De Regreso a Mí. Trilogía: "Viva la Vida".

Capítulo 36.

Yo solía ser el que amabas — The Jonas Brothers.

Nunca es fácil hacerse a la idea de perder algo, sobre todo cuando luchaste una y mil veces y aun hoy, en tu corazón y mente, sientes que debió de haber sido diferente.

Sientes que debiste tener más tiempo, más aventuras con esa persona.

Más amor, más recuerdos.

Y sobre todo otro final.

Otro final para los dos.

Se lo dije a Nicholas cuando volvimos a reunirnos esa misma noche.

—No creo que debas preocuparte más por él. —Dijo él.

—No es eso lo que me preocupa y lo sabes. —Le dije mientras me pasaba las manos por los brazos. En la última semana, tenía escalofríos por todo o mucho calor.

Al principio, no resistía estar sin un abanico que estuviera siempre expulsando aire directamente hasta mi cara, me moría de calor a donde fuera que iba.

Incluso si afuera estábamos a 10°.

En el cine, en el súper mercado, en el trabajo con aire acondicionado todo el tiempo.

Las temperaturas estaban bajando a medida que el otoño se abría paso entre el tiempo y el espacio.

Todos a mí alrededor parecían estar consciente de ello, incluso me lo hacían notar apagándome mi ventilador personal, pero siempre les contestaba que me moría de calor, les montaba un numerito de aquellos y ganaba. Al final del argumento y la pelea, el llanto y mi propia voz que se elevaba y se hacía más chillona con cada palabra, todo para ganar, encendían de nuevo el ventilador.

Pero luego, un día sin más.

El frío llegó de alguna parte de mí ser.

Y no solo me amenazo, no, solo se instaló en mí y ya nunca me dejó.

Así que ahora tenía escalofríos por todo.

Cualquier ventisca, me hacía tiritar de frío.

Como ahora.

Nicholas se quitó su chaqueta y me la paso por los hombros, no dije nada, porque sabía que la única razón por la cual el hombre la llevaba puesta era para poder hacer exactamente eso.

—Entonces dilo en voz alta, porque si no lo dices te pudres con ello por dentro.

—No quiero que sigas pensando que Kieran pudo haber sido capaz de hacerme esa clase de daño.

—Y yo recuerdo que te dije que seguiré pensándolo hasta que no tenga pruebas de lo contrario.

—Por favor, que más tiene que hacer el hombre para convencerte de que ya no quiere nada más conmigo, incluso ha dejado mi caso, para no tener nada que ver conmigo.

—Si crees que Kieran se va a retirar, así como así de este caso o de tu vida, estás más loca de lo que creí, porque no hay ninguna fuerza en el universo que le haga desistir de estar cerca de ti.

—Lo ha hecho, el mismo detective nuevo que mandaron ahora para investigar mi caso, me lo ha dicho.

—Ese te mintió, créeme. Él nunca te dejara en paz y por algo ha de ser.

—No sé de qué demonios estás hablando.

—Vamos, hasta yo sé que ese payaso con el que estás ahora no es ni la mitad de lo que somos cualquiera de nosotros, Raúl, Kieran y yo combinados —Nicholas dio un paso adelante para estar más a mi nivel—. Y si tú estás creyéndote eso, estás mal de la cabeza.