Capítulo 29 "Nosotros"

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NARRA MARIZZA


Me dijiste que te irías

Pero llevas en mi casa toda la vida
Sé que no te irás, tú no te irás

Has colgado tu bandera, traspasado la frontera

Eres la reina
Siempre reinarás, siempre reinarás

No puedo vivir sin ti

No hay manera
No puedo estar sin ti
No hay manera

Martin le había pedido a Pablo que tocase su guitarra y cantara algo. Tras un espectáculo privado de mi padre sobre imitaciones y popurrís de canciones de la época, Pablo se animó a tocar la guitarra y acabó cantando esa canción de Los Ronaldos. Una canción llena de significado. Nuestra canción.

Y ahora estoy aquí esperando a que vengan a buscarme

Tú no te muevas
No me encontrarán, no me encontrarán

Yo me quedo para siempre con mi reina y su bandera

Ya no hay fronteras
Me dejaré llevar a ningún lugar

No puedo vivir sin ti
No hay manera
No puedo estar sin ti
No hay manera

Con los últimos acordes de guitarra dio fin a la canción y Martín y yo aplaudimos con fuerza. Yo embobada, a decir verdad, cosa que se percató mi papá. Se marchó con la excusa de que tenía que hacer un llamado para dejarnos a solas.

Él afinaba la guitarra y yo mantenía mi mirada.

- ¿Qué? – sonrió al percatarse que continuaba mirándolo.

- Nada... Solo que me gusta oírte cantar – le dije

- Si tanto te gusta oírme, podrías volver a Erreway

Resoplé y miré hacia un lado. 

- ¿Qué dije? - preguntó extrañado. 

- Eres experto en romper estos momentos – le dije a la vez que desaparecía la sonrisa de mi cara. Me levanté para marcharme, pero él me detuvo. – Pablo...

- Perdón... No te vayas... Pensaba que no te iba a molestar. Ha sido una joda... Ya sé. Tengo que ir más despacio. Respetar tus tiempos... - se recordó a sí mismo.

- ¿Te estás riendo de mi? – le pregunté seria. – Si te parece tan estúpido, a lo mejor no era tan mala idea el irte a Buenos Aires.

- Marizza... No entiendo... ¿Qué te pasa?

- Pasa que creo que esto es mala idea. No han pasado ni un día y ...

- ¿Y qué Marizza? Te estoy respetando. He cruzado muchos kilómetros para buscarte, te he pedido disculpas, he aceptado tu propuesta de quedarme acá con vos... ¿Qué malo es decirte que vuelvas a Erreway? ¿Qué malo tiene que me acerque un poco a vos? ¿Para qué estoy acá entonces? – me dijo desesperado, actitud que me dejó totalmente muda. - ¿Sabés? Entiendo a tu mama. 

- No hables de Sonia en estos momentos por favor - le pedí a regañadientes

- Si que voy a hablar Marizza. Tu mamá ha estado muy preocupada. Todos hemos estado preocupados. 

- No sé a qué viene esto con nosotros. 

- Si que viene. Porque entiendo su desesperación. La entiendo. Muchísimo. Porque estoy igual que ella. No sé qué decir ni cómo actuar. Solo sé que cada vez que quiero acercarme a vos, ayudarte o protegerte, tu estableces mil barreras entre nosotros y pones tu estúpida coraza para... ¿Para qué? ¿Para no salir lastimada? - hizo una pausa pero yo no le contesté. - Pues te equivocás y lo sé porque yo tambié lo he intentado mil veces. Con mi viejo, con mi vieja, con mis amigos, con vos... Y no me ha servido para nada. Así no llegamos a nada... 

- Cortala Pablo - le quise parar. Me hacía daño lo que decía. Tal vez porque llevaba razón.

- No la corto Marizza. Ahora me vas a escuchar - sentenció. - Decías que teníamos que abrirnos. Vos y yo. Ambos. Expresar nuestros miedos e inquietudes. Y acá estoy. Me he abierto en canal con vos, pero vos no sos capaz de hacerlo conmigo. Pensálo Marizza. Todos te queremos ayudar y estamos dispuestos a escucharte. Y vos sos la única barrera que te pones a tí misma. Sos la única que podés cambiar. Pensálo. Y arriesgate por aquellos que te importan. Porque ahora están junto a ti pero el día de mañana se cansarán y se irán. Y ya será demasiado tarde. 

Pablo se dirigió a la habitación de invitados y se encerró en ella dando por concluido el enfrentamiento.

Tenía razón. Todo era culpa de ella. Todo erradicaba en ella. Ella debía dar solución a todo aquello que pasaba en su interior. Pero no era fácil

No era fácil admitir lo que realmente pasaba. No era fácil cuando estaba amenazada. 

Elite Way School 5º AñoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora