Capítulo 40. "Somos familia"

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Llegó el gran día. Mia llevaba desde muy temprano ultimando los preparativos. Era sábado, cumpleaños de Luján.

Había pasado una semana dura de trabajo escolar, compromisos con sus amigas y los preparativos para el cumpleaños. Aunque su medio hermana le negó desde un principio la idea de celebrar su cumpleaños, Mia sabía que era lo que necesitaba en ese momento. Lujan había pasado un año muy duro. A pesar de la dureza de Blas con ella, fue su tutor y quiso enseñarle a su modo para que tuviera un buen futuro.

"Era buena persona, a pesar de todo" pensó Mía sonriendo de lado.

La idea de Sonia y Franco de adoptar a Luján fue muy buena para ella. Resultó un soplo de vida ante tanta soledad. Luján era buena chica, algo bruta. Solo faltaba conocerla un poco más y encontrar a una gran persona con mucho aprendizaje de la vida. Ese verano en familia, Mia la pudo conocer de un modo más íntimo y supo no había tantas diferencias entre ellas. Las dos en algún momento se habían sentido abandonadas. Mia por su mamá y Luján por su tutor. Las dos conocieron al amor de su vida. Las dos luchaban con garras y dientes por aquellos que querían.

Sonrío ante sus propios pensamientos. Escuchó un llamado en la puerta de su habitación y entró su padre.

- Mia.

- No tengo nada que hablar con vos.

Después del altercado en el pub del fin de semana pasado, su padre le había prohibido salir los fines de semanas. Mia creyó que sería algo pasajero y que en unos pocos días todo volvería a la normalidad. Tampoco su padre estaba en condiciones de reprocharle nada, la había metido como pupila en el Elite Way. La había engañado.

Sin embargo, el enfado de Franco no fue tan pasajero como creía y en el momento que Mía le comunicó su intención de celebrar el cumpleaños, su padre se lo negó en rotundo. Ambas estaban castigadas y harían, si acaso, una celebración íntima con la familia. Mia comenzó a gritar y reprocharle a su padre, pero Franco mantenía su misma postura. En cambio, ella se negó a cancelar la fiesta y los preparativos continuaron.

Ese día estaba encerrada en su habitación ya que Lujan estaba en la habitación contigua y no quería que se enterase de nada. Trazaba un plan para poder salir con Luján de casa sin que Sonia y Franco se llegasen a enterar. Pero era complicado ya bien porque lo debía de hacer de alguna manera para poder escapar y para que Lujan le ayudase y escapara con ella.

- Mia por favor. Llevas desde ayer encerrada acá. Veni con nosotros afuera al jardín.

- No, prefiero estar acá encerrada.

- Mia... Me hubiera gustado preparar una gran fiesta a Lujan, pero vuestro comportamiento...

- No hemos matado a nadie papá- dijo Mia volviéndose por primera vez para enfrentarlo. – Tuvimos un problema en el pub, actuamos mal... Lo sé. Te dí mis disculpas, ¿qué queres mas?

- Vuestro comportamiento no es el adecuado Mia. Hay unos límites que hay que respetar.

- Límites... Esos mismos límites que nos impiden equivocarnos y aprender.

- Mia...

- No escúchame. Sos mi padre y como padre tenes que cuidarme, pero no por ello tenes que cortarme las alas. Papá... Solo quiero hacer una fiesta de cumpleaños a Lujan. Quería darle la fiesta que nunca tuvo... Que nadie le pudo preparar. Merece que le demostremos que somos su familia.

Franco miró a Mia atendiendo a sus palabras. Quiso hablar, pero su celular le interrumpió. El hombre se disculpó y se marchó de la habitación cerrando tras de sí la puerta. Mia se sentó en su cama derrotada y suspiró. Había quemado el cartucho que le quedaba.



En la casa Aguilar, Manuel había pasado la noche en la casa de su amigo Marcos. El día anterior estuvieron hasta altas horas de la noche ultimando preparativos por videollamada con Mia. Mia estaba histérica y ellos estaban agotados. A eso se le sumaba el hecho que Franco había mantenido el castigo a las chicas y que, de primeras, el cumpleaños iba a ser imposible celebrarlo. Mia aseguró que continuaban por las buenas o por las malas.

- Acabo de hablar con Mia. – informó Manuel a Marcos tras colgar su celular. – Franco pasó por su habitación y Mia le contó...

- Esperemos que Franco ceda – dijo Marcos mientras asentía su amigo. – No tengo buenas noticias Manuel.

- ¿Qué pasó?

- Lee – le dijo Marcos señalando a la pantalla de la computadora. – Es el correo del chico que iba a cantar y actuar en el cumpleaños...

- ¿Está enfermo? – preguntó al leerlo. – No, no, no... Mia nos mata. Lo que faltaba... - se llevó las manos a la cabeza.

- Pará Manuel... Nos ha dejado el contacto de una amiga suya. Trabaja en una productora de talentos. Dice que la llamemos.

- Vale. – asintió Manuel cogiendo su celular. – De esto Marquitos ni una sola palabra a Mia, por favor. – le pidió. Marcos asintió.

Su amigo le dictó el número, puso el altavoz y tras varios tonos, la voz de una mujer se escuchó al otro lado.

Ambos se miraron sorprendidos. No daban crédito. Esa voz. Sabían quién era. No podían creerlo. Las cosas no podían ir a peor.

- ¿Alo? – dijo la mujer.

Era Sabrina. 

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Muchas gracias por el apoyo. 

Otro capítulo más. Espero que os guste. 

Hoy he publicado el adelanto de una nueva historia. En mi perfil la encontrareis. 

Un besazo y nos leemos. 

Elite Way School 5º AñoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora