vida de su adorado hijo.

Y lo agradecía, agradecía que de todos los alfas, hubiera sido él, porque él sabía que el castaño no se atrevería a herirlo. Además de que podría apostar a que no solo se querían, sino más bien, se amaban y él los apoyaría en todo lo que pudiera.