Sʏᴍᴘᴀᴛʜʏ Fᴏʀ Tʜᴇ Dᴇᴠɪʟ | L. Hemmings

16.

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Estaba doblando las ultimas prendas de ropa que habían salido de la lavadora cuando vi el auto de Luke estacionándose frente a la lavandería, le había pedido el favor de que me viniera a recoger.

Cuando atravesó la puerta y comenzó a caminar hacia mi dirección Liliam casi se muere de un infarto y se le cayó la bebida que tenía en sus manos derramándose por todo el mostrador. Luke la miró y le sonrió y ella ni siquiera pudo responderle porque estaba petrificada.

Había olvidado por completo que a ella le gustaba y reí cubriendo mi boca porque su reacción fue muy chistosa, siguió a Luke con la mirada, todo su recorrido hasta donde me encontraba yo.

Él se subió las gafas de sol y en cuanto estuvo frente a mí, sujetó mi barbilla y se inclinó para besarme. Corté el beso de inmediato porque Liliam seguro estaba viendo y no iba a ser tan maldita como para besuquearme con él sabiendo lo mucho que a ella le gustaba.

—¿Qué sucede?.—me preguntó extrañado al ver que no le respondí el beso.

—Es que, la chica del mostrador es mi amiga y le gustas.—Luke la miró.—Y no quiero hacerla sentir mal. —también la miré y al darse cuenta de que ambos mirábamos hacia su dirección espabiló apartando la cara y se puso a limpiar el mostrador.

—Entiendo.—asintió riendo por lo bajo y dejó un beso en mi frente.—¿Quieres que vaya a hablar con ella o algo así?.—asentí besando fugazmente sus labios.

—Invítale un helado o no sé.

Luke caminó de nuevo hacia el mostrador y Liliam se puso tan nerviosa que ni siquiera podía levantar la cara. Sonreí al ver lo amable que era Luke con ella y continué guardando la ropa en mi bolsa de viaje.

—¿Te ayudo?.—lo escuché decir señalando la enorme mancha de refresco y Liliam asintió entregándole el trapo, la mano le temblaba en cuanto la extendió para darle el trapo a Luke y este lo tomo para pasarlo por el mostrador y absorber la mayoría del liquido.

Espero que Liliam no sea asmática o sufra del corazón porque se notaba que estaba demasiado nerviosa y su pecho subía y bajaba rápidamente, sentí miedo que sufriera un infarto.

Pero no podía culparla, Luke era demasiado atractivo, parecía modelo de revista y al ser tan sencillo y cero arrogante era un valor agregado a su increíble belleza, porque normalmente los chicos guapos como él te miraban por encima del hombro, con aires de superioridad, como si fueran los reyes del mundo y nadie era lo suficientemente bueno para respirar el mismo aire que ellos.

Luke no era nada de eso.

Terminé de guardar la última prenda y tomé mi bolso para colgarlo en mi hombro y caminar hacia el mostrador. Liliam estaba más calmada y entablaba una conversación con Luke.

—Ya terminé.—dije parándome frente a él.

—Déjame ayudarte.—se acercó para ayudarme con el bolso y miró a Liliam.—Fue un placer Liliam, nos vemos.—le guiñó el ojo y salió del lugar caminando directo hacia su auto.

Liliam y yo lo observamos y ambas suspiramos risueñas.

—Es mejor de como lo soñé.—dijo apoyando los codos del mostrador mientras lo observaba a través del vidrio.—¿Están saliendo?.

—Sí.—asentí con una sonrisa.—Y nunca me sentí tan bien con un chico.

—Eres una suertuda.—me empujó suave por el hombro y se echó a reír.—Gracias por pedirle que viniera a hablar conmigo.