⾕ 、 ❪ LAZO ACC1DENTAL ❫

【 capítulo 17 】

Lee Shuhua se encontraba en la sala de su hogar, sentada en su sofá favorito sosteniendo una taza que contenía café caliente, y frente a ella en una mesita, una rebanada de pastel de chocolate. Relamió sus labios, deseando probar aquel delicioso manjar.

Sin embargo, la puerta se abrió con un fuerte estruendo, provocándole un gran susto que la hizo derramar el café sobre su camiseta nueva, que había sido un regalo de su esposa.

Una mirada asesina se dibujó en su rostro y caminó a zancadas hacia la entrada de su hogar, observando a un peliazul siendo seguido por su querido hijo; ambos parecían enfadados, así que detuvo sus pasos, observando lo que ese par haría.

— Jisung, tenemos que hablar. — Minho sonaba bastante irritado, tanto que ni siquiera se había percatado de la presencia de su madre.

— ¡No tengo nada que hablar contigo, alfa insensible! — exclamó en respuesta mientras se marchaba escaleras arriba.

— ¡Han Jisung! ¡Vuelve aquí ahora mismo! — gruñó molesto, observando que el omega no hacía más que ignorarlo, por lo que decidió hacer algo de lo que se arrepentiría después. — REGR- — iba a hablar utilizando su voz de mando, pero un fuerte golpe en su cabeza lo hizo caer sentado al suelo.

— No soy tu puta para que utilices tu asquerosa voz de mando. — le gritó el menos desde arriba. — ¡La usas conmigo y olvídate de tener descendencia! — amenazó mientras seguía su camino para luego cerrar la puerta de la habitación con más fuerza de la necesaria.

Minho observó lo que el omega le había lanzado; había sido su propia mochila, que en realidad sólo tenía tres cuadernos, soltó un suspiro pesado y se puso de pie. La omega pelinegra aún se encontraba ahí, observando a su hijo maldecir mientras jalaba sus cabellos con frustración.

¿Ahora qué había pasado? La noche anterior habían tenido una discusión bastante acalorada, y ahora incluso discutían fuera de su hogar. Bien, eso se estaba saliendo de control, por lo que tenía que encontrarle un remedio pronto, porque de no ser así, muy seguramente ambos se matarían. Soltó un suspiro y camino hacia el castaño, colocando una mano en su hombro

— ¿Qué pasó? — preguntó con tranquilidad, notando que el cuerpo de Minho se tensó.

—  No es importante. — respondió, dándose la vuelta y dejando ver que, además del ojo morado que había sido provocado por el omega la noche anterior, su hijo tenía el labio partido y su mejilla un poco roja.

— ¿Ji... Jisung te hizo eso? — la omega sintió un escalofrío recorrer su cuerpo; vaya que el peliazul tenía la mano pesada y eso le asustaba.

— ¿Qué? — preguntó el alfa frunciendo el ceño. — ¡No! — exclamó mirando mal a su madre, le ofendía que ella pensara que el menor tenía la fuerza necesaria para hacerle daño. La mujer suspiró aliviada.

— Si no fue él, ¿entonces quién?

— Im Jaebum, ¿te suena? — mostró una sonrisa sarcástica.

— ¿Jaebum? — preguntó sorprendida, pues no imaginó que ese alfa tan lindo hubiese sido el responsable de las heridas de su hijo.

— Sí. — el castaño se alzó de hombros. — Por cierto, la directora dijo que necesita verte mañana. — avisó antes de irse escaleras arriba y desaparecer de la visión de su madre.

El alfa se encontraba molesto y preocupado al mismo tiempo; en realidad él no había querido golpear de esa manera al alfa peligris, más bien se dejó llevar por el impulso de su lobo, pero eso no era lo que más lo molestaba o entristecía, sino lo que sucedió después.

Minho se encontraba sobre Im, golpeándolo en el rostro con fuerza. Jisung estaba ahí intentando separarlos, sin obtener ningún resultado; incluso había intentado con su aroma, sin embargo, el lobo de Minho estaba tan enfadado que en cuanto vió al alfa peligris, se le tiró encima y no parecía querer soltarlo.

— ¡Minho ya basta! — pidió mientras lo halaba con fuerza. El mencionado soltó a Jaebum por unos segundos, pero intentó lanzarse sobre él de nuevo, siendo detenido por el omega; cosa que no duró mucho, pues el castaño con el único fin de soltarse lo golpeó en la cara, haciendo que su nariz sangrara.

Cuando el alfa castaño fue consciente de su acto, se asustó y acercó al peliazul, el cual no hizo más que devolverle el favor, dejando sobre su mejilla una fuerte bofetada. Intentó disculparse, pero él se negó a escucharlo.

Un gruñido de frustración escapó de sus labios; los cambios que estaba viviendo eran demasiado para él, faltaba poco para que el mes terminara y la marca que se encontraba en el cuello de Han se borrara. Sabía que en cuanto esto pasara, iría corriendo a los brazos de Chanyeol, pero él no quería que eso pasara, no podía permitirlo.

Escuchó su celular sonar, lo tomó entre sus manos y observó quién llamaba era Jackson. Hizo una mueca y lanzó el celular lejos de él para después salir de su habitación; tenía que hacer algo más importante. Por primera vez el beta tendría que esperar.

Vamos por nuestro omega.

Esas palabras resonaron fuertemente en su cabeza, y eso no le molestó; sentía que debía hacerlo, no echaría a perder su amistad con el peliazul por un accidente, así que se disculparía y esperaría ser escuchado y perdonado por Jisung. Que a pesar de lo que dijeran seguía y seguiría siendo su omega.