Sʏᴍᴘᴀᴛʜʏ Fᴏʀ Tʜᴇ Dᴇᴠɪʟ | L. Hemmings

47.

ＮＯ ＭＥＲＣＹ

❝ Take my life, but you'll never break me. So bring me your worts...and I will definitely give you mine. ❞

🔪

Estaba sorprendida de la resistencia que tenía Logan.

Lo había torturado de muchas formas, le arranqué algunas uñas de los pies con unas pinzas, lo quemé con cigarrillos, lo golpeé por las costillas con un tubo de hierro y con ayuda de Luke, le rompimos varios huesos.

Todo según las peticiones de los usuarios que estaban presenciando el streaming.

Sus gritos eran para mí cómo escuchar la orquesta sinfónica, su cuerpo era mi lienzo y torturarlo era mi arte.

Se desmayó por el dolor un par de veces, cada que despertaba se veía más débil puesto que se estaba desangrando lentamente.

Le curé las heridas más graves para que no se desangrara tan rápido y prolongar su agonía, quería que sintiera en carne propia el infierno que tuve que vivir cuando me dejó sola y en la miseria.

Lo estaba disfrutando más que cualquier otra cosa en el mundo y no me cansaría. Luke tenía razón, esto era mejor que el sexo.

—¿Sigues aquí?.—le di unas palmaditas en la mejilla y reaccionó.—Carajos...eres como una maldita cucaracha. Por más que las aplastes, las incineres, le rocíes insecticidas ellas siguen apareciendo.

—Sólo matame...—musitó con la poca voz que aun le quedaba.

—Eso sería tenerte piedad...¿Te acuerdas de esto?.—sujeté mi labio inferior mostrándole la parte interna de este donde estaba tatuada la palabra No Mercy.—Era nuestra frase.

Sonreí sujetándole las mejillas con ambas manos y comencé a acariciarle los labios con mis pulgares.

Él tenía tatuada exactamente la misma frase, en el mismo sitio, bajé sus labios con mis dedos para observar el tatuaje y subí la mirada hasta sus ojos de nuevo.

—Yo en serio te amaba—dijo con voz entrecortada.

—Yo también...—cerré los ojos y rocé nuestras narices—Es por eso que estás aquí hoy, porque te amé, debes amar mucho a alguien para odiarlo de esta forma—junté nuestras frentes—Creí cada uno de tus engaños, me cegué de amor por ti, te entregué mi corazón y te vendí mi alma—susurré cerca de sus labios—Y tú sólo te limpiaste el trasero con eso.

—Mía...—pronunció mi nombre en un sollozó y me separé para mirarlo—Perdóname.

—Es muy tarde—le di un corto beso—Amaba mi vida, me sentía bien en mi piel y estaba orgullosa de la mayoría de las decisiones que tomé...pero luego entraste en ella, me hiciste hacer cosas horribles por ti creyendo que eran por amor, era una chica ingenua, llena de problemas y cicatrices y te aprovechaste de eso...me introdujiste a las drogas, al alcohol, al abuso mental y físico. Absorbiste lo poco que quedaba en mí que aún valía la pena y cuando ya no quedaba nada te fuiste. Hasta quise suicidarme.

Confesarle eso último fue duro, porque hasta yo me sentía avergonzada de querer atentar contra mi vida por culpa de esa maldita cucaracha.

Estaba equivocada, Luke no había creado al el monstruo que era ahora, fue Logan quien lo hizo y tenerlo frente a mi, rogándome que le perdonara la vida, me devolvió la mía de nuevo.

Me sentía dios.

—¿Te duele?—le clavé los dedos en una de las herida por puñalada que le había hecho en el abdomen y gruñó del dolor—¿No?—los metí más profundo y sus gritos retumbaron en la habitación.—Eso ni siquiera se compara, a lo que yo sentí—saqué mis dedos y lo miré fijamente.—Haré un lindo abrigo con tu piel y lo usaré todo el tiempo, como recordatorio de que nunca más dejaré que me pisoteen—lamí mis dedos, cubiertos con su sangre y le sonreí—Este es el verdadero sabor de la venganza—comenté saboreándome los labios.

Luke se paró junto a mi y me lanzó una mirada. Asentí captando de inmediato lo que trataba de decirme y me alejé tomando asiento en una de las sillas que estaban en el fondo para observar el espectáculo final.

—Hola.—dijo Luke estando frente a él—No suelo dar un discurso antes de lo que voy a hacer pero, siento que la ocasión lo amerita—asintió dejando las manos detrás de su espalda—Estaba aquí sólo como espectador porque ella era la que se divertiría esta noche. Yo sólo le ayudé a cazarte...como un regalo de cumpleaños—sonreí al escucharlo—Pero veo que ha sido un poco blanda ¿no crees?, deberías agradecer que fue ella la que quiso hacerte daño y no me dejó intervenir. Te habría desollado vivo, te habría sacado los dientes uno por uno...te habría derretido los ojos con un soplete, te abría cortado los dedos y hacer que te los tragaras.—suspiró pesadamente y negó con la cabeza.—Pero sólo estoy aquí para llevarme tu alma, es una lastima que se dejara llevar por las sugerencias de todas las personas que te están observando y no por las mías, habría sido algo muy digno de ver.

La expresión de terror en el rostro ensangrentado de Logan con el discurso de Luke me causaba tanta satisfacción y placer, que no podía dejar de verla.

—Además que asesinar hombres no es lo mío. Lo haría, claro, pero no me causa el mismo placer, las chicas son más vulnerables, débiles, su piel es más suave y su sangre más dulce. Pero debo confesar que no resisten tanto, lloriquean, se desangran rápido o se desmayan y no es tan divertido...en cambio tú diste batalla, estoy sorprendido nadie llega hasta este punto.—se acercó hasta la mesa donde lo esperaban su colección de cuchillos.—¿Alguna última palabra que quieras acotar?—tomó el cuchillo más largo y afilando observándolo por un momento.

—Que dios se apiade de sus almas...—articuló en un hilo de voz y escuché la risa de Luke mientras se giraba hacia él.

—Dios está muerto...y lo enviaron al infierno, para que pagara todo lo que nos hizo y nos pidiera perdón—volvió a pararse frente a Logan y este comenzó a agitarse más cuando vió el enorme cuchillo que Luke poseía en sus manos—Es por eso que no vendrá a salvarte.—Su pecho subía y bajaba de manera rápida mientras hacía su ultimo intento por liberarse de las cadenas que lo mantenían suspendido e intentar salvar su condenada alma.—No mercy...—pronunció aquella frase con su hermosa voz y sonreí porque no pudo escucharse mejor.

Enterró el cuchillo en su pecho hasta blandirlo casi que por completo. Los gritos desgarradores de Logan retumbaron mis oídos y no entendía cómo le quedaban fuerzas para hacerlo. Luke deslizó el cuchillo abriendo su esternón como si estuviera cortando mantequilla con un cuchillo caliente hasta abrirlo por la mitad.

Todo se llenó de sangre, sus tripas estaban fuera y Logan seguía gritando del dolor tan agudo que debía estar sintiendo. Luke abrió su tórax con ayuda de sus manos y le arrancó el corazón del pecho de un sólo jalón.

Ni siquiera pestañeaba ante lo que estaba presenciando. Era como ver una película gore en vivo.

El último grito de Logan se me quedó grabado en la memoria mientras observaba cómo su corazón seguía latiendo en las manos de Luke Hemmings, el demonio en la tierra.