Elite Way School 5º Año

Capítulo 63 "Tres no son multitud (V)"

Hola a todxs

Aquí estoy con la última parte del capítulo. Se viene cosas muy fuertes. Espero que les guste. 

Gracias por vuestra comprensión. Es cierto que tengo muchísimo trabajo y me imposibilita el poder publicar tan seguido, asi que os agradezco enormemente que me comprendan. Intentaré actualizar lo más que pueda. 

Un besazo enorme y cuidaros. 

MUACKKK

❤❤❤❤

CAPÍTULO 63 (V)

Narra Pablo

Desde que hablé con los chicos sobre mis suposiciones de Erreway y aquel show benéfico por el que estaba seguro que no se iba a realizar, mi actitud había cambiado. Siempre  lo hacía cada vez que mi mente recordaba a mi hermano y su plan para joderme la vida.

El día anterior había permanecido encerrado en mi habitación del Elite Way. Aislado de todo y de todos. Necesitaba desahogarme y soltar toda la bronca que tenía al conocer toda la verdad de aquella pesadilla. Ese mismo día, recibí la llamada de Paula. La chica estaba preocupada, pues me conocía y se podía hacer una idea de cómo me podía sentir. Se ofreció a hacerme compañía en el colegio, pero yo le negué. No quería la compañía de nadie. Necesitaba tiempo para mí. Ella aceptó mi decisión y pudo saber que mi hermano armaba algo en contra mío. Mi hermano se había enterado del acercamiento que habíamos tenido Marizza y yo en Bariloche. Paula me pidió que me cuidara, pues temía por lo que pudiera llegar a hacer.

Cuando a la mañana recibí la llamada de Manuel, quise rechazar su invitación. No me sentía con fuerzas para enfrentar a Marizza. De nuevo, mi familia estaba en medio de ambos. Mi familia  era nuestro obstáculo. No quería hacerle daño, no quería que saliese lastimada y, por primera vez, era necesario alejarme de ella para mantenerla a salvo. La amaba más que a mi vida y pensar en el hecho de que le pasara algo me hacía estremecer. 

Sin embargo, Manuel me convenció. Le había prometido que le ayudaría a recuperar a Mía y, por ello, me sentía en la obligación de hacerle el aguante. Por eso pensé en Lorenzo y su yate. Sería un plan fantástico que le encantaría a Mía.

Lo que no esperé en absoluto fue la actitud de Marizza. Estaba muy receptiva y parecía que no temía a todo lo que nos perseguía. Había resurgido la loquita de la cual me enamoré cuando, en la cabina de mandos del barco, me acorraló y me besó. Quise zafar de ella, pues eso no lo podíamos hacer. Pero la echaba de menos y anhelaba todo de ella asi que me dejé llevar. A partir de ahí, disfruté de su compañía y la de mis amigos. Estaba feliz hasta que hablamos de Erreway y las sombras se agolparon en mi mente.

Mi cambio de actitud fue notorio por todos, en especial por Marizza. A partir de ahí, estuvo pendiente de mí en todo momento. Incluso cuando quise marcharme, ella se ofreció a acompañarme. Yo le dije que necesitaba estar solo, pero ella no quiso hacerme caso y se despidió de los chicos para marchase conmigo.

Ambos salimos del muelle y caminábamos en dirección al Elite Way School. No estaba nada cerca, pero necesitaba andar y despejar las ideas. Ella solo se limitó a seguirme en un absoluto silencio. Silencio que, después de un largo tiempo, rompí

- Mi hermano se presenta a las elecciones en Londres. Es el líder de la oposición, bueno lo era. – comencé a decir. Ella se agarró a mi brazo en señal de apoyo. – Ya sabes cómo es la política y descubrieron lo de mi viejo. Eso hizo caer en picado en las encuestas de votos. Mi hermano quiere enmendar lo de mi viejo. Quiere sacarlo de prisión manipulando pruebas.

- Fiel reflejo de tu papá – se atrevió a hablar Marizza nada impresionada por lo que le estaba contando.

- Supo que yo ayudé a sacar los trapos sucios de mi padre para que ingresara en prisión y ahora, a parte de limpiar su imagen, quiere venganza. Su venganza soy yo – me paré y la agarré de los brazos. Mi corazón palpitaba aceleradamente por aquel momento. – Yo metí en prisión a mi viejo y quiere que pague por todo lo que hice. Sabe perfectamente que vos sos mi punto débil y que haría cualquier cosa por vos. Investigó sobre nosotros y se puso en contacto con Paula y Javier para que nos siguieran de cerca

- Sabia que Paula tenía algo que ver... Es una yegua

- Marizza pará, te estás equivocando con ella. – me limité a decir.

- ¿Me estás cargando? ¿Crees a esa tipa? – preguntó cabreada.

- Marizza quedé con ella y me explicó todo lo que te acabo de contar. Ella nos quiere ayudar...

- Si claro, ahora Paula es Maria Teresa de Calcuta. – se cruzó de brazos soltándose de mí. – Sos un tarado, ¿Cómo podés creerla?

- Nos vio y se dio cuenta de todo lo que nos amamos – le dije tomando su rostro entre mis manos. – Creeme, ella nos quiere ayudar.

- ¿Cómo voy a creer a una tipa que fue contratada por tu viejo para que transara con vos? ¿Qué credibilidad tiene esa mujer, Pablo? – quitó mis manos de su rostro.

- Marizza no quiero que te hagan daño. Por favor, créeme...

En ese instante, el chirrido de unas ruedas al frenar estrepitosamente nos sacó de la conversación en la que estábamos inmersos. Ambos miramos al lugar que creíamos que procedía aquel ruido y, en ese momento, salieron de una furgoneta oscura cuatro tipos vestidos de negro y cubiertos con unos pasamontañas.

- Corre Marizza – le grité al comprender en tan solo un segundo todo lo que iba a ocurrir. 

Dos de ellos me agarraron los brazos posicionándomelos atrás en la espalda y me amarraron con cuerdas las muñecas. Gritaba a Marizza que no dejara de correr a la vez que veía como los otros dos corrían hacia ella. Me removía, intentando zafar de ellos, pero era inútil. 

De pronto, mi mundo se paralizó.

Marizza caía al suelo cuando uno de los tipos la agarró y le dio un golpe en la cabeza con la culata de su pistola.

A partir de ese momento, todo oscureció.