Los alumnos de quinto año entraban al aula para comenzar un nuevo día. Cada grupo ensimismado en conversaciones totalmente diferentes.
Mia, Felicitas y Vico estaban sentadas en sus respectivos asientos. Vico hablaba con su novio Rocco para organizar los planes de la semana, mientras que Felicitas intentaba animar a Mia.
- Mia, anímate - le pidió Feli.
- No puedo Feli. Solo pensar en la aparición de esa chirusa y... Y Manuel...
- Manuel no sabía que ella vendría... Aunque no había que ser muy inteligente, esta tipa es una bruja
- Lo que más me dolió es que lo ocultó... No me quiso decir... - sollozó
- Supongo que lo hizo para no lastimarte.
- Pues fue peor el remedio que la enfermedad. - se frotó la cara. - Voy a intentar olvidarme. Esa tipa no va a aparecer más ¿Verdad? No debo preocuparme.
En ese instante, sus compañeros empezaron a jalear. Mia miró hacia todo el bullicio. En la mesa de Manuel había una pequeña caja. Parecía un regalo. Él sonrió y lo abrió nervioso. Era un peluche con un corazón. Manuel miró a Mia pues creía que había sido idea de ella. Mia lo miró con ojos llorosos y, sin mediar palabra, se levantó saliendo a toda prisa.
- ¿Qué les pasó a estos dos? - preguntó Marizza que había estado justamente al lado de Manuel. - ¿No será por Sabrina? - dedujo y Marcos asintió. Ella resopló. - Esta mina es hueca y desubicada. Está haciendo lo que Sabrina quiere: separarlos.
- Deberíamos hablar con ella - intervino Luna.
- Seguramente ya lo habrán hecho sus amigas. - dijo Laura
- Seguramente... Pero son igual de taradas que Mia. - rió Lujan. - Necesita los consejos de sus medios-hermanas - guiñó a Marizza y ésta asintió.
- ¿Qué pretenden hacer? - rió Marcos.
Fuera del aula, Pablo, Guido y Tomás estaban enfrascados en una conversación. Se quedaron fuera para ganar más intimidad pues dicha conversación debía mantenerse en secreto.
Desde que Pablo tuvo el encontronazo con Javier la pasada noche en la habitación de Marizza, deseaba encontrarlo para terminar lo que habían empezado. Sin embargo, Tomás supo aplacar la rabia de su amigo y junto con Guido decidieron abordar el conflicto de otra manera, al menos con cabeza.
- Ese pibe no se merece ni un minuto de tregua ¿o no lo entendéis? - les dijo Pablo.
- Pablo así no vamos a llegar a nada - le quiso tranquilizar Tomás. - Las cosas hay que hacerla con cabeza.
- Tomás quiso sobrepasarse con Marizza - le espetó Pablo.
- Marizza te dijo... - comenzó a decir Guido.
- Marizza me dijo lo que quiso para calmarme... Sé lo que digo. - dijo nervioso. - Tenía miedo, lo vi en sus ojos.
- Vale Pablo - asintió Tomás. - Entiendo que estés así... Imagino que si le ocurriese a Pilar...Pero debemos ser más inteligente que él...
- ¿Inteligente? Yo lo arreglo con una trompada.
- Vos lo arreglas con una trompada y te echan del colegio - habló serio Guido. - Vos no estás en situación para que te echen del colegio. Tu viejo os dejó deudas y no podés costearte otro colegio. - le confesó. Pablo agachó la mirada derrotada.
- Café tiene razón. Pablo, ese pibe va a pagar por lo que ha hecho solo que debemos pensar bien nuestros pasos...
- Acabaran echándolo del Elite Way School. - confesó Guido poniendo una mano en el hombro de su amigo como signo de apoyo.
Pablo suspiró y miro hacia al techo. Tan solo recordar la imagen de anoche, una corriente dentro suyo se movía a toda velocidad. Javier pegado al cuerpo semidesnudo de Marizza. Los sollozos de Marizza. La mirada de auxilio de ella. Apretó los puños intentando canalizar su ira.
- ¿Arreglando el mundo? - les interrumpió Javier con una media sonrisa. Pablo quiso abalanzarse hacia el pero sus amigos lo detuvieron.
Javier entró en el aula y sonrió a Marizza. Ésta se estremeció y apartó la mirada de aquel ser que le parecía repugnante. No tenía bastante con todo lo que llevaba a sus espaldas. Las amenazas anónimas. El no estar con Pablo por tal de tenerlo a salvo a él y a su propia familia. Y ahora, Javier.
- Lujan, por favor, sentate con Tomás - le pidió Pablo. Pablo se había fijado como Javier no dejaba de intimidar con la mirada a Marizza y no lo iba a permitir.
- ¿Qué decis nene? - rechazó Lujan.
- Lujan, no me lo hagas repetir de nuevo - susurró Pablo entre dientes. El profesor entró en el aula y pidió a los alumnos que se sentaran en sus asientos. Lujan miró a Marizza buscando su aprobación y ésta asintió. Pablo se sentó en el lugar de Marizza y ésta en el lugar de Lujan para así añadir distancia entre Javier. - Te dije que te iba a cuidar. No voy a permitir que ese tipo te toque. - le susurró a Marizza.
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Otro capítulo más. Y cada vez se complican las cosas.
Contadme que os parece.
Mañana nos vemos en otro capitulo. Un besazo enorme y cuidaros. ❤❤❤❤❤
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Elite Way School 5º Año
FanfictionOtro año más en el Elite Way School Nuevas aventuras Nuevos conflictos Amor Y sobre todo, mucha rebeldía. Abstenerse a adaptaciones. No está permitido la copia parcial y/o completa de la historia. TODOS LOS DERECHOS RESERVADOS ©️ 2020, CarmenM Sa...