⾕ 、 ❪ LAZO ACC1DENTAL ❫

【 capítulo 34 】

— Bueno, como les dije, es una historia bastante larga. — la pelinaranja habló, rompiendo el silencio incómodo. — No sé cómo empezar. — se sentía cohibida ante las miradas curiosas de los jóvenes sobre ella.

— No necesitas preocuparte, empezaré yo.

Seulgi comentó con una sonrisa comprensiva, para luego soltar la mano de su omega y ponerse de pie.

» — Todo este desastre comenzó cuando Joohyun y yo cumplimos trece años; en esa época, la mayoría de la sociedad tenía la creencia de que encontrar a tu pareja destinada era una bendición, y probablemente lo era, pero nuestros padres se lo tomaron muy a pecho. — hizo una pequeña mueca. — Ambas supimos que éramos pareja destinada porque, antes de siquiera estar cerca de presentarnos, conocíamos el aroma de la otra, sabiendo así quién sería la alfa y la omega.

— Cuando nuestros padres se enteraron, ellos se emocionaron mucho ante la noticia e incluso hicieron una fiesta. — continuó Irene. — Ninguna de nosotras tuvo algún problema; éramos amigas y nos conocíamos de toda la vida, pero...

— No estábamos enamoradas. — la pelirroja sonrió con nostalgia. — Cuando nos presentamos, fuimos obligadas a formar un lazo, cosa que no afectó durante los primeros años, puesto que ya vivíamos juntas e íbamos a la misma universidad. En fin; a pesar de la marca, nosotras seguíamos siendo grandes amigas, sin embargo, las cosas cambiaron. — detuvo un momento su relato mirando hacia el techo. — Yo conocí a Shuhua y me enamoré de ella, no pude evitarlo; además, ella no sabía nada respecto a mi lazo con Irene. — Los chicos miraron a la omega pelinegra, la cual miraba a la última mencionada con una sonrisa triste. — También ella había conocido a Wooyoung por ese entonces.

— Sí; ambas conocimos a personas diferentes y nos enamoramos; pero a diferencia de Shuhua, él sí era consciente del lazo que tenía con Seulgi. — se acercó a su alfa, volviendo a tomar asiento. — Poco a poco, las cosas entre nosotras fueron deteriorándose, a pesar de vivir en el mismo lugar; con suerte nos veíamos en las noches antes de dormir, y el poco tiempo que pasábamos juntas era discutiendo. — comentó. — Quien se haya atrevido a decir que una pareja destinada es totalmente compatible es un charlatán estúpido. — comentó al aire.

— Pero ese no fue el mayor problema. — la alfa mordió su labio. — Un día me quedé hasta un poco más tarde en la universidad, pues tenía que ayudar a Shuhua con un proyecto que íbamos a entregar esa misma semana, pero no contaba con que su celo se adelantaría. — suspiró pesado. — Mi lobo se descontroló ante el aroma, la ayudé con su celo y...

— Me marcó. — completó la pelinegra con la mirada perdida; no le había hecho bien recordar lo que había sucedido aquel día. — Fue un accidente.

— ¡No, no, no! — Seulgi se desesperó al caer en cuenta de lo que había hecho, la omega le miró confundida.

— Tranquila, ¿qué sucede?

— ¡Aléjate, por favor! — el lobo de la alfa castaña aullaba desesperado. — ¡Esto fue un accidente! ¡Un maldito error! — gritó y se apresuró a vestirse.

Había roto el lazo con su anterior pareja, su pareja destinada; el dolor era tan grande que sentía que moriría en ese instante.

— Espera. — la detuvo antes de que saliera de la habitación.

— ¡Suéltame! — se soltó de la omega con brusquedad. — Mi pareja me necesita, lo siento. — dicho esto, salió corriendo de la habitación.

Aunque no amara de esa manera a Irene, le preocupaba que la ruptura del lazo la matara; por eso, si era necesario marcarla de nuevo, ella lo haría, haría cualquier cosa para enmendar su error.