Capítulo 6

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—Pongamoslo con cuidado sobre la cama.

—Si va a caerse, ¿Por qué no intento siquiera hacerlo cerca de la cama?

—Maestro Wei.

—Lo sé, ya lo sé... fui muy duro con él.

—...

—Ya está... incluso dormido se ve serio.

—Voy a quedarme afuera a vigilar.

—Te acompaño.

—No, quedese y dele un respiro al maestro Lan al ver que ha regresado.

—Bien...

Wen Ning dejo la habitación como si estuviera feliz de poder al fin dejar de preocuparse por mí.

Le di muchos problemas, incluso después de convertirlo en quién es ahora.

Me senté en la silla próxima a la cama donde se encontraba...

—Eh... ¿Por qué me cuesta encontrar el nombre con el que llamarte?, antes solo era Lan Zhan, pero ahora...

Todavía no controlas esto de la energía resentida. Me pudiste despertar, pero eso no significa que controles la energía que hay en ti y eso es lo más difícil... junto con lo más peligroso.

—No me mires así, yo no fui quién... bueno, lo hice, pero soy un experto comparado contigo haha... ay, ¿Por qué hablo con un hombre dormido?

—Lan Zhan... Lan Wang Ji... Hanguang Jun... seamos amigos...

—Wei Ying.

—¡Eh!

Casi me caigo de la silla al escuchar su voz. Me incline lentamente hacia él hasta que me di cuenta de lo que había pasado.

—Ah, sigues dormido... tienes prohibido hacer eso de nuevo.

—Hm.

—... Ahh, ¿Desde hace cuánto que hablas dormido?, ¿Por qué sigo preguntándote cosas?

Fui y toqué su frente, más conocido como su cinta. Estuve tentado a quitarsela para ver si tenía algo especial escrito por detrás. Iba a hacerlo cuando decidí que era una mala idea.

—Estás de suerte, no atacó a las personas dormidas.

—...

Me quede mirándolo por un tiempo, tanto que mi parte superior quedo recostada sobre la cama junto a él.

—Si querías protegerme, ahora soy indestructible... bueno, no del todo, si... quieres que te sirva... no, eso tampoco es... ¿Quieres... que intentemos ser amigos?

—...

—Ajá, ajá... bien, tus palabras fueron pocas, pero voy a tomar eso como un sí.

—...

—No, no... no tienes que protegerme, es mejor si yo lo hago.

—...

—Hehe, no... no... no me dolerá si me caigo de un lugar alto...

—...

—Eh, no es justo, no hagas esas cosas por mí, no quieres ver intentar a un zombie llorar, Wen Ning nunca pudo de todas formas...

—...

—¿Vas a protegerme de todos los perros?, gracias... dudo mucho que pueda defenderme incluso siendo un zombie...

—...

—Yo...

—...

—No... no estoy listo para esto, Lan Zhan... y tengo miedo... tengo mucho miedo...

No hay un finalDonde viven las historias. Descúbrelo ahora