Capítulo #2

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El café Eclipse, uno de los puntos de reunión más populares entre los estudiantes, algunos profesores y hasta jefes de carrera de Ciudad Universitaria. Se trata de un sitio de de buen tamaño sin llegar a ser pequeño ni grande, cuya dueña era una dama de aspecto elegante que casi siempre vestía con colores oscuros, tenía el cabello de un color como verdoso y los ojos de un tono oscuro. El lugar lo trabajaba con su marido, un hombre alto, con buena educación y gran pasión por la cocina al igual que su amada esposa, quien tenía una gran sazón para los platillos que cocinaba. Muy a pesar de la tremenda habilidad para cocinar que tenían ambos y la capacidad para abrir un restaurante lujoso y costoso, optaron por algo un poco más sencillo y sin tantos lujos. Y el matrimonio tenía una hija, de 15 años de edad y estudiaba en la Escuela Nacional Preparatoria #5 que estaba a unos 15 minutos de Ciudad Universitaria. Se trataba de una chica un tanto rebelde pero que siempre mostró adorar mucho a sus padres, sobre todo a su mamá. Por lo general, los días sábado es un día en el cual no se daba el mismo movimiento a diferencia de los días entre semana; aun así, tenían clientela y entre todos los miembros de aquella familia atendían la cafetería con esmero.

???: Jaime, ya esta lista la orden de la mesa 8 mi amor.

Jaime: Gracias Emilia. Por cierto, ¿has visto a Melissa?

Melissa: Acá estoy, papá.

La voz de la chica provenía del lugar donde lavaban los platos.

Jaime: Esta bien cariño. Me llevo esta orden y te dejo estas 2.

Emilia: De acuerdo, amor.

El negocio, como todos, tenía sus altas y bajas; pero en los últimos años le había ido bastante bien. El lugar estaba pintado de un tono claro que combinaba bien con las letras moradas y verdes del letrero que anunciaba el sitio; además tenía un reloj de esos de estilo clásico en un poste, era una decoración un tanto peculiar para la época. Dicho reloj aun funcionaba bien y marcaba con sus manecillas la 5:50 de la tarde, momento en el cual Marco y Tom llegaron.

Tom: ¿Cuándo vas a quitarte esa costumbre de llegar siempre antes de la hora? Llega al menos un par de minutos después, así generas expectativa.

Marco: No pienso de ese modo. Creo que es de muy mal gusto hacer planes y jamás llegar a la hora acordada salvo que se haya dado una emergencia. Ya me pasó una vez con una chica llamada Daniela, solo que ella fue la que quedo mal.

Tom: Y también con esa chica pelirroja.

Marco: Ya ni me lo recuerdes.

Y faltando un minuto para la hora acordada estaban llegando Star junto con Janna.

Janna: Parece que ya llegaron. ¿Quién de los 2 es tu cita?

Star: El chico de cabello castaño.

Janna: Mmmmm... Tus gustos han mejorado, Star; se ve que es caballeroso.

Star: Pues no lo sé; solo hablamos esa vez en Santa Fe y aquella llamada. Pero no me cierro a conocerlo un poco mejor.

Janna: Y su amigo es guapo.

Star: Parece que alguien fue flechada a primera vista.

Janna: Cierra la boca, güerita. Mira, tu novio viene por ti.

Star: ¡Janna!

Marco, al ver a la rubia, se acercó para saludar con amabilidad.

Marco: Hola Star.

Star: Hola Marco, que gusto verte de nuevo. ¿Llevas mucho esperando?

Marco: Como unos 5 minutos. Siento mucho no haberte llamado antes, ya sabes, la escuela.

Tus ojos en mí (Star vs las fuerzas del mal - AU)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora