Capitulo 64

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No, gracias. Soy alérgica al amor.....

Ya habían pasado algunos días desde la declaración a mi padre y todo ha ido bien, excepto por mis padres, duermen en habitaciones separadas, si están solos en una habitación o lugar uno de ellos se van, papa se sienta en una cabecera y mamá en la otra y yo estoy en medio, justo ahora, Fabián fue al lado de su padre ya que le dijo de su enfermedad.

Laura y Max me excluyeron, con la excusa que quieren pasar más tiempo juntos y no los culpo, yo quisiera hacer lo mismo con Fabián pero el ya me dijo que si quiero que mi padre me tome en serio debo cumplir mis palabras. Así que estoy sola, aunque mamá pasa más tiempo conmigo y papá me informa de lo qué pasa manada incluso me lleva a verla y la empresa.

Ayer me dejo ser jefa por un día, fue algo desastroso y mucha presión pero no desistiré, seguiré luchando.

—Mamá, papa —los llamo y ambos se abstienen de comer para mirarme, es algo insoportable tener que mirar de un lado a otro por lo lejos que está papá de nosotras.

—¿Sucede algo hermosa? —pregunta mi madre observándome preocupada, papa estaba igual solo que el no había pronunciado ni una sola palabra.

—Si y creo que ustedes deberían arreglarlo, no se que sucede entre ustedes pero debe parar, ustedes se aman —fui interrumpida bruscamente por mi padre y ahí comprendo algo de lo que está pasando.

—No abandonas a las personas que amas y luego piensas que estáran bien con eso.

—Entonces ¿Debí dejar que se llevará a Alma? —creo que esta pelea no me incumbe, intente pararme pero las miradas penetrantes de ambos me asustan así que me quedo tranquila, creo que no tengo nada que hacer más que escuchar a mis padres discutir—. Estás siendo muy infantil Seuss, no iba a permitir que se adueñara de Alma, hubiera causado un mal terrible.

—Claro y yo debo aceptar eso, luego te quejas de como la eduque, la eduque mejor de lo que tú hubieras podido —palabras fuertes papa, muy fuertes creo que le dio justo en el corazón a mamá, parecía molesta.

—¡Ni siquiera te pones en mi lugar! ¿Tú que hubieras hecho en mis zapatos? —quiero irme de aquí, pienso que esto no me incumbe mucho que digamos pero me obligan a estar aquí.

—Lo hubiera matado en el segundo que tuviera su confianza —responde papa y lo desconozco, papa jamás hablaría de matar a nadie, el es el ser más pacifico que conozco.

—Claro es tan simple, solo lo mato y ya, si hubiera sido tan simple lo hubiera hecho pero no, no fue simple sino no se hubiera necesitado a Alma para hacerlo —esa soy yo, aquí, escuchando confesiones que no quisiera escuchar pero tal vez pudiera ayudar de alguna forma, aconsejándolos o algo aunque no soy muy buena con las relaciones.

—Papa es obvio que estás molesto pero mamá hizo lo que creyó correcto para mí y siguió protegiéndonos estando lejos —reconozco con una sonrisa tratando de tranquilizar la situación.

—Igual no me consultó, se supone que somos un matrimonio ella no puede decidir irse porque si, siempre culpándome de todo, no tuve la culpa de que Sky naciera, yo te di a elegir entre ser Alpha y no serlo, tú que elegiste, díselo —parla como si estuviera hablando con mama y bueno ella está ahí pero no parece querer enfrentarla.

—Yo no quería hacerlo, tenía miedo, con las historias que contaban de abuela Lenore y abuela Ellen me asuste porque temía que yo pasara por eso —confieso, no quería una vida llena de aventura, tal vez sea inmortal pero le temo a la muerte y por eso no acepte ser Alpha.

AlmaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora