Capítulo 43.

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Está vez no me soltaré, no ondearé mi bandera blanca — Bishop Briggs.


Mi madre siempre me dijo que yo era una mujer problemática, no porque yo atrajera los problemas, aunque lo hacía, sino porque sin quererlo, sin desearlo, los problemas siempre parecían ir a mí.

No había tenido uno tan grave como el que estaba metida hasta ahora, pero aun así esas palabras me revoloteaban siempre que estaba por llegar un problema en mi vida.

No se cómo explicártelo exactamente, y lo único que se me ocurre para asemejarlo, es el sentido arácnido de Peter Parker, el único y original Spider-Man.

Creo que no lo había dicho antes, pero soy una fanática de hueso colorado de los Súper héroes, mi favorito por siempre y para toda la vida ha sido El hombre de Hierro, el dio el comienzo a toda una saga de Súper Héroes, abrió puertas para dimensiones, nuevos personajes, y lo más importante le dio una familia a todo aquel que necesitaba apoyo, en la tierra y cualquiera de los universos paralelos de la tierra.

Pero después de él, esta Spider-Man.

No solo porque el chico fue mordido por una araña radioactiva que le dio poderes de la noche a la mañana, sino porque de todos, creo que es el personaje que más similitudes tiene conmigo, bondadoso, respetuoso y sobre todo humilde.

Y aunque en el universo cinematográfico de Marvel, el chico apenas va entrando, o en recientes fechas saliendo, sigue y seguirá siendo uno de mis personajes favoritos.

Por su sexto sentido, si lo quieres llamar de esa manera.

Y es que es esa habilidad para siempre saber cuándo algo grande se aproxima, la que comparto con él.

Toda mi vida, he sabido del peligro antes que todos, aun cuando no sé qué es lo que está ocurriendo exactamente, se cuándo es tiempo de tomar la espada e ir a la guerra.

Y este era mi momento.

Tenía que defender todo lo que alguna vez había amado, y lo que amaría de ahora en adelante, tengo que probar que era una mujer fuerte, independiente y capaz de todo para defender a los suyos, y de paso descubrir la verdad de porque alguien más querría matarme.

Kieran se había ido de mi casa esa noche, no solo prometiendo que volvería a cuidarme. Esto hasta que el caso estuviera resuelto.

Por lo que a mi parecer había regresado al punto inicial de esta historia, había pasado a ser el héroe, a ser la chica asustada que siempre estaba siendo rescatada.

¿Cuándo me convertí en la damisela en peligro?

No tengo idea.

Lo que sí sé, es que Nicholas, ni Raúl, ni mucho menos Kieran me conocían en realidad.

Así que la conclusión era la siguiente, tenía que encargarme de mi propia vida y ser el héroe de mi propia historia de nuevo.

No necesitaba a nadie para ser feliz, más que a mí misma, ya me lo había probado antes y lo había olvidado una y otra vez por un hombre que se atravesó en mi camino, bueno eso no iba a volver a suceder.

Esta vez, tenía que hacerlo por alguien más que por mí.

Nunca quise tener hijos, por eso estaba tan asustada cuando ocurrió la primera vez, con Raúl.

Y después me odie por desearlos y que me fuera arrebatada de una vez y por todas, la oportunidad. Quien te diga que el perder un hijo a cualquier altura del embarazo, no te marca, es un idiota.

De Regreso a Mí. Trilogía: "Viva la Vida".Donde viven las historias. Descúbrelo ahora