Capítulo 25

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El dolor en la mejilla fue lo que hizo que todo diera vueltas, que incluso aquella niebla en mi cabeza, en mi interior, se fuera disipando.

Estaba... a punto de...

-¡Eres la persona más estúpida que he conocido en mi vida!

-... Wei Ying, yo...

-¡Nunca te atrevas a ordenarme algo así!

-Lo...

-¡No, ni siquiera lo digas!, ¡Tú no lo sientes!

-...

-... Iré por Jin Ling, salvaré a las personas que quiera salvar, y será mejor que ni te atrevas a seguirme.

-...

Antes de marcharse, sacó mi cinta de su túnica y la arrojó justo delante de mí.

-Adiós.

Con esas palabras, Wei Ying se echó a correr, sin detenerse o mirar atrás hasta que lo perdí de vista.

-...

Cerré los ojos, confíe, le pedí a cualquiera que estuviera viéndome ahora mismo, que por favor me dijera que esto en verdad no habia sucedido. Que todo lo que di, lo que dije, y lo que hice, no fuera todo en vano.

La verdad era ésta: ya no tenía nada. Mi mente quería volver a ser lo que fue antes de que mi corazón se de cuenta que algo falta, algo importante.

No quería recordar ni su nombre, nada. Estaba ahora en la mismísima ruina. No he estado en contacto con energía resentida, no hui de mi propio clan, no le di la espalda a mi familia, no...

Abrí los ojos tan solo un momento y las lágrimas solo cayeron, pero yo no las detendría más.

¿Por qué?, ¿Por qué cuando estoy sólo puedo llorar sin sentir verguenza?, ¿Por qué estoy en esta situación ahora?

Mi alrededor se tornó de color rojo, mi visión está mal, pero eso dejo de importarme. Solo quería ser encontrado, volver a ser lo que fui: el guia de los demás.

-... No, no realmente.

Levante la mirada y la lleve al cielo, mi boca temblaba mientras que solo había lágrimas, lo que hacia mi frustración empeorara cada vez más.

Yo me hice esto, yo nos... nos tengo de esta manera.

-Vuelve... vuelve a mí... por favor...

...

Corrí lo más rapido que pude, enfadado, confundido... y aterrado.

Realmente me habia ordenado hacerlo, queria ser asesinado... maldito sea.

Mientras más escuchaba esa voz en mi cabeza, más coraje tenía y eso solo me hacia tropezar con lo que fuera que tenía adelante.

Me detuve frente a un árbol, y con una mano le di varios puñetazos, tratando de dejar salir toda esa rabia.

Él sabía que no lo mataría por voluntad propia, ¿Por qué uso el control sobre mi para darme esa orden?

-¡Idiota, idiota!

El árbol estaba sufriendo grandes daños, pero me daba igual.

-¡¿Por qué?!

¿Por qué te rendiste?, ¿Fui yo otra vez?... por supuesto que tuve que ser yo.

Tengo que rescatar a mi familia, ¿Por qué no lo entiendes?, fuimos por A Yuan antes, ¿Por qué ahora es diferente con Jin Ling?

Detuve mis golpes, mis brazos solo quedaron colgados a mis costados, y ahora había sangre cayendo a la tierra frente mis pies.

No hay un finalDonde viven las historias. Descúbrelo ahora