Capítulo #17

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Star no salió de su habitación el resto de la noche y eso dejó extrañado a Marco, ya que esperaba para saber qué es lo que irían a buscar a la zona del Zócalo de la Ciudad de México. A la mañana siguiente, el castaño se había levantado temprano para terminar de acomodar las cosas que había traído desde Guadalajara, entre esas algunas que traía para sus amigos. En su mente repasaba lo que había ocurrido el día anterior pero no daba con la respuesta a lo que desató la reacción tan rara de la rubia. Y al ir a la cocina para preparar algo de café se topó con la chica en cuestión, quien venía saliendo del baño e iba con dirección a la habitación. El chico se portó de la mejor forma posible con ella, ignorando aun que sus palabras de ayer fueron mal interpretadas.

Marco: Bueno días.

Star: Buenos días.

La chica le respondió con palabras secas a su saludo para después continuar con su camino rumbo a la habitación. Pese a que pudo conciliar el sueño sin dificultad y a que se sentía un poco más tranquila, aún había molestia en su corazón por aquellas palabras que consideraba insensibles de parte de Marco. Mientras se vestía...

Star: (Vaya si eres un tonto, Marco. Pero aun así, no quiero estar molesta contigo)

De repente fue interrumpida por el chico castaño, quien le preguntó si quería algo en especial para desayunar. Ella se mantuvo en silencio, no deseaba responder muy a pesar de que el chico jamás le había hablado en un tono grosero. Los minutos fueron pasando y Star por fin salió de su encierro vestida con un pantalón azul oscuro, una playera blanca y una chamarra de color morado. De repente le llegó un olorcillo fácil de identificar, un aroma delicioso que provenía del comedor: Marco había preparado hot cakes para desayunar; también había un vaso grande con malteada de chocolate. Lo extraño del asunto es que Marco no estaba en el comedor, cosa que extrañó un poco a la chica; debido a esto lo fue a buscar a la cocina pero ahí tampoco estaba. Pensó en ir a buscarlo a su habitación pero su estomago terminó por empezar a reclamar por la falta de alimento, así que se sentó para empezar a desayunar sin él. La chica se deleitaba el paladar con aquel sencillo pero bien preparado desayuno como solo el castaño sabía hacerlo; fue ahí que empezó a pensar sobre su estadía en el departamento.

Star: (Quizá desde el principio fui una especie de invasora o alguien que solo le causó lástima. Bueno, como quiera que sea me iré tan pronto quede listo el edificio y lo dejaré vivir a su gusto estando solo. Pero, si le digo lo que siento, quizá... ¡No! Lo mejor será que salga pronto de aquí, así el podrá disfrutar el estar solo).

Poco después, el castaño llegó al comedor llevando en su mano uno de los recuerdos que traía de sus vacaciones con su familia.

Marco: (Espero que le guste, me costó algo de trabajo elegir uno para ella) Ah, Star. Creí que aun estabas en tu habitación.

Star: Pues aquí me tienes. Por cierto, ya no es necesario que vengas conmigo al Zócalo.

Marco: ¿Qué? ¿Por qué?

Star: Puedo hacerlo sola, así que no te preocupes en venir conmigo.

Marco: ¿Qué ocurre contigo?

Star: Nada. Gracias por el desayuno.

La chica terminó de comer y llevó los trastes sucios al fregadero de la cocina y después fue a la habitación que estaba ocupando, pasando frente a un pasmado castaño que seguía sin entender lo que estaba pasando en ese preciso momento. En un acto reflejo, el chico sujetó a la rubia de una mano con la intención de captar su atención.

Star: ¿Qué te ocurre? Déjame ir

Marco: Primero explícame que está pasando contigo.

Star: ¿Para qué lo quieres saber?

Tus ojos en mí (Star vs las fuerzas del mal - AU)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora