- ¡Otra vez lunes, no! – exclamó Guido entrando a clase seguido de Pablo y Tomás.
- Se pasó rápido el fin de semana – corroboró Tomás.
- Venga chicos ánimo. – les dijo Pablo.
Marizza pasó entre medio de éstos susurrando un leve "permiso". Pablo se la quedó mirando mientras la veía hablar con sus amigas. Suspiró y tomó asiento.
- Che Pablo ¿qué paso? – le pregunto Guido al ver la actitud de ambos.
- Nada. Ese es el problema, no pasa nada
- Pero... - siguió Guido extrañado. – No entiendo nada
- Hicieron un trato. Marizza volvía, pero con una serie de condiciones, entre ellas cortarla – le resumió Tomás. Cada vez que Pablo escuchaba los motivos se le agarraba un nudo en la garganta.
Manuel miraba desde su asiento a Mia. Luna le hablaba, pero parecía que ella estaba inmersa en sus pensamientos. Manuel suspiró y Marcos le pasó una mano por el hombro en señal de apoyo.
En ese instante, apareció Pablo Heredia junto al señor Dunnof. Los alumnos, que permanecían de pie, se dirigieron a sus asientos y todos callaron esperando las palabras de Dunnoff.
- Buenos días alumnos y alumnas. – comenzó a hablar. – Lo primero debo dar la bienvenida a la alumna Andrade y al alumno Bustamante. Cuando concluya me gustaría hablar con ambos en el despacho...- hizo una pausa. Marizza se removió inquieta en su asiento. – Hoy comenzamos una nueva semana y me gustaría puntualizar y daros la enhorabuena en cuanto a la participación que están asumiendo en los talleres de la tarde. La profesora Claudia comentó sus intenciones de un programa de inmersión lingüística que conlleva un viaje a un país extranjero para afianzar el idioma. La comisión ha aprobado este programa y pronto conoceréis las pautas para participar en el programa.
Todos los alumnos comenzaron a aplaudir.
- Silencio – les pidió. – Para terminar, me gustaría comunicaros que el aula de quinto año abre sus puertas para darle la bienvenida a un nuevo alumno. – todos comenzaron a murmurar.
– Serénense por favor – pidió Pablo Heredia, el preceptor.
- Gracias Heredia – le dijo el director. – Alumnos... Alumnas... Doy la bienvenida al nuevo alumno que ingresa a quinto año. Señor Alanis, pase.
En ese instante, apareció Javier Alanis junto a su madre. Todos los alumnos quedaron sorprendidos al verlo. Pablo no podía creer lo que veía sus ojos, al igual que Marizza.
Javier no había salido bien parado del Elite Way el año pasado. Los chicos armaron un plan para que el padre de Javier lo sacara del colegio. Lo re baldearon tanto que ni tan siquiera se presentó a las pruebas finales del curso. En cambio, para la sorpresa de todos, sobre todo de Pablo y Marizza, había vuelto y su vuelta no parecía que iba a dejar indiferente a nadie.
La apariencia física de chico tarado e inocentón desapareció y, delante de todos, se presentaba otro Javier diferente. Su pelo era más corto, sus facciones más duras y su cuerpo estaba más entrenado.
- Como habréis deducido el señor Alanis, estuvo el curso pasado en esta nuestra institución – siguió hablando Marcel. La madre de Alanis asentía seria. – Espero que el señor Alanis sea aceptado como un miembro demás del grupo de quinto año. – avisó con prudencia. – Ahora, pueden seguir con la clase de inglés con la profesora Claudia. – dijo dándole permiso a su mujer para entrar. Indicó a Javier su nuevo asiento y despidió a la madre de éste, ante la atenta mirada de los alumnos. – Por favor, Claudia necesito hablar con el alumno Bustamante y la alumna Andrade. Venga por favor.
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Elite Way School 5º Año
FanfictionOtro año más en el Elite Way School Nuevas aventuras Nuevos conflictos Amor Y sobre todo, mucha rebeldía. Abstenerse a adaptaciones. No está permitido la copia parcial y/o completa de la historia. TODOS LOS DERECHOS RESERVADOS ©️ 2020, CarmenM Sa...