⾕ 、 ❪ LAZO ACC1DENTAL ❫

【 capítulo 15 】

No habían caminado mucho, dos cuadras tal vez, sin embargo, había algo extraño, Jisung no sabía muy bien qué era, pero se sentía a gusto estando cerca de Jaebum, ¿y como no sentirlo? si aquel alfa lo había acompañado en todo momento durante casi cuatro años.

Jae estuvo allí cuando sucedió lo de Hwall, los tres días que estuvo en el hospital e incluso después de haber sido dado de alta. Durante el tiempo que no fue al colegio, él se encargó de ponerlo al corriente de todo y de explicarle todos los temas. Cuando se reincorporó, todos los días sin falta, el peligris pasaba por su casa temprano para irse juntos al colegio, y en las tardes se aseguraba de dejarlo sano y salvo en su hogar.

— ¿Por qué estamos aquí? — preguntó el omega curioso al observar la bonita cafetería a la que habían llegado.

— Bueno. — el más alto rascó su nuca con nerviosismo. — Te encanta el café que preparan aquí, además hace ya mucho tiempo que no vienes.

El sitio seguía siendo tan bello como él lo recordaba; las paredes estaban pintadas de un impecable blanco, que en sus alrededores tenía pequeños lunares de color azul celeste y la mesa en la que siempre se sentaban estaba desocupada, así que no dudo en caminar hacia ella.

Tomó asiento siendo seguido por el alfa, quien observaba los movimientos del contrario con atención.

— ¡Jisung! — un grito femenino llamó la atención de ambos, voltearon y observaron a una bonita joven que vestía una falda azul celeste y una camisa blanca que era el uniforme del local.

— ¡Chungha! — el omega mencionado se levantó al instante y corrió hacia la joven beta abrazándola con todas sus fuerzas.

— Mocoso, ¿dónde te habías metido? — preguntó la chica observando al peliazul de pies a cabeza. — Explícame, ¿qué te ha mantenido tan ocupado para no venir aquí en dos años? — preguntó mirándolo con curiosidad.

— Bueno... — Jisung se quedó en silencio por unos minutos. — Es una larga historia.

— Te lo haré sencillo. — habló Jaebum. — la razón se llama Lee Minho. — respondió con simpleza mientras tomaba la carta.

— ¿Y ese quién es?

— Revisa su cuello y lo sabrás. — respondió refiriéndose a Jisung, quien antes de entrar había cubierto su cuello con una pequeña bufanda.

La chica beta, curiosa por las palabras del alfa, se acercó lentamente al peliazul, quien retrocedió conociendo las intenciones de la castaña.

— Sunggie, quiero ver tu cuello. — pidió haciendo un pequeño berrinche.

— No. — respondió con firmeza sosteniendo con más fuerza su bufanda.

— ¿Por qué no?

— Si, ¿por qué no? — continuó Jae con una sonrisa divertida.

— Tú. — lo señaló Jisung mirándolo con enojo. — Cuando esto termine, me las vas a pagar, te voy a dejar sin descendencia, insensible. — gruñó el peliazul algo molesto.

— Bien, puedes matarme, después de mostrarle tu marca. — el rostro del omega palideció ante la expresión de la mencionada. — Ups, creo que no debí decir eso. — una sonrisa divertida se dibujó en sus labios.

— ¡Por supuesto que no debiste, tarado! — gritó, deseoso de poder lanzarle una silla al alfa.

— ¿Marca? — la voz de la castaña le provocó un escalofrío, se dio vuelta y se encogió en su lugar al sentir el aura de la joven beta. — ¿Quién fue el imbécil? — preguntó molesta. — Y tú, ¡¿Cómo permitirse que te marcaran?! — gritó mientras colocaba sus manos sobre su bonito cabello, jalándolo con fuerza. — Demonios, ¡Tú aún eres un cachorro!