Capítulo 3.

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Esto es porque no puedo tener cosas buenas, cariño, 

Tuve que llevármelas lejos porque las quiebras — Taylor Swift.


Al día siguiente, los dos nos levantamos de manera repetitiva y automática casi.

Pero tenía que admitir que algo era diferente hoy.

Me sentía diferente, me vestí diferente, me tomé incluso más tiempo en maquillarme por la mañana, casi como si estuviera vistiéndome para alguien más.

Observe a mi lado y Kieran me observaba capturando cada uno de mis movimientos, casi como si estuviera buscando algo o quizás quería grabar algo de mí en su mente.

Él a veces hacia eso, no tenía la idea del porqué. Se quedaba observándome todo el tiempo, mientras me vestía o me colocaba el maquillaje. Nunca había preguntado, porque la verdad nunca me había molestado que la hiciera.

Pero ahora, aquí, quería saber la respuesta a todo de él.

—¿Se te perdió algo? —le dije tratando de no sonar demasiado seductora, a veces fallaba en eso y los dos terminábamos terminando llegando muy tarde al trabajo. Una vez incluso preferimos reportarnos enfermos. Ambos. Pero eso no era lo que quería lograr hoy, quería saber más, averiguar más sobre él.

Como porque me miraba tanto, o por qué nunca usaba los palillos chinos cuando estaban para comer la comida chinos, aunque yo estaba segura que sabía manejarlos.

Quería más de él. Pero estaba bien, ¿no? Digo nos vamos a casar, está bien que quiera saber más de mi prometido y futuro esposo.

—En ti, siempre me pierdo cariño. —lo vi subirse los vaqueros de una manera tan provocativa, que cualquier mujer no hubiera dudado en echársele encima, pero yo no era cualquiera, además no quería llegar tarde al trabajo en estos tiempos de crisis.

Lo digo en serio.

—Me gusta mirarte, cada cosa que haces es como un arte para mí.

—¿Porque?

—Quiero pensar que es porque estoy irremediablemente enamorado de ti.

—¿Lo estás?

—Mi amor, te acabo de pedir que seas mi esposa, ¿ya lo olvidaste?

—Oh, eso explica porque me duele tanto mi dedo de cargar esa valiosa piedra durante toda la noche en mi mano.

—¿No te lo quitaste para dormir?

—No me lo quitaré para nada.

—¿Ni para bañarte?

—No lo creo.

—Se te hará moho ahí.

—No me importa.

—Luego tendré una novia con gangrena en el dedo.

—Estoy segura que sobrevivirás a la vergüenza.

—Por ti, lo que sea, mi amor.

—Ves te lo dije, dime otra cosa ahora.

—¿Qué quieres saber? —dijo él. Comencé a ponerme un vestido floreado en color morado, era uno de mis favoritos de siempre, llevaba flores moradas en todas partes y era de cuello medio, por lo que podía no llevar joyería y aun así quedaría bien. Pero me atoré a medias en la cremallera, por lo que comencé a dar saltitos para alcanzarla, casi me tuerzo algo cuando Kieran se acercó por detrás y la subió de una vez y por todas. Me di la vuelta y quedamos frente a frente.

De Regreso a Mí. Trilogía: "Viva la Vida".Donde viven las historias. Descúbrelo ahora