⾕ 、 ❪ LAZO ACC1DENTAL ❫

【 capítulo 29 】

Una vez fuera de la habitación de Minho, el omega se recargó en la puerta, intentando cesaran que los latidos desesperados de su corazón; nuevamente sus mejillas estaban húmedas y sus ojos dejaban escapar lágrimas de dolor en un llanto silencioso.

— ¡Dígame que es una broma, por favor! — exclamó una voz conocida, a lo que el peliazul se apresuró a limpiar su rostro.

— Quisiera estar bromeando Chan, pero no es así. — le respondió un doctor al mencionado, quien estaba completamente pálido; mientras, se aproximaban hacia donde Han estaba.

— No, no, mis padres me van a matar. — se veía asustado.

— Lo siento, pero no es algo que puedas ocultar. — habló tranquilo. — Nos vemos la próxima vez. — el doctor sonrió y se marchó, dejando al australiano en medio del pasillo a punto de romper en llanto.

— ¿Chan?

Jisung lo llamó en voz baja; y el omega -que ahora tenía el cabello de un rosado quemado- le miró con sorpresa, pero no evitó correr hacia él y abrazarlo, para luego sostener sus mejillas, analizando su rostro.

— Sunggie, Changbin me contó lo que pasó, ¿Cómo te sientes? ¿Cómo está Minho? — preguntó curioso. — Los demás vendrán cuando las clases terminen.

— Todo está bien. — respondió simple. — Mejor dime : ¿Qué haces aquí a estas horas? tú deberías estar en clases ahora. — el cuerpo del contrario se tensó.

— ¿Podemos hablarlo en un lugar más privado? — pidió el pelirosa, a lo que el menor asintió y lo guió hasta su habitación.

Seo ya no estaba ahí; seguramente había ido por un café o algo por el estilo, así que no tenían que preocuparse. Ambos se sentaron en la cama y se mantuvieron en un silencio bastante incómodo, mientras que el mayor miraba el sobre amarillo tamaño carta que se encontraba entre sus manos.

— Bueno, sabes que mis padres no siempre estuvieron de acuerdo respecto a mi relación con Woojin. — comentó el australiano.

— Sí, lo sé. — respondió el menor. — Creo que ninguno de nosotros olvidará lo que pasó cuando ambos hicieron oficial su relación; en especial tu papá, lo tomó exageradamente mal. — comentó, recordando como aquel día tan hermoso se convirtió en un recuerdo perturbador e incómodo.

El pelirosa dejó escapar un suspiro. — Cuando se enteraron de la marca fue algo peor, mi padre me golpeó. — susurró bajando su cabeza para que no viera sus ojos llorosos. — Woo no lo sabe, así que por favor no se lo digas.

— Bien, no le diré nada; pero, ¿te ha vuelto a golpear?, ¿te ha amenazado o algo por el estilo? — habló con preocupación, a lo que el contrario negó repetidas veces.

— No, en realidad después se disculpó, pero me dijo que no quería que arruinara mi vida por culpa del lazo. — entonces un sollozo escapó de sus labios. — Y lo hice Jisung, ¡Lo arruiné!

El peliazul estaba confundido, así que le iba a preguntar qué había pasado; sin embargo, el mayor se le anticipó y le extendió el sobre. Lo tomó y lo abrió, sacando de ahí el documento y leyéndolo con lentitud, abriendo los ojos de manera exagerada.

— Chan... ¡Estás en cinta!

Miró con sorpresa a su amigo, quien mantenía la cabeza gacha. Nadie dijo algo más, pero los corazones de ambos se detuvieron al escuchar romperse algo de cristal; dirigieron su mirada a la puerta, encontrando a un Changbin mirándolos con la boca abierta y una expresión incrédula.

— Tiene que ser una broma. — fue lo único dicho se su parte, con el verdadero deseo de que lo fuera.

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