Elite Way School 5º Año

Capítulo 71. "Jugarse..."

Llegó el día en el que uno de los grupos de porristas oponentes llegaría al Elite Way School.

El director, Marcel Dunnof, aparecía por la secretaria alterado. Michi lo esperaba con una gran taza de té de tilo. La mujer, que ya conocía de sobra a su jefe, adivinó el estado por el cual se encontraría el director y se adelantó esa misma mañana para esperarlo con algo tranquilo y relajado como un té de tilo.

- Buenos días Dunnof - saludó con ímpetu.

Marcel se tapó los oídos ante el estruendo tono de voz de su secretaria.

- Michi por favor... Modérese - le pidió.

- Señorita Mónica recuerde - le advirtió. - ¿Cómo ha dormido usted? ¿Bien? Yo estupendamente. Expectante ante la llegada de las chiquitas estas... - preguntó nerviosa

- No dormí nada - se sentó Dunnof en una de las sillas. - Pensaba y pensaba en el día de hoy... En los alumnos de quinto año... Van a acabar conmigo - suspiró.

- Usted relájese y tómese este té de tilo que le va a venir muy bien

Michi le acercó la bandeja con la taza. Dunnof la apartó de él.

- No necesito un té de tilo Michi... - la mujer le miró mal. - Perdón, Señorita Mónica. - ella asintió - Necesito un café bien cargado

- No señor, créeme que esto le va a hacer bien - rebatió la secretaria de nuevo acercándole la bandeja.

- ¡Que le he dicho que no! - gritó desesperado. - Voy a mi despacho y espero por su bien señorita Mónica que en breve tenga sobre mi escritorio ese café.

El director se levantó de la silla y se encaminó hacia la puerta de su despacho. En ese instante, Michi se interpuso en su camino sosteniendo aún la taza.

- Tomese el té de tilo - repitió de nuevo.

- Apartese de mi camino - le exigió levantando el dedo.

- ¡Se toma el té de tilo y después entre al puñetero despacho! - grito Michi.

La puerta del despacho se abrió, apareciendo Pablo Heredia.

- ¿Qué pasa con esos gritos? - preguntó malhumorado. Cuando se cercioró de la presencia del director, el preceptor relajó las tensiones. - Señor Dunnof

- ¿Qué hace usted en mi despacho Heredia? - preguntó el director.

- Señor...

- Tomese el tilo - repitió Michi.

- Déjeme - la apartó el director. - Estoy esperando una explicación por parte del preceptor.

Se cruzó de brazos.

- Ayer, a la noche, haciendo mi ronda habitual, encontré a la alumna Andrade en la habitación del alumno Alanis.

Marcel abrió los ojos desmesuradamente y su rostro empalideció. Con la mano, buscaba una silla donde sentarse.

- ¿Qué pasó? - sollozó pasando una mano sobre su rostro.

- Los pillé agarrados a las trompadas.

Marcel miró sorprendido al preceptor.

- ¿La alumna Andrade? - preguntó expectante el director. El preceptor asintió. - Señorita Mónica necesito el té de tilo.

- Ya le dije - espetó la secretaria acercándole la bandeja. Esta vez el director no dudó en tomar la taza y dar un trago.

- Están esperándole acá en su despacho. - informó el preceptor.