Elite Way School 5º Año

Capítulo 72 "Semifinales, celebraciones, competencia y celos (I)"

Llego muy tarde chicxs. (En España son más de la una de la madrugada 🤦‍♀️)

Mil perdones pero no quería dejaros sin capítulo. 

Mil gracias por cada capítulo y el apoyo que me dan en cada capítulo. 

Me gustaría saber vuestra opinión en un dilema que tengo con la historia. Saben que he cambiado el final y estoy re escribiendo los últimos capítulos. Pues, tengo una encrucijada... Hay dos opciones: un final bonito y predecible o un final abierto que conlleve "algo paralelo" ... Noten que no soy muy objetiva pero no quiero desvelaros mucho. Si lo hago es porque también me gusta que participéis en el final de una historia que ha sido de todos. Porfis, comentadme para salir de dudas. Gracias. 

Os dejo con el capítulo. 

CAPÍTULO 72

La llegada del grupo de porristas supuso un auténtico revuelo en el Elite Way School, sobre todo para los varones.

Después de las presentaciones y la primera noche compartiendo habitación entre chicas, los días se sucedieron con total normalidad en el colegio. Entre ensayos y clases, el alumnado de quinto año intentaba convivir lo buenamente que podían, sobre todo paras las chicas.

- ¿Qué hace Manuel hablando con la rubia de bote? – decía histérica Mía.

- Mía, solo están hablando – le restó importancia su amiga Felicitas

- Claro... Como vos tenés a Lalo muy lejos de acá, pues no temés que ninguna yegua de éstas te lo arrebate – casi gritó de desesperación.

Las tres chicas miraban en un extremo del pasillo. Observaban al mexicano conversar entusiasmado con la chica rubia de la que hablaba Mía y ésta perdía cada vez más paciencia. En ese instante, apareció Marizza y saludó a las tres chicas. Recibió la respuesta de todas, excepto de la rubia.

- Murió la mono neurona – se lamentó Marizza.

Pasó su mano por delante del rostro de Mía pero no obtuvo ningún estímulo por parte de ella.

- ¿La cambiaron por una muñeca de plástico? Da el pego – dijo chistosa.

Marizza miró a la dirección de la rubia y supo entender lo que pasaba por la cabeza de su medio hermana.

- Tenés una arruga en la frente – le susurró Marizza al oído.

Mía, esta vez, reaccionó y pidió con urgencia un espejo a sus amigas. Marizza reía al ver la imagen de una hiperventilada y desesperada Mía Colucci. Ese truco no fallaba.

- Sos una bruta Marizza – se quejó Mía cuando se cercioró que no existía ni una sola arruga en su perfecta piel. – Ya sabes lo difícil que ser yo.

- Si, sí... Necesito que me ayudes en una cosa

- No comiences con tus planes malévolos – le advirtió. – En estos días has estado más tranquila y coherente, actitud que nos ha permitido a Luján y a mí a respirar con tranquilidad y no temer por tu vida

- Mira que sos exagerada Mía – negó Marizza.

- No soy exagerada. Nos tenías preocupadas y estamos muy felices que hayas pensado las cosas... - le contestó. Marizza perdió el interés de la rubia al ver a Luján entrar al aula. Mía se cercioró sobre ello y cruzó los brazos bajo su pecho. - ¿Cuándo piensas disculparte con ella?

Marizza la miró sin entender.

- ¿Qué decís? – se mordió el labio

- Le debes una disculpa a Luján. Te re zarpaste. Solo quería ayudarte.