P19: Señores Colón.

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Danna abrió los ojos apenas un par de golpes sonaron en su puerta. Llevó su mano al lado de la cama pero lo único que encontró en lugar de Erick fue una hoja de papel. La tomó lentamente y una risita escapó de sus labios leyendo el pequeño mensaje de su marido.

Tu padre llevó mi trasero casi dormido a la oficina, me desharé de él tan pronto como me sea posible. Nos vemos a la hora de la comida. Suerte con tu madre.

Te amo, Erick.

-¡Adelante!-respondió dejando la nota debajo de la almohada.

Su madre con una enorme sonrisa en los labios entró en la habitación. Danna se sentó sobre el colchón y la miró fijamente.-Buenos días...-saludó

-Buenos días...

-Ya sé que no estás precisamente feliz de tenernos por aquí, puedo verlo en tu cara y tampoco es como que lo haya esperado pero...esperaba que al menos me acompañases al centro comercial...podemos pasar un día de compras ¿no crees?-Danna suspiró.

-No me gustan demasiado las compras y tampoco necesito nada del centro comercial.-respondió y luego cuando creyó ver un atisbo de tristeza en el rostro de su madre: se arrepintió.-Pero sé que a ti si...así que si quieres. Podemos ir...-agregó ofreciéndole una pequeña sonrisa.

-No tenía ni idea de que tu relación con Erick fuese...una relación de verdad...-comenzó.

Danna la miró fijamente un par de minutos.-Decidimos darnos una oportunidad...

-Y me parece bien, me encanta saber que eres feliz...aunque no me creas...

-Gracias...-susurró.-¿Te puedo hacer una pregunta?-cuestionó la chica.-otra, quiero decir...

-Claro que si...-respondió la mujer de inmediato.

-¿Por qué están aquí...?-soltó.-Es decir; ¿Por qué vinieron a Miami...? La mitad del trabajo de papá está en Los Ángeles...entonces realmente no entiendo porque ahora está aquí...Erick y Zabdiel se han estado haciendo cargo de todo lo relacionado con la empresa y siempre lo han hecho perfectamente bien y no es que esté cuestionado sus decisiones y mucho menos que no quiera que vengan pero tengo esa intriga desde la noche de ayer cuando entramos en la casa y los encontramos sentados en la sala...-la mujer le sonrió.

-Supongo que también queríamos verte...saber cómo estabas, que era lo que estaba pasando con tu vida...-hizo una pausa.-Tu padre me contó que estás comenzando a incorporarte en la empresa y me da mucho gusto por ti...

-Gracias...-repitió.

-Danna, ya sé que nuestra relación no es la mejor; y también sé porque así que realmente no tienes que agregar nada más...pero eres mi hija y puede que no me creas pero me importa todo lo que tiene que ver contigo...

Danna apretó sus labios uno segundos, le ofreció una pequeña sonrisa y negó un poco.-La tienda favorita de Paulina seguramente te gustará mucho, tienen cosas increíbles...

(...)

Erick se inclinó sobre su esposa, dejó un beso sobre sus labios y ella abrió los ojos de golpe. Se quitó los auriculares y correspondió a la sonrisa que él le estaba obsequiando.

-Por un segundo volviste a ser la misma Danna se diecinueve años que caminaba por los pasillos de la universidad con los auriculares puestos ignorando a todo el mundo...-comentó Erick sentándose a su lado colocando las piernas de Danna encima de las suyas. Danna rio en voz baja y lo miró un segundo.

-Tengo demasiado sueño...quería relajarme un poco aprovechando que Paulina se llevó a mi madre a hacer compras de emergencia...-respondió encogiéndose de hombros.

¿Sera porque te amo?||Erick B. Colón.|Completa.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora