46.

959 77 15
                                    


Annihilation never looked so good...


🔪

Mía POV

Ver a Logan preso del pánico me causaba una inmensa satisfacción.

Todavía no le había hecho nada y ya estaba llorando como marica, era muy gracioso de hecho, estaba jugando con su mente, adoraba ver el miedo en sus ojos.

Torturarlo psicológicamente era la mejor parte.

Logramos subirlo hasta mi departamento, completamente inconsciente luego del golpe que Luke le había dado con la cacha de su revólver.

Lo metimos en la habitación que habíamos diseñado para hacer nuestros videos y lo esposamos a las cadenas que colgaban del techo.

Mientras esperaba a que se despertara me dediqué a obsérvalo, encendí un cigarrillo y me senté frente a él. Anhelaba tanto que llegara este día de tenerlo por fin frente a mi que no quería que se acabara nunca, estaba haciendo que durara todo lo posible.

De todas las perras que pudo haber molestado, jodió a la equivocada.

Despertó lentamente, aturdido y desorientado. Le sonreí de la forma más amable posible y él arrugó la frente, miró a su alrededor recuperando de a poco la conciencia y cuando vio sus manos atadas al techo comenzó a agitarse tratando de zafarse.

—Que bueno que despiertas. —expulsé el humo  y apagué el cigarrillo—Estaba pensando en todo lo que quiero hacerte pero aun no me decido por un orden especifico.

Comenzó a balbucear pero no entendí nada porque su boca estaba cubierta con cinta, se la arranqué haciéndolo soltar un alarido.

—¡Auxilio!. —comenzó a gritar mientras se movía de un lado a otro y lo miré con ternura.

—Siempre fuiste muy ruidoso amor. —me acerqué a mi laptop y le di la vuelta para mostrarle la pantalla. —Mejor saluda a nuestros amigos, estás en vivo.

La tortura de Logan estaba siendo trasmitida por mí en la web oscura, éramos la sensación, ya tenía casi treinta mil espectadores y por su puesto más de un millón de sugerencias e ideas para torturarlo.

Te amo Internet, nunca nos faltes.

—Estás enferma...

—Gracias.­—le agradecí con una sonrisa dejando la laptop en donde estaba.—Deberías estar agradecido y orgulloso. —asentí acariciándole la barba.—Tienes el honor de ser mi primera víctima...

—Mataste a Rita. —musitó con ojos vidrioso y le hice un puchero.

—¿Así se llamaba la prostituta?. —chasqueé los dientes apretándole las mejillas. —Que mal, pero yo no la asesiné, Logan, fuiste tú...—puse mi mejor cara de tristeza.

—¡Tú me obligaste a apuñalarle!. —me eché a reír alejándome de él.

—¿A caso te puse una pistola en la cabeza?. —dije con ironía y seguí riendo. —Estás muy jodido...—sonreí pasando mis manos por todo su torso desnudo. —Probablemente ahora ya encontraron su cuerpo, dirán que fue el asesino que anda suelto y cuando consigan tus huellas y tu ADN, sabrán que fuiste tú...y no sólo eso, te culparan de todos los asesinatos.

—No puedes hacerme esto Mía...

—Me destruiste...me rompiste el corazón, me lastimaste, te llevaste todo lo bueno que había en mi. No puedo tener piedad contigo porque tú no la tuviste conmigo. Tú me asesinaste primero Logan...—él negaba sacudiendo su cabeza de un lado a otro, con una mirada arrepentida y hecho un mar de lágrimas.

Pero ni siquiera verlo así me quebraba, no sentía nada, sólo odio y desprecio.

Se desesperó todavía más y comenzó a gritar de nuevo cuando Luke hizo acto de presencia en la habitación. Su cara estaba cubierta con la máscara pero podía ver sus ojos.

Arrugué ligeramente la frente al percatarme de que estos no estaban del mismo color de siempre.

Ese azul oceánico había desaparecido, o tal vez eran ideas mías porque la poca luz de la habitación tampoco ayudaba demasiado, la luz roja era un tanto engañosa y de no ser por eso, podría jurar que sus ojos estaban completamente negros.

—¿Necesitas ayuda?. —musitó con su bella voz aterciopelada y me mostró el enorme cuchillo de carnicero que tenía en las manos.

—Pon música...—respondí con una sonrisa y él obedeció mi orden.

Colocó Flesh without Blood de Grimes y cruzamos miradas, sonreí ampliamente porque amaba esa canción y él lo sabía. Me guiñó el ojo y se quedó apoyado de la mesa dejando el cuchillo a su lado, se cruzó de brazos y se dedicó a observarme.

Miré la mesa en donde hace rato había acomodado perfectamente todo lo que utilizaría. No me decidía si quería empezar lento o aplicarle el máximo dolor de una vez.

—Empienza lento. —dijo él ofreciéndome el cuchillo que tenía en sus manos cómo si me leyera la mente, le lancé una mirada seductora tomando el cuchillo y besé sus labios sobre su cubrebocas.

—Te amo, bebé.

Me giré hacia Logan quien nos  observaba con los ojos más abiertos que nunca. Le pasé la lengua al cuchillo, estaba tan afilado que rasgué mi lengua un poco y le sonreí  cuando sentí el sabor metálico en mi boca.

Las suplicas de Logan pasaron a segundo plano, ya ni siquiera escuchaba su espantosa voz pidiendo misericordia. Me dejé llevar por la música y comencé a bailar alrededor de él mientras rozaba su torso con la punta del cuchillo. Estaba temblando  y amaba eso, amaba que me tuviera miedo.

Pasé las manos por mi cuerpo mientras le bailaba sólo a él y cuando vi sus ojos llenos de terror sentí demasiada satisfacción.

Me detuve detrás de él acariciando su espalda con el cuchillo con toda la delicadeza del mundo. Su miedo era tanto que creí que se haría pipí encima.

Pasé mi lengua por todo su cuello hasta su oreja y la mordí sutilmente. Podía escuchar sus sollozos que para mí se sentía como una canción de cuna. Olfateé el miedo en él, un aroma adictivo.

Luke tenía razón, era mejor que cualquier droga, que el perfume más exquisito del mundo.

El miedo me hacía sentir dios.  

Enterré el cuchillo en su espalda, no fue muy profundo pero sí lo suficiente para que él soltara un alarido, rasgué su piel y saqué el cuchillo para clavarlo de nuevo en otro lugar.

"Don't piss me off" fue la palabra que le escribí en la espalda, a carne viva y ver su sangre resbalando por mis dedos me llevó a una satisfacción máxima que jamás había experimentado. Había entrado en una especie de frenesí y no iba a detenerme hasta zacearme por completo.

Omae wa mou shindeiru*...—susurré contra su oído clavándole el cuchillo de nuevo, esta vez en sus costillas. 

Omae wa mou shindeiru: "estás muerto"

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Omae wa mou shindeiru: "estás muerto". Frase  dicha por el protagonista de la serie Hokuto no Ken, Kenshiro, justo antes de matar a su oponente

Sʏᴍᴘᴀᴛʜʏ Fᴏʀ Tʜᴇ Dᴇᴠɪʟ | L. HemmingsDonde viven las historias. Descúbrelo ahora