⾕ 、 ❪ LAZO ACC1DENTAL ❫

【 extra ¹】

este extra es bastante cortito, así que decidí publicarlo hoy mismo; como agradecimiento x tanto. u.u

y bueno, no me vengan con las quejas de tremendos saltos de tiempo o si no mi gatito les hace la matasion. 😾🔪

— El motivo por el que les hemos citado aquí es muy importante.

Jisung comentaba con una gran sonrisa, sosteniendo la mano de su pareja que también sonreía de igual manera; ambos observaban a sus padres y por supuesto a los abuelos Han, quienes estaban intrigados.

— ¿Cuál es ese motivo?

Ryunhee tenía los ojos entrecerrados; el hecho de que el aroma del peliazul no estuviera presente le preocupaba en demasía, pero decidió dejarlo pasar.

— Vamos a divorciarnos. — comentó Minho y soltó la mano de su acompañante.

Se aguantó una carcajada al ver las expresiones de los demás presentes.

Un silencio bastante incómodo se hizo presente, haciéndoles sentir asfixiados;además, los aromas llenos de enfado picaron en las narices de ambos.

— ¿Divorciarse? — la abuela alzó una ceja, dejando que su aroma se volviera tan amargo que se hizo insoportable. — ¡Par de idiotas!

Se levantó de su lugar de una manera brusca y que demostraba enojo, ante la mirada de todos los que estaban. — ¡¿Saben por todo lo que tuve que pasar para finalmente verlos casados?! — gritó, y tanto Minho como el peliazul se encogieron en su lugar. — Han pasado tres malditos años de su matrimonio y no veo ningún bisnieto por aquí, y se atreven a decirme tan tranquilos que se quieren divorciar. ¡Sobre mi cadáver!

Lo último salió con tanta seriedad que les provocó un escalofrío.

— Bueno, ya no falta mucho...

Ante el comentario del castaño, abrió sus ojos exageradamente para después soltar un gruñido y lanzarse sobre el alfa, empezando a ahorcarlo.

— Tú, sin vergüenza. — se quejó sintiéndose frustrada, mientras que el alfa intentaba quitársela de encima. — ¿Cómo te atreves a insinuar que estoy vieja? Cuando salgo, todos me dicen que luzco muy joven. — en ningún momento dejó su agarre en el cuello.

— Mamá déjalo, no creo que sea-

— ¡Tú te callas! Te dije que fueras más estricto con este par de bobos, pero no me escuchaste, ¡ahora mira lo que pasa!

Jisung soltó un chillido al ver el rostro del castaño tornarse morado y se levantó de inmediato.

— ¡Abuelita suéltalo! ¡Dejas a mi cachorrito huérfano!

Aquella exclamación logró que el peliazul obtuviera las miradas de todos; la abuela soltó de inmediato a Minho para observarle con incredulidad.

— ¿Qué fue lo que dijiste?

— La razón por las que les pedí reunirnos aquí es porque queríamos darles la noticia de que estoy en cinta. — informó en voz baja, sintiéndose agobiado por las intensas miradas sobre él.

— Pruébalo. — retó la anciana.

Jisung no hizo más que asentir y mirar a su pareja, quien asintió también y caminó hasta el pequeño librero, del cual sacó una cajita que tenía el aspecto de un regalo, luego se lo entregó al omega.

Este al tener el objeto en sus manos, se lo entregó a su abuela, la cual lo observó con curiosidad y se apresuró a abrirla. La sonrisa de la mujer brilló ante lo que había ahí, mientras pequeñas lágrimas se hicieron notar.

— ¡Feliz cumpleaños, abuela! — exclamaron con felicidad.

Ambos jóvenes recibieron un fuerte abrazo de una Ryunhee soltando un pequeño grito de la emoción.

— ¡Kwanghyun, Wooyoung, miren! — exclamó mientras sacaba la pequeña ecografía, para luego romper en un llanto lleno de alegría; por fin, después de tantos años, tendría su tan anhelado bisnieto. — ¡Este frijolito que ven aquí es mi bisnieto!

Joohyun, Shuhua y Seulgi miraron con ternura la pequeña foto que la omega mayor mostraba con tanta emoción y también sintieron ganas de llorar; habían llegado a pensar que ese día nunca llegaría, pero ahí estaban, en el cumpleaños de la abuela Han, recibiendo una de las mejores noticias de sus vidas.

— Pequeño tonto, ¿por qué no me dijiste nada? — la alfa miraba a su hijo, quien sonrió apenado.

— Nos enteramos hace poco, y quisimos que fuera una sorpresa. — respondió el de mejillas abultadas, alzándose de hombros.

— ¡Esto hay que festejarlo! — gritó la anciana. — ¡Wooyoung, al auto! ¡Iremos a comprar todo lo necesario para mi Sunggie y la pequeña fiesta que tengo planeada! — tomó al pelinegro del brazo y lo arrastró fuera del departamento.

— Felicidades. — habló Seulgi y abrazó a ambos. — Sé que lo harán bien.

— Sung, con el embarazo no podrás ir a la universidad, ¿planeas dejarla? — Shuhua preguntó curiosa y el peliazul se tensó.

La emoción de esos últimos días le había ganado, a tal punto que se olvidó de la unuversidad; no quería dejarla, no podía, estando a tan poco de graduarse.