Capitulo 20

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Tu envidia refleja las ganas que tienes de ser como yo...

Tomamos el elevador hacia la oficina de Ody que era el ultimo piso despues de lo sucedido con Laura no tenia ningunas ganas de volver a casa por lo menos no por ahora, Ody no habia dejado de consentirme para que me sintiera mejor por lo que habia dicho Laura y me compro un gran oso de peluche en el camino tambien flores.

Y me habia dicho que habia preparado una sorpresa para mi en la oficina o en el piso de su oficina la verdad no lo escuche muy bien mi mente estaba en otro lugar, las puertas de el elevador se abren mostrando a muchas personas vestido de forma formal para el trabajo, chicas con falda y esas cosas mientras que los hombres con corbata pero lo que me sorprendió no fue eso ni siquiera el hecho de que había como una fiesta en mi honor.

Lo que me molesto fue el hecho de que Kimberly, Lena y Rebekah para que vean que si me acordé porque pensaba en tantas cosas que hasta me acordé de su nombre, en fin que lo que me molestaba es que ellas estaban ahí y no parecían muy contentas de verme claro que a mi tampoco me apetecía verlas.

>> ¿Que se supone que hacen esas perras acá? <<

_Trabajan acá mi amor, no te enojes pero Lena siempre a estado en el negocio familiar_

¿Como conozco a Kimberly y Rebekah? Simple, la suegra me contó de ellas y que las dos querían con mi esposo por eso las detesto al igual que la suegra porque ellas también querían con el suegro y así no se puede ellos ya están ocupados, que conste que la suegra no me contó con ninguna intención de hablar mal de ellas solo para que cuidara a Ody de ellas y muy coquetas que estaban ellas en nuestra boda ¿Pueden creerlo? Ni eso respetan.

—¿Ah, si? No me digas —comentó en voz alta poniéndolo nervioso debido a que todos nos quedaron mirando. Era de esperarse porque quería literalmente matar a Ody en estos momentos ¿A quien diablos se le ocurre tener a esas tres arpias en la empresa de mi hija?

_Amor por favor no te enfades pero fueron medidas desesperadas no pude hacer nada, papá dijo que metería a Rebekah y a Kimberly porque no tenían trabajo y Lena necesitaba trabajar_

>> ¿Que diablos tiene que ver la empresa de nuestra hija en eso? Digo es nuestra hija, merece crecer en un ambiente sano y no uno lleno de serpientes <<

_Pero amor no seas así, mira que son muy útiles_

>> Útiles mis bragas, me largo <<

No amor, tranquilízate ¿Si? Camina vamos a ver tu sorpresa —sugiere mientras que yo intento relajarme para luego comenzar a caminar con el gran oso de peluche en una de mis manos hacia su oficina.

Lo sigo pasando por el lado de las perras quienes me miran con odio pero yo las ignoro, Ody me toma con fuerza de la seguro sabe que si alguna me hace algo las descuartizo con solo de que mi mente se ponga de acuerdo porque primer hay que pensar antes de actuar, el abre una puerta y entramos encontrando un montón de globos rojos pegados de el techo mientras que había un gran carte que decía "Bienvenida a la mujer más hermosa de el mundo"

>> Si crees que con eso me ganaras te equivocas <<

Amor vamos, no entiendo porque actúas así si ya te había dicho en el camino sobre ellas y te pregunté que si estabas bien con eso y asentiste —replica provocando que me enojara mas porque nada más a él se le ocurre preguntarle o decirle algo a alguien que ni esté mundo estaba.

—Digamos que eso es cierto —respondo en tono seco viéndola todos los detalles de la oficina sin voltearlo a ver— Por alguna razón no querías que tocara tu teléfono ¿Por que rayos las tenías a ellas de contacto en tu teléfono? Si no son nada ¿Por que tienes sus números? —interpeló observándolo fijamente esperando una respuesta que no me hiciera golpear algo.

—Son mis secretarias —confiesa cabizbajo sin sostenerme la mirada logrando que mi enojo aumentara.

—¿Las tres? —cuestionó con tono sarcástico porque ya era imposible contener mi ira o meterla en mi bolsillo— No me hagas reír ¿De que me vez cara? Es más creíble que me digas que te acostaste con una de ellas que esto ¿Lo hiciste? Porque si es así, salgo por esa puerta y busco a Jimmy ¿Sabes que también haré? Me llevaré a Alma y no nos volverás a ver nunca más en tu vida ¿Entendido? Así que desembucha que estoy perdiendo la paciencia —ordeno esperando su respuesta.

—Yo...

—¿Tu que? —replicó permaneciendo en mi lugar deseando que lo estoy pensando no sea verdad porque explicaría muchas cosas— ¿Tu que? —vuelvo a repetir aguardando por su respuesta.

—Yo estaba borracho y Kimberly me encontró en un bar pero no me llevo a la casa si no a la suya, según ella no le gustaba conducir de noche pero al llegar a su casa me dio algo de tomar que me puso a alucinar, al día siguiente amanecí en su cama desnudo con ella y Lena en la misma cama, yo lo lamento amor pero esq no es la razón por la que están aquí y te juro que no quería, yo te amo a ti, perdóname por favor —corre a abrazarme llorando sobre mi blusa mientras que yo observo lo encogido que está para poder abrazarme.

>> Esto ya es bullying <<

—Está bien mi niño, tu no te preocupes te creo, te traeré algo de tomar ¿Si? Deja de llorar, yo te creo —aseguró acariciando su cabello intentando calmarlo.

—No te vayas, no otra vez por favor perdóname te juro que no volveré a confiar en ellas otra vez, soy un tonto nunca debí aceptar que me llevara —confiesa mientras que yo solo acaricio su cabello calmándolo poco a poco.

—Bueno está bien, te traeré un jugo o algo así te sentirás mejor, respira todo está bien, no me iré —reveló sin dejar de calmarlo.

Ya cuando está calmado me abraza para luego limpiarse las lagrimas, yo salgo de su oficina en busca de mis dos perras favoritas para que me muestren donde esta la cafetería y de paso me digan que paso esa noche, así todo se aclara y no hay mas malentendidos.

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AlmaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora