Elite Way School 5º Año

Capítulo 70. "Más rebeldes que nunca (II)"

- Alumnos y alumnas los he reunido acá porque debo informaros de los próximos acontecimientos que se van a suceder en los próximos días en ésta nuestra querida institución – habló el director frente al alumnado de quinto año. – Como ya saben, la Señora Rey, coreógrafa del grupo de porrista, - hizo un leve movimiento de cabeza a la mujer que permanecía a su lado. – ingresó a las alumnas del Elite Way School a la competición nacional de porristas. – sonrió orgulloso. - El tiempo ha pasado y ha llegado la hora de demostrar que somos una institución ejemplar y de excelencia en todas sus facetas. Por ende, nuestro colegio será el escenario de esta importante competición. Mañana llegarán uno de los grupos de porristas de la competencia para hospedarse en la institución.

Los varones se miraron sorprendidos e ilusionados. En cambio, a las mujeres aquella llegada solo les presagiaba un mal augurio.

- No miren así de bobalicones Lassen y Blanco – regañó Marcel Dunnof. – Les conozco muy bien y desde ya les está terminantemente prohibido el acercamiento y/o diálogo con las féminas del grupo oponente. – alzó la voz – Creo que no es necesario recordar lo que pasó el año pasado cuando hospedamos a alumnas visitantes. – miró inquisitoriamente al trío de chicos, Guido, Tomás y Fran, - Se hospedarán en el sector de mujeres, lugar de tránsito prohibido de varones ¿entendido? – gritó. El alumnado asintió al unísono. – Debemos de dar ejemplo de educación y saber estar. Quien se le ocurra violar alguna de estas normas, será expulsado inmediatamente.

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Tras las clases de la mañana, el alumnado descansaba y estudiaban para las pruebas finales. En la biblioteca, las chicas se reunieron para estudiar los finales.

- No puedo memorizar ni una sola fecha más del tema de historia – se quejó Felicitas. – Mi cabeza no dá para más.

- Yo tampoco – suspiró Vico. – No entiendo por qué nos hacen estudiar esto, cuando no nos va a servir de nada...

- Chicas hay que tener un conocimiento de nuestro pasado. – explicó Laura. – Gracias a ello, somos lo que somos en la actualidad.

- Sigo pensando igual Lau, sorry – se disculpó Vico.

Luján escuchaba a las chicas con poco interés, el mismo que tenía para estudiar. No se podía quitar de la cabeza a Marizza. Se había encerrado en sí misma y tenía muy claro lo que quería hacer. Era una bomba de relojería que detonaba en el momento qué menos esperaban. Y a pesar de mostrar su fortaleza, eso era puro disfraz para esconder el verdadero dolor que albergaba dentro suyo.

A lo lejos, vio pasear a Marcos junto a Manuel. Otro de sus quebraderos de cabeza. El tema de Marizza la había cegado por completo y había dejado a un lado a su novio inconscientemente. Este hecho estropeaba aún más las cosas con Marcos.

Esperaba una respuesta. Una respuesta que a primera instancia era fácil. Sin embargo, se mantenía en un debate interno. ¿Amaba a Marcos lo suficiente para comprometerse para siempre? Porque ese "siempre" se trataba de un término infinito. ¿Sería capaz de amarlo por tanto tiempo? No dudaba en absoluto que lo amaba, pero no estaba segura si estaba a la altura de Marcos. Ella creció sin amor porque no tuvo ninguna familia, ni tampoco su infancia fue fácil. Muchas sombras se cernían sobre ella. Marcos provenía de una familia de bien y, a pesar que Marcos solía estar a la sombra de su hermano, él había tenido una vida lo suficientemente normal. ¿Sería capaz ella de ofrecerle lo mismo e incluso más? De lo que estaba segura es que aún no estaba preparada para una respuesta. Entonces, se escondió disimuladamente sobre el costado de Pilar. La hija del director se cercioró de su comportamiento y la miró extrañada