Dejamos el hostal el día siguiente con seguridad, pero mi cabeza empezaba a cansarse. Wei Ying lo notaba, y yo insistia en no hacerselo saber.
La última conversación que tuvimos fue cuando encontramos a ese mensajero otra vez. Con Wei Ying lejos, él no dudo en acercarse a mí y entregarme los resultados de nuestra anterior respuesta.
-¿Nie Ming Jue fue asesinado?
Huai Sang incluso escribió el nombre de su asesino: Jin Guang Yao.
-...
Hubo odio en su mirada, algo que no había visto desde hace tiempo, y que no debía estar presente en él tampoco.
-Esto es serio, Lan Zhan, nadie más que nosotros conoce lo que ese hombre está haciendo.
-Deberíamos hacer algo.
-Sí, hay que detenerlo.
-...
La conversación se detuvo allí. Ninguno de los dos dijo otra palabra. Sin embargo, ahora vivía con el arrepentimiento de lo que había dicho.
Por el rumbo que estamos tomando, nos dirigimos hacia los territorios del clan Jin, donde el enemigo se hallaba.
Wei Ying se veía determinado a avanzar sin importar las consecuencias, pero si había algo que pudiera hacer ahora...
Antes de dejarle dar otro paso, tomé su brazo.
... Alguien debía frenar al osado.
-¿Qué haces?
-... Me arrepiento de lo que te dije.
-¿Sobre qué en particular?
-Hablo de Jin Guang Yao.
-¿Hm?, ¿Tienes alguna idea?
-...
-No quiero que solo me mires, debes contestarme.
-... Olvida que recibimos esa carta.
-¡...! ¡¿Estás loco?!, ¡¿Por qué deberiamos?!
-Por una vez en tu vida, puedes hacer lo que quieres, puedes...
-¿Qué?, ¿Seguir nuestro camino ignorando todo lo que está sucediendo con los demás clanes?
-Prometimos no relacionarnos con ningún otro.
-... ¿Y qué si resolviendo esto nos ayudará a no huir más?
-... ¿Y si no es así?
-Lan Zhan...
-Tuviste otra opción, te seguí, y de esta forma ambos cruzamos este camino; permanezcamos en el.
Perderte es más doloroso que vivir toda mi vida huyendo sin tener un solo respiro. El miedo de no ser suficiente para ti cuando el peligro te arrebate de mis manos me ruega no dejarte ir.
-... Suéltame ahora mismo.
Esto era justo lo que no quería que pasará, discutir ahora solo podría llevar a uno de los dos a hacer algo que no querriamos.
-Puedes ser quien manda al poseer energía resentida ahora, pero todavía no la controlas, mucho menos a mí.
-No necesito controlarte, Wei Ying, solo escucha.
-Que escuche tu rendición, eso es exactamente lo que estás diciéndome, pues yo también te diré algo: ¿Escapar para ti no es lo mismo que rendirse?
-No, tengo lo que esperaba.
-Ah, ¿Ya no es necesario que vuelva a respirar?
-Eso vendrá con el tiempo.
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No hay un final
FantasyJusticia e imprudencia. El camino que Wei Wu Xian tomó costó muy caro para todos los que alguna vez lo conocieron. Su última batalla lo dejó herido tanto fisica como mentalmente. Decidiendo ir a morir, dejando todo atrás, se encuentra con una sospre...