Dicen que todos los chicos buenos van al Cielo, pero los chicos malos te traen el Cielo a ti — Julia Michaels.
—No quiero pensar en esto, solo déjate llevar.
Lo besé, una y otra vez.
Él no dijo nada, solo continúo besándome, aferrando su cuerpo al mío, como si estuvieran conectados, el uno con el otro, como si fueran uno mismo.
Tocaba mi cabello, se aferraba a mis caderas, tocaba cada parte de mí, como si quisiera grabar algo en ella.
No había estado con nadie desde Kieran, así que sabía que debíamos de ser cuidadosos.
Con Kieran había usado siempre protección y además había estado siguiendo un método anticonceptivo diferente, para precisamente no quedar embarazada pronto.
Pero desde que nos separamos, no había ido a las citas con la ginecóloga para seguir con él, no tenía caso ponerte inyecciones hormonales para evitar quedar embarazada, si no tienes con quien tener relaciones sexuales.
Apenas y podía respirar entre besos y caricias.
Me subí a su cadera y me aferré a ella, él me tomó por las piernas mientras seguía besándome e impidiéndome que me cayera de su agarre, en un segundo estábamos en el suelo besándonos desenfrenadamente y al otro estaba ya me llevándome a la cama.
Sabía que pasaría, lo sabía, lo deseaba, lo esperaba.
Mi corazón iba al mil por hora, sabiéndolo, sintiéndolo todo.
—Tienes que usar protección —le dije entre un beso y otro.
—No te preocupes, vengo preparado.
—¿Sabías que algo "así" pasaría? —me detuve un poco para escuchar su respuesta. No es que ya no quisiera que pasara, pero me intrigaba y ofendía un poco que se diera por hecho que, porque un chico estaba en casa de una chica, sola, soltera, esto tenía que pasar.
—No, pero creo que algo "así", podría pasar en cualquier momento, fui educado para ser un caballero por una dama y por eso yo sé que hay que estar preparado para eso. Siempre.
—Esa voz me agrada.
—Quiero que sepas que no hay nadie con quiera estar más que contigo, Iris.
—Y yo contigo.
Me quitó la blusa por los brazos en un hábil movimiento.
Y yo quite la suya.
Su pecho desnudo y completamente sin vello, me hacía arder, quería morir de deseo.
Jamás en mi vida me había sentido así.
Era una atracción, casi peligrosa.
Esto era la gloria.
El hombre podría hacer sentir tanto con tan poco, y no me refería a lo que tenía debajo de la cintura.
Porque en ese departamento, sí que estaba demasiado, bien, dotado.
Él estaba casi desnudo ahora, pero yo no.
—Eso no es justo señor, debes hacer lo mismo conmigo.
—Feliz de complacerla señorita.
Me beso por el cuello, y Dios mío, sentía que todo explotaría dentro de mí, sí este hombre no me hacía suya pronto.
Desabrocho el sostén en un dos por tres, en un hábil movimiento, tan simple, como si estuviera descorchando una botella de vino, de pronto solo sentí la libertad de mi pecho ser como cuando estaba listo para ir a dormir.

ESTÁS LEYENDO
De Regreso a Mí. Trilogía: "Viva la Vida".
ChickLitHan pasado meses desde los incidentes que llevaron a Kieran y a Iris a decidirse y apostar por una oportunidad para estar juntos. Y nada puede estar mejor en la vida, lo tienen todo, a sus ojos. Nada podría estar mal... ¿verdad? Excepto que las inse...