Capítulo 27.

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Fama, dicen que tengo mala fama, 

Que me enamoro por la noche y se me pasa por la mañana — Dana Paola.


Dicen que una mujer es una zorra por estar con dos hombres en su mente al mismo tiempo.

Dicen que una mujer es una zorra por estar con uno un día y con otro al día siguiente.

Por estar con uno en su cama y con otro en el sofá.

Pero yo no era así, me hubiera gustado que la gente recordara que solo había tenido tres novios en mi vida, sin contar a Kieran y a Ricardo, porque, aunque pasaba noches en mi casa, aun no le había pedido ni él me había pedido ser su novia.

Ya sé, ya se, eso está pasado de moda.

Hoy en día las parejas solo comienzan a salir y ya, y mientras la otra persona (usualmente el hombre) anda de lo lindo, como si nada (la mujer) se quiebra la cabeza tratando de resolver cual es la verdadera situación entre los dos.

No tengo que decir lo que pasa después, porque hay literalmente miles de películas en el mundo, en habla hispana, en inglés, francés, portugués, italiano, y más idiomas para escoger y demostrar la teoría.

Sin mencionar los libros, los cuales son mis favoritos para investigar.

Y repito me hubiera gustado, que la gente no se hubiera llevado por habladurías.

Pero de nuevo, la gente no es así.

Porque aun, después de todo el escándalo, había una persona ahí afuera que había intentado matarme.

—¿En qué piensas?

—En algo que me dijo mi madre ayer que fui a verla.

—¿Qué te dijo? Debió de haber sido algo muy malo para que te pusieras tan pensativa.

—Dijo que una de mis vecinas, me dijo él nombre, pero no te lo diré para protegerla, el caso es que ella dijo que...

—Es grave, ¿verdad?

—Sí.

—Vaya... dilo, si es algo malo, mío, puedo soportarlo.

—No es tuyo, es mío.

—Que pudo haber dicho para que te pusieras así.

—Me dijo zorra, dicen que tengo mala fama, que me enamoro por la noche y se me pasa por la mañana. —Agaché la cabeza. Estaba avergonzada porque me hubiesen llamado de esa forma, pero no era tanto por la palabra sino por de quien venía.

Estas personas habían sido parte de mi vida desde siempre, me habían visto crecer, reír, aprender a caminar y a caerme una y mil veces y jamás me habían juzgado más duramente como cuando pronunciaron esa palabra ante mi madre para herirme.

Solo porque sabían que eso podía herirme.

—Pero tú no lo eres, no importa lo que una vecina estúpida y chismosa haya dicho, eres una mujer integra y nadie tiene porque dudar de ti, ni siquiera tú.

—Pero...

—Pero nada.

—Eso era todo lo que necesitaba escuchar —le dije yendo hacia él, a sus brazos.

Pero no era todo.

Yo sabía lo que era.

Y pronto todo el mundo que me rodeaba comenzó a llamarme de esa forma.

De Regreso a Mí. Trilogía: "Viva la Vida".Donde viven las historias. Descúbrelo ahora