【 capítulo 8 】

14.4K 2.1K 538
                                    

— No te pegó tan fuerte.

Jisung miraba la marca de la escoba en la espalda del alfa, quien se mantenía sentado en la cama en espera de que su madre pelinegra terminara de curar los golpes que él mismo se hizo al intentar huir de su madre alfa.

¿Quién se iba a imaginar que en su intento de escape, Minho chocaría con la pared, rodaría escaleras abajo, se estrellaría con un librero provocando que todos los libros que habían ahí cayeran sobre él, entre otras cosas demasiado vergonzosas para contar?

— Más bien creo que tú mismo eres un peligro para tí. — opinó con una mueca de preocupación al escuchar un quejido del castaño producto del ardor en su rostro, gracias al algodón que su madre Shuhua estaba usando para limpiar un par de las heridas.

— ¡Ya! ¡no te burles de mi! — chilló cuando la omega colocó sin delicadeza el algodón sobre su pómulo.

— No me estaba burlando.

— Ya está; puedes irte Minho. — dijo la mujer con una sonrisa y el castaño asintió poniéndose de pie.

— Vámonos Sunggie, aún es temprano y nos da tiempo de terminar de ver la película. — dijo el alfa mirando a quien mencionó, el cual asintió y se levantó de la cama.

— Oh, Sung, quédate un momento, necesito hablar contigo. — pidió la pelinegra con una sonrisa, el alfa bufó y salió de la habitación, dejando a ambos omegas solos, sin embargo, unos segundos después Seulgi se hizo presente.

— ¿Por qué lo golpeó? — la pregunta escapó de la boca del peliazul sin que él lo planeara, y deseó que la tierra se lo tragara, pues, según las reglas que su madre usó para educarlo, ningún omega menor puede atreverse a cuestionar las acciones de ningún alfa mayor que él.  — Lo siento. — se disculpó agachando la cabeza. Las dos mujeres ahí fruncieron el ceño, confundidas ante aquello.

— ¿Por qué te disculpas? — preguntó la pelirroja. — Es muy normal que tengas curiosidad. — respondió con una sonrisa. — Bueno, fue un accidente, no iba a golpearlo, más bien estaba jugando, pero me tropecé con un libro que Minho tiró cuando se estrelló con el librero y bueno, ya sabes el resto. — dijo con una sonrisa divertida.

Han abrió los ojos exageradamente. ¿Estaba jugando? pero si él pensó que ella sería capaz de matarlo cuando lo persiguió por toda la casa con esa escoba.

— Jisung, sabemos que esta situación debe ser incomoda para ti. — habló esta vez Shuhua. — Tú hasta el último momento pensaste que Minho era un beta ¿verdad? .— preguntó esperando una respuesta negativa, sin embargo al verle asentir se sintió bastante mal. — Lo sentimos, pero, todo tiene una explicación. — el peliazul las miró curioso.

— En su época de secundaria, su olor se intensificó demasiado, haciendo pensar a los y las omegas que era un alfa en celo, cuando en realidad no era así. Él empezó a sentirse incómodo con la situación, porque todos los días había una o un omega que deseaba ser marcado por él. — continuó la mujer alfa. — Por eso empezó a usar demasiados supresores de olor, y cuando entró a la preparatoria, nos pidió que dijéramos que era un beta, ya que no se sentiría cómodo si lo que había pasado antes se repetía. Además, él deseaba encontrar a su pareja destinada.

Jisung alzó una ceja confundido, ¿pareja destinada? eso sólo formaba parte de los cuentos que sus ancestros les habían dejado, estaba de más decir que el peliazul no creía en nada de eso.

— Pero... Las parejas destinadas son un cuento. — dijo mirando a ambas mujeres.

— Nosotras pensábamos lo mismo. — habló Seulgi.

— Hasta que apareciste tú, Sunggie. — terminó la omega sin poder evitar sonreír al ver la mueca de confusión que se dibujó en el rostro del mencionado. — ¿Recuerdas la primera vez que viniste con Minho a esta casa? — preguntó recibiendo un asentimiento de cabeza.

— Sí, cuando entre aquí, además de los aromas de ustedes combinados, estaba el aroma de él. — respondió mirándolas. — Yo pensé que se trataba de un perfume. — admitió finalmente. — Nunca pensé que se tratara de su aroma.

— Esa es tan solo una muestra de que son pareja destinada, fuiste capaz de detectar el aroma de Minho desde mucho antes de venir aquí, sin importar que él había usado supresores de olor. — explicó la pelirroja con una sonrisa.

Pero a pesar de ello, el peliazul aun mantenía esa mueca incrédula en el rostro, él no se imaginaba a sí mismo siendo el omega de su mejor amigo. Fue entonces que algo muy importante vino a su mente y por supuesto que lo usaría a su favor.

— Según entiendo cuando encuentras a tu pareja destinada, tu lobo tiene la necesidad de estar con el que se supone es esa persona, y yo en el tiempo que he conocido a Minho no he sentido dicha necesidad. — dijo esperando que finalmente todo terminara ahí.

— Tu lobo no te lo ha exigido porque pasas la mayor parte del tiempo al lado de mi Honnie. — respondió la pelinegra. — Pero creo que ha sido suficiente por hoy, fue un día bastante pesado para tí Sung, lo mejor es que vayas a dormir. — continuó usando un tono bastante dulce. — Sólo, quiero pedirte un favor — fue entonces que Jisung volvió a mirarla. — No odies a Minho, él te quiere demasiado desde que te conoció. — susurró con tranquilidad. — y estoy segura de que tu también lo quieres.

—No tiene idea de cuánto señora. — respondió con una sonrisa, claro que quería al castaño, aunque no fuera de manera romántica, lo adoraba demasiado aunque nunca se lo hubiera dicho directamente. — Buenas noches. — se despidió y salió de ahí hacia la habitación en la que dormiría.

Un par de suspiros pesados resonaron en la habitación.

— ¿Crees que él en algún momento pueda ver que en verdad son pareja destinada? — preguntó la alfa mirando a su pareja, quien asintió con una sonrisa.

—Ellos ya se quieren, sólo tenemos que darles un pequeño empujonsito. — le guiñó el ojo a Seulgi, quien no evitó reír.

⾕  、 ❪ LAZO ACC1DENTAL ❫Donde viven las historias. Descúbrelo ahora