Capítulo 10. "Mañana habrá"

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Cogió su celular y comenzó a navegar entre las aplicaciones que tenía instaladas. Inició una de ellas y sacó de sus bolsillos unos auriculares. Su soledad se llamaba música.


Un tiempo para empezar
y esa herida que jamás llegarás a curar.
Un beso que no será,

y el perfume de tu cuerpo para olvidar.
Silencios que no hablarán
tus gestos y recuerdos que no volverán.

Los huecos para llenar
costumbres y secretos se van.


Mañana habrá un nuevo amor
que te hará olvidarme
te curará la piel.

Mañana habrá un nuevo sol
que brillará por vos
y no habrá por fin más dolor.



- Bonita letra – le quitó uno de los auriculares Pablo sentándose junto a ella. - ¿La compusiste vos?

- Andate Pablo – le dio la espalda ganado tiempo para recomponerse.

- Marizza...

- Por favor Pablo, no quiero hablar – lo miró a los ojos. – No puedo. – admitió ella

- No hablemos de nosotros ¿está bien? – pidió Pablo. Necesitaba estar junto a ella, aunque fuese unos minutos. – Hablemos de tu canción. ¿Le pusiste música?

- Pablo de verdad, no quiero hablar con vos – le dijo. – Lo siento- se disculpó Marizza y se marchó.

- Te necesito... - susurró Pablo a solas.


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En la secretaria, Michi arreglaba los últimos trámites para dar comienzo la oferta de los diferentes talleres que se iban a realizar en el horario de la tarde. En ese instante, apareció una muchacha de pelo moreno y de tez pálida.

- Buenos días – saludó la muchacha- Necesito ubicar a un alumno

- Buenos días. – respondió al saludo Michi. – Siento decirle que las visitas son en el horario de la tarde.

- Oh no. – se quejó la mujer. – Necesitaba darle un recado a un alumno. Va a ser un momento.

- ¿A quién buscas? – preguntó Michi

- A Pablo Bustamante – dijo la muchacha. – Está en quinto año.

- Ah, si mi Pablito querido – sonrió- Se manda cada una... ¿Se ha metido en algún lío? - se preocupó – Ah... ¿Sos otra minita más? – se aventuró – Mira este pibe... No tiene remedio. Pobre Marizza

- ¿Marizza? – susurró la muchacha a sí misma.

- Justo Pablito tiene recreo largo – contestó Michi viendo el horario – Buscalo. – apremió la secretaria.


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En el exterior del colegio, Lujan y Marcos pasaban el tiempo hablando de sus cosas. Marcos era el que hablaba ya que Lujan parecía que estaba en otra.

- ¿Qué te pasa? – preguntó su novio.

- ¿Qué?

- Estas en otra Luji, ¿Qué te pasó?

- Y... Estoy mal por Laura – le contestó. – No sé que hacer para ayudarla. Marizza y yo hemos estado buscándola y ni ahí la hemos encontrado. Estoy muy preocupada.

- Hablá con Guido. Podría ayudaros. Es su novio – le intentó ayudar.

- ¿Guido? Ese pibe que tiene como cabeza un ladrillo. Solo para adornar ... - rechazó la propuesta

- No seas burra – rió Marcos ante la ocurrencia de su novia - ¿Algo más? No me engañás.

- No... - negó dubitativa pero la mirada acusatoria de Marcos la hizo hablar. – El preceptor...

- ¿Matías?

- No, Pablo – le corrigió. - ¿Te acordás de su apellido? – le preguntó y Marcos negó

- Heredia... Pablo Heredia. El apellido de Blas. – dijo Lujan

- No, Luján. Solo es casualidad. – negó – Lujan la pasaste re mal. Todo se aclaró. Todo se solucionó. No le des bolilla a algo que es una coincidencia.

- No estoy segura ... 

Elite Way School 5º AñoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora