Capítulo 9

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La energía que Wen Ning salvó para su maestro y mejor amigo me dejo casi al borde del delirio al entregarsela. Con ambas manos alrededor de él, trate de sujetar mi consciencia al menos hasta ver si despertaría o no.

Cuando vi sus parpados moverse, deje escapar un suspiro de alivio antes de caer sobre su pecho.

Desperté con el sonido de hojas rompiendose debido a pasos acercandose, al levantar la vista vi a Wei Ying sentandose al frente de mi.

Me di cuenta también que no solo no estabamos en una casa, sino que estaba sentado con la espalda contra un árbol.

Wei Ying se mantuvo sin hablar por unos segundos, solo mirándome.

Quería decirle todo lo que había pasado, pero presiento que él ya lo sabe, lo cual hace todo más difícil.

De verdad había despertado, pero no me sentía orgulloso de haberlo logrado.

—Realmente... no esperaba... perderlo.

—... Lo lamento.

—Fue su idea, ¿Cierto?, y tú... no pudiste evitar acceder... ¿Cierto?

—...

—Tomé la decisión de ir y quemarlo, darle una despedida noble...

—Wei Ying...

—Todavía no lo hago, ¿Es egoista de mi parte pedir que también estés ahí?

—... Estaré ahí.

—¿Crees que es una buena idea?, los... demás clanes lo buscarán, no descansaran hasta... hasta dar con... con...

Antes de continuar tome sus hombros y los estreche contra mí. Ya no puedo soportar ver como se desmorona ante mis ojos.

—Lan... Zhan...

—Has lo que debas hacer, esa decisión no fue una fácil, pero hay que aprender a vivir con ello.

—... ¿Por qué tuviste que salvarme?... ¡¿Por qué?!

Apreté sus hombros con más fuerza, sin saber que tan lejos podía comfortarlo.

—¡No era más que un niño!

—...

—¡Mi familia!

—...

—... ¡Santo cielo, A Yuan!

Con sus manos empezó a empujarme para deshacer mi agarre, cuando lo deje ir, me miró con las mejillas bañadas en sangre junto con una expresión de sorpresa.

—¡Tenemos que ir por A Yuan!, ¡Él debió haber sobrevivido!

—... Iremos después de haber despedido a Wen Ning.

—...

Tomé su rostro con cuidado mientras que con la otra mano buscaba en mi túnica un pañuelo. Wei Ying se dejo limpiar su rostro a pesar de que apenas si podía verme.

—... Así que también soy un mal padre.

—Todos cometemos errores.

Incline su rostro varias veces antes de limpiarlo por completo, aunque quería seguir tocando su rostro. Sin embargo, él mismo retrocedió cuando notó que no hacía ningún otro movimiento.

—Wei Ying.

No obtuve respuesta, así que solo opte por enseñarle la bolsa que contenía el alma de Wen Ning.

—¡Oh!

—Se encuentra fragmentada, pero hay esperanzas.

—Podrá reencarnar en su siguiente vida.

No hay un finalDonde viven las historias. Descúbrelo ahora