Capítulo 41. "Que comience la fiesta"

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- Mia, nos vamos a meter en un bardo. – le avisó Luján. 

- No, dale me he preparado para la ocasión.  – dijo dando pequeños saltitos. 

- ¿Un vestido por encima de la rodilla es estar vestida para la ocasión?

- Yo no me meto con tu look mi amor. 

- Estas bien. - asintió Lujan. - ¿Estás segura de esto?

– Nací preparada Lujan. - dramatizó Mia. - Dale, que nos van a escuchar.

Con sigilo, las dos chicas caminaron por el pasillo de casa hasta llegar a la entrada. Miraron hacia el living. No había nadie. Cuando giraron el pomo de la puerta de entrada, una voz les interrumpió

- ¿Dónde van? – preguntó Franco acompañado de Sonia.

- Es cosa mía Franco – salió en defensa Lujan. – Quería ver a Marcos y convencí a Mia que me acompañara.

- Ah, les llevamos. – sonrió Franco.

- ¿Cómo? – preguntaron ambas sorprendidas.

- Les acompañamos. – repitió – Pero antes de llevaros con vuestros novios, vamos a ir antes a un lugar – Franco guiñó a Mia.

Los cuatro se subieron al coche y comenzaron la ruta que les llevaría al lugar donde se iba a celebrar el cumpleaños de Lujan. Tan solo les llevo 40 minutos para llegar, Franco paró el coche y bajó de él para abrir la puerta.

- Hemos llegado. – les dijo. – Luján feliz cumpleaños. – la felicitó Franco ofreciendo su mano para bajar del auto.

Lujan sonrió y aceptó la invitación de Franco. Franco le tapó con sus manos los ojos y con la ayuda de Sonia y Mia la llevaron a la entrada del lugar. Hicieron una cuenta atrás y cuando llegaron a cero, Franco destapó los ojos de ésta.

- Sorpresa. – exclamaron todos los invitados.

Al abrir los ojos, Lujan vio en un primer momento a su novio Marcos junto con Manuel. Atrás estaban todos sus compañeros del Elite Way School. Le aplaudían y ella no pudo evitar emocionarse.

- Te lo mereces Luján – le susurró Mia que estaba a su lado.

Lujan abrazó a Mia como gesto de agradecimiento. Después, fue hacia Marcos y lo beso apasionadamente provocando de nuevo el aplauso de los presentes.

- Perdón pero ... ¿Ibais a comenzar la fiesta sin mí?

Detrás de ellos, apareció Marizza junto a Pablo. Lujan corrió a su amiga y se estrecharon en un gran abrazo que produjo las lágrimas de ambas. Sonia miraba a ambas con lágrimas en los ojos y Franco sonreía totalmente emocionado.

- ¡Estás loca! – exclamó Lujan a su amiga Marizza

- No más que tú – le sonrió. – ¿Comenzamos la fiesta?

- Dalo por hecho – asintió y ambas hicieron su saludo de manos habitual.

La música comenzó a sonar y todos se adentraron en el espacioso jardín de aquel restaurante. Se trataba de un lugar al aire libre. Había un pequeño edificio donde se instalaban las cocinas del restaurante y todas las mesas estaban repartidas por un majestuoso jardín. A un extremo, había un escenario donde una banda comenzó a tocar y una pista de baile. Al fondo, se podía divisar una zona de arboleda que pronto tendría protagonismo en la fiesta.

Las chicas se dirigieron a la pista de baile a disfrutar de la música. Franco ayudó a Pablo a meter las maletas en el maletero del auto, cuando Sonia apareció entre ellos.

- Gracias Pablito. – lo abrazó.

Pablo no se esperó el gesto de aquella mujer. Había que admitir que Sonia aprobaba la relación de Marizza y Pablo a regañadientes ya que éste había sido dañino para su hija en más de una ocasión. Sin embargo, los últimos acontecimientos habían hecho cambiar de opinión a Sonia. Ese chico había movido todo Buenos Aires buscando a Marizza y acabó realizando un viaje de muchísimos kilómetros hasta llegar a ella. La quería y la amaba, y como madre no podía pedir más para su hija.

- Sonia pará de llorar – le pidió Pablo secándole las lágrimas

- He sido muy injusta con vos. Estaré eternamente agradecida – le abrazó de nuevo.

- Ya está en casa Sonia. – la consoló.

Sonia le besó la cara y susurró un gracias. Franco y Sonia se marcharon hacia la fiesta. Pablo comenzó a avanzar en dirección a Manuel.

- Che Pablito... ¿Cómo lo conseguiste? Ayer me dijiste que era imposible que volviera. – le dijo Manu.

- Bueno... Tuve que llegar a un acuerdo con ella. – dijo y Manuel se quedó callado esperando alguna información más. – No te voy a contar nada.

- Che contame al menos que tal fue la luna de miel – le guiñó

- ¿Qué luna de miel? -rió. – Sos un boludo.

- Algo le has hecho a la petisa para que esté mirándote embobada.

Manuel giró a la dirección donde estaba Marizza. Marizza miraba a Pablo con una amplia sonrisa y Pablo se la devolvió totalmente embobado.

- Buehh... Os dio fuerte che. – rió Manuel.

- Callate. – se avergonzó Pablo. - ¿Qué tal todo? Oye re buena la fiesta

- Y más te vale que digas que está buena, Marcos y yo llevamos unas semanas – hizo una semana. - ¡Por fin, que todo está saliendo a la perfección! Porque te cuento...

Pablo dejó de escuchar a Manuel cuando avistó a lo lejos la presencia de una persona non-grata. Instintivamente, buscó a Mia con la mirada. Ésta bailaba con sus amigas en la pista de baile y aún no se dio cuenta de la que se avecinaba.

- Manuel, ¿qué hace Sabrina acá?



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Espero que os guste y comentéis mucho. 

Se espera un cumpleaños bastante movidito.

Un besazooooo

Elite Way School 5º AñoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora