Pasaron los días. Los alumnos del Elite Way continuaban con sus tareas en el colegio y sus miras al fin de semana que estaba muy próximo.
Manuel y Marcos habían pasado toda una semana enfrascados en los preparativos para la novia de éste último. Ambos tuvieron que batallar con las exigencias de Mia que no eran nada fáciles y, en más de una ocasión, éstos quisieron tirar la toalla hasta que escuchaban a Mia.
- Como me hagáis esto, vais a saber el significado del verbo morir. – les sentenció a ambos. – No quiero escuchar ni una queja más ¿Entendido?
Manuel y Marcos se conformaron con lo que les había tocado y sortearon los diferentes problemas que les iban surgiendo. Marcos, además, tuvo que lidiar con Luján. Era difícil ocultarle las cosas y, en más de una ocasión, le presentaba una escena de celos que le costaba a Marcos más de su enfado.
- Lujan fui con Manuel a la biblioteca pública para coger unos libros para el trabajo de historia. – le mentía Marcos.
- Eh, ¿Vos crees que soy tarada? Es el mayor verso que he escuchado. – le decía enfada Lujan. - ¿Qué? ¿Estas con otra? A ver, dime quién es la lagarta... Le voy a dar una clase de trompada, después de habértela dado a ti obvio – le amenazó enseñándole su puño cerrado.
Marcos evitó el derechazo de su novia y corrió perdiéndose de la vista de ésta. Corrió, corrió y corrió hasta que se chocó con alguien. Era Mia.
- Mia... Aborto la misión. Dimito. – le dijo Marcos desesperado. – No puedo más. La amo, pero esto del cumpleaños va a terminar con mi relación y con mi propia vida.
- Eh relaja Marquitos. – le pidió Mia. – Solo queda un día Marquitos. Solo un día y vos podes. Sos un campeón.
- Que no... Que no lo soporto. Olvidate.
- Marcos – le gritó Mia cogiéndole de la camisa y pegándola a ella. – No podes flaquear ahora. No seas gallito. Es tu novia y la tenes que bancar. Así que no te podes rajar. ¿Me has entendido? – le preguntó y Marcos negaba. – Eh Marquitos. Mirame. – le pidió cogiéndole la cara. – Repetí conmigo. Solo un día más... Un día más...
- Un día más. – repitió relajándose poco a poco.
- Ahora vas a ir a clase totalmente relajado ¿ok? – le pidió Mia a la vez que asentía el chico con la cabeza. – Yo voy a hablar con Lujan.
En Bariloche, Marizza y Pablo disfrutaban del uno al otro cada día. Marizza había dejado el secreto que le consumía por dentro y le impedía estar con Pablo a full. Después del maravilloso fin de semana que habían pasado en la sierra, había afrontado la nueva semana con la misma actitud y se dio cuenta que su carácter había cambiado por completo o, mejor aún, había vuelto a ser Marizza, la de siempre. Tenía que admitir que, a veces, no podía evitar pensar en lo que estaba haciendo y en la decisión que había tomado. Ese fin de semana en la sierra había decidido apartar las amenazas que había vivido y dar rienda suelta a su relación con Pablo pero ello suponía un problema. Sabía que no podría retener a Pablo por mucho tiempo y que volvería a Buenos Aires. Y ella también. Allá no podría estar cerca de él. No podía jugársela. Y eso le hacía sentir bastante mal. No quería lastimarle y sentía que cada día que pasaba era una grieta más a esa mentira.
- Tu papá acaba de ir al bar para preparar el show de esta noche- le informó Pablo entrado en el salón de la casa. - ¿Qué te pasa? – le preguntó cuando la vio tan pensativa.
- Nada. – negó con la cabeza. – Estaba pensando en mi mamá.
- ¿La has llamado?
- Sí. Está bien.
Pablo sonrió y la besó. Desde un principio, Pablo veía imposible que la relación de Marizza fuese a mejor hasta el punto que la chica le confesase su gran secreto. Sin embargo, cada día que pasaba la relación iba a mejor y eso suponía que Marizza estuviese más receptiva con él. A estas alturas no veía tan complicado que Marizza se abriera y le confesase lo que realmente le pasaba.
Por otra parte, Pablo recibió la llamada de Manuel, a través de Sonia, hace unos días. Además de hacerle saber que estaba feliz que Marizza y él hayan resuelto sus problemas, el mexicano le pidió un favor especial. Le contó que Mia estaba metida en los preparativos del cumpleaños de Lujan, que se iba a celebrar el fin de semana, y necesitaba que volvieran. Siendo egoísta Pablo se quedaría con Marizza en ese lugar alejado de todos. Bariloche se había convertido en un lugar de reencuentro y paz para ambos. Por otra parte, no podía engañarse a sí mismo y tarde o temprano debía volver. Debían volver. El problema era convencer a Marizza y Pablo sabía perfectamente que iba a ser muy complicado.
- Amor. – se separó de ella. – Tenemos que hablar.
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Otro capitulo más. Otro capítulo menos para la gran celebración de cumpleaños de Lujan que ya os digo que no va a dejar indiferente a nadie.
Veremos a ver que pasa...
Muchísimas gracias por el apoyo. Cada dia sois más los lectores y lectoras que siguen la historia y me pone muy muy feliz. Os animo a comentar porque me encanta leeros, de verdad.
Pronto, estrenaré una nueva historia. Es una historia mucho más madura y con una trama bastante complicada. El día 1 haré el PRE-ESTRENO con la publicación de la SINOPSIS y, si tiene una buena acogida, una sorpresa más.
En mi perfil la podrán encontrar.
De nuevo, muchísimas gracias y nos leemos mañana en un nuevo capitulo.
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Elite Way School 5º Año
Fiksi PenggemarOtro año más en el Elite Way School Nuevas aventuras Nuevos conflictos Amor Y sobre todo, mucha rebeldía. Abstenerse a adaptaciones. No está permitido la copia parcial y/o completa de la historia. TODOS LOS DERECHOS RESERVADOS ©️ 2020, CarmenM Sa...